Por supuesto, si Catherine no buscaba a Matthew, Titus tendría que verla de una manera diferente.

Después de dar sus órdenes, Titus llamó a Sheryl. Su tono era gentil. “Cariño, ¿cuándo regresas?”.

“Todavía estoy de compras”. Sheryl era igual que la mayoría de las mujeres cuando iba de compras. “¿No nos vamos a quedar en Canberra por algún tiempo? Planeo comprar más ropa y productos para el cuidado de la piel con Rebecca”.

“Cómprame algo de ropa también”. Titus dijo de inmediato de una manera cursi: “Regresa rápido. Te esperaré para cenar”.

Sheryl se quedó sin palabras con ese hombre de 40 años por seguir actuando de forma cursi.

“Mamá, creo que este vestido te queda muy bien”, dijo Rebecca con una sonrisa mientras se acercaba con un vestido bordado azul.

Sheryl echó un vistazo al vestido y pensó que el estilo era normal. Sin embargo, al ver que Rebecca lo estaba recomendando con tanto entusiasmo, dijo: “Vamos a comprarlo entonces”.

“¿No te lo vas a probar?”. Rebecca le preguntó.