Está vez Soledad al ver que Lucas entró en aquella habitación corrió hacia la habitación a la cual le puso seguro, sabía que Lucas tramaba algo malo, y de eso no cabía la menor duda.Aunque nunca había entrado en aquella habitación, sabía muy bien que cada vez que Lucas entraba allí no era para nada bueno.Las manos de Soledad temblaban al igual que sus labios, aún no entendía por qué Lucas había cambiado tanto de la noche a la mañana, él no era así, en que momento se convirtió en ese monstruo, pero era algo que en ese momento no quería saber, solo quería huir de ahí, y volver al lugar de dónde nunca debió salir.Se sentó sobre el borde de la cama y marco a Leo, el talvez podría ayudarle después de todo él todavía creía que era su cuñada, por qué no ayudarle Pero Leo nunca respondió, ahora sí estaba completamente sola, se puso de pie y fue directo a la ventana, pues de pronto había una pequeña luz de escapar, pero como si vivían en un piso 10, cómo diablos iba a escapar de allí.Sus
Soledad abrió sus ojos, se sentía mareada, cansada e incluso quería estar muerta.Trato de moverse, pero no pudo, sus manos estaban atadas a unas esposas, no podía creer en lo que Lucas se estaba convirtiendo, pues él no solía ser así, al menos no solía ser así meses antes cuando lo único que les importaba era pasar un buen momento y sobre todo noches cargadas de mucha pasión, pues era lo que más le había gustado de LucasLa forma en que la tocaba y la hacía el amor, se sentía en las nubes, él quería tenerla todo momento en medio de sus piernas, pero ahora Soledad se preguntaba, " en que momento había cambiado tanto".Soledad dejo resbalar una lágrima por sus mejillas, había sido tan estúpida, que nunca había pensado que lo que tenía con Lucas era solo sexo y nada más, en cambio con Leo lo tenía todo, dinero, una hija hermosa, un buen hombre que la amaba, solo que ella lo echo todo a perder por dejarse influenciar.—¡Por fin despiertas!, Pensé que iba tener que meterte en la ducha. —S
Leo abrió sus ojos como platos, pues no podía creerlo, Julia, su Julia se iría del país en solo unas horas, ¿Pero por qué?, Porque quería irse del país.—¿Y bien señor Rossi?, ¿Piensa hacer algo con esa información?, ¿O quiere que la siga? —Ángel pedía a gritos por dentro que Leo le pidiera que la siguiera, pues esa sería la forma perfecta de poder acercarse más a ella.Leo se quedó en silencio, aún no lograba procesar, pero de algo si estaba seguro, haría lo que fuera para que ella no lo dejara.—No, aquí termina su trabajo, yo me encargo de aquí en adelante —respondió Leo, aunque a Ángel no le gustó para nada, el la quería conocer y de seguro hallaría la forma de acercarse a ella.—Está bien señor Rossi, entonces le deseo mucha suerte con la información que le acabo de dar. —Leo asintió y salió de allí.Si quería hablar con Julia debía salir de allí cuánto antes e ir directamente hacia el aeropuerto.Mientras tanto, Julia trataba de contener las lágrimas, se había prometido no volve
Julia subió al avión, pero no dejaba de sentir esa sensación extraña en su pecho, era como si algo le indicará desde lo más profundo de su ser que saliera del avión.—¿Qué tienes hija? —dijo Sofía tomando la mano de Julia—. Te ves demasiado pensativa. Como si algo te estuviera perturbando de sobre manera, puedes confiar en mi. —Nada Sofía, nada —le respondió Julia, pero era difícil de decir cuando ella sabía que su pecho tenía la sensación más extraña, era como si fuera necesario salir de allí corriendo, pero cómo explicarle eso a Sofía, si ella había planeado este viaje para que Julia pasará todo el dolor que había vivido con Leo.—Pero estás helada, y mírate estás temblando, ¿Dime qué te sucede? —Sofía trataba de saber que le sucedía a Julia, pero ni Julia misma sabía que tenía en ese momento.Mientras tanto, a Leo lo habían golpeado fuerte sin importarle su estado de invalidez, afortunadamente el chófer había logrado quitarle de encima a los dos hombres de seguridad, quienes estab
El vuelo a Inglaterra tardó horas, pero para Julia fueron siglos y más por qué de su cabeza no salía Leo, el llenaba cada pensamiento cada suspiro cada lágrima de Julia, la cual se reprimía por seguir pensando en él, pero como olvidarlo, si lo amaba, y de eso no quedaba la menor duda.Después de varias horas de vuelo por fin había llegado a una enorme mansión, todo era lujos, en verdad a Sofía le encantaba vivir bien, los pisos, los muebles eran dignos de toda una reina, que hoy ya no estaba sola, ahora traía consigo a una princesa que necesitaba sanar las heridas de su corazón.Julia tan pronto entró a la habitación que Sofía le había mandado a organizar se dejó caer sobre la cama, en dónde cerro sus ojos para que su mente empezará a viajar.Nuevamente las manos de Leo se posaban sobre su cintura, haciendo que su cuerpo temblará por su cercanía, dejando besos húmedos por todo su cuello, lo deseaba y quería sentirlo dentro de ella, llevo sus manos a su pecho y los acarició suavemente
Soledad entró a la biblioteca de Leo como dueña y señora de todo el lugar.—Que pena Leo, pero de aquí no me voy sin hablar contigo —dijo Soledad, mientras Leo giraba su silla para quedar de frente a Maya.—¡Largo! Dije que no quiero ver a nadie —dijo una vez más, estaba ebrio que era como escucharlo balbucear.—Ya te dije, no me pienso ir, así que me vas a escuchar. —Soledad camino hacia donde estaba Leo, tomó una silla y la colocó justo al frente de él, quería que él la viera justo a los ojos, tal vez así se enamoraría de nuevo de ella.—¿Qué diablos quieres Maya? No eres bien recibida aquí. —Leo solo quería estar solo y ahogarse en el alcohol, quería poder olvidar a Julia, que sentía que esa era la única forma que lo podría hacer.—Primero, veo que no estás en condiciones para hablar, así que te voy a llevar para que te de un fuerte baño, y así poder hablar. —Leo arqueo una ceja, pues quién se creía Maya para decir tal cosa.Soledad se puso de pie y lo rodeó la silla, e intentó mov
Los nervios de Soledad por poco y hacen que ella caiga al piso, pues no pensó que Lucas la viera saliendo de la oficina de Leo completamente desnuda, pues ese era una regla que Lucas le había puesto, de que por ningún motivo quería verla revolcándose con Leo. Lucas la fulminó con la mirada, pues no podía hacer nada más, miro a todos lados y caminó cuidadosamente hasta donde estaba Soledad congelada. La mirada de Lucas era desafiante, pero ella en cierto modo no le temía, porque bien o mal, él hacía lo que ella quería. —Esto no se va a quedar así, me entiendes —susurro Lucas, al oído de Soledad, la cual sintió un frío recorrer por todo su cuerpo.—No quiero escuchar más tus amenazas, me necesitas, así de déjame en paz. —Soledad respiro profundo y salió caminando hacia la segunda planta, está vez no se dejaría intimidar, además los dos estaban metidos en todo eso, entonces ya no aguantaría más las amenazas de Lucas.Lucas empuño sus manos, y quiso ir tras de ella, pero tuvo que conten
Los días habían empezado a pasar al mismo tiempo que la barriga de Julia había empezado a creer, se sentía feliz poder sentir a ese pequeño ser dentro de ella, y aunque todavía era muy joven estaba dispuesta a salir adelante solo por él, y por eso hoy empezaría de nuevo las clases en la universidad, pues debía reanudar su carrera y así poder llevar las empresas de Sofía quien había dejado todo a su cargo, pero para ello debía prepararse muy bien.Se despidió de Sofía de beso en la mejilla al igual que Margarita, las dos se sentían orgullosas de como Julia estaba llevando las cosas, se está comportando como una mujer madura.Julia salió rápidamente a la puerta de la gran mansión al escuchar el claxon del carro de Ethan quien hoy también volvería clases, junto a ella, estaba dispuesto a enamorarla, y que olvidará al mal hombre que le había hecho tanto daño, del cual muy pronto esperaba que Julia tuviera la suficiente confianza para contarle quien le había hecho tanto daño.Llegaron rápi