“Eso es cierto, es posible que no estés acostumbrado a trabajar de nueve a cinco”, dijo Wesley cordialmente. “Si te gusta la libertad, puedo conseguir un trabajo para ti. Necesito que alguien me ayude a examinar las farmacias en el extranjero...”.

“Eso no será posible. Mis hombres de confianza son Logan y Austin. No puedo dejar que se alejen demasiado de mí”, Catherine bajó las escaleras y lo interrumpió con una carcajada.

“Eso es cierto. No lo pensé bien”. Wesley la vio sonreír y su corazón finalmente dejó escapar un suspiro de alivio. “Ustedes dos hablen, yo cocinaré esta noche”.

Luego, él se arremangó las mangas y se dirigió a la cocina.

Catherine se acercó a Logan y lo miró, preguntándole deliberadamente: “¿Has pensado en qué puesto quieres?”.

Logan bajó la voz y dijo: “Hay cámaras ocultas instaladas en la sala de estar, el comedor, tu dormitorio y la cocina. No me atreví a ir a ningún otro lado. Debe haber alguien mirando bajo cuerda, así que tengo miedo de despertar sospecha