"¿Qué demonios quieres, Rodney? ¿No puedes dejarme en paz?". Freya estuvo a punto de sufrir otro colapso emocional.

"N... No te enfades", Rodney bajó cuidadosamente sus oscuros ojos. "Solo quiero disculparme sinceramente. Sé que disculparme no puede cambiar el daño que te hice. Reconozco que soy una escoria, que me pasé de la raya y que soy un estúpido. Te defraudé y defraudé al niño".

"Eso es suficiente. No asumas que no sé qué quieres casarte conmigo porque es la única forma de volver a la familia Snow", se burló Freya. "Te lo estoy diciendo. Prefiero casarme con un cerdo o un perro que contigo".

Rodney se quedó helado. Casi se había olvidado de eso.

La vio llorar y lo dijo inconscientemente.

"Eso no es lo que quiero", Rodney solo había terminado de hablar cuando llegó el ascensor.

Freya salió y él la siguió.

Cuando llegó a la puerta, ella se dio la vuelta. "Rodney Snow, ¿no te parece demasiado pretencioso? No me quieres. Solo quieres volver a la familia Snow, y sin embargo te