Elle bajó la voz. “Durante este periodo de tiempo, Chance le hace compañía a Yael todos los días y de vez en cuando la lleva a chequeos de maternidad o le compra comestibles. No me atreví a seguirlos demasiado cerca porque temía que Chance se diera cuenta. Después de todo, es muy bueno evitando que lo sigan”.

“Entonces... ¿no averiguaste nada?”. Shaun estaba muy decepcionado. ¿Había hecho una mala suposición?

“No, encontré algo”, dijo Elle. “Ayer, Chance y Yael fueron a cenar juntos a un restaurante privado. No me atreví a entrar tras ellos, pero vi que Iván y Charlie Campos también llegaron poco después. Se quedaron en el restaurante más de una hora”.

La mano de Shaun sobre la mesa se apretó lentamente en un puño. “Eso es demasiada coincidencia”.

Elle asintió con una mirada complicada. “Sí. No mucho después de que Ivan y Charlie se fueran, Chance y Yael también salieron. Yael parecía estar de muy buen humor”.

“Parece que mi suposición podría ser correcta”.

Los delgados labios de