Después de tres días intensos de acción que me los proporcionó todos mi madre, llevo ya tres días relajado, con la rutina que llevaba antes de que pasara todo esto.
No se si debo ver bien que mi madre me haya dejado en paz o temer un poco, no confio nada en ella, en cualquier momento se puede plantar en la puerta de mi casa con alguna sorpresa de las suyas. Lo que si estoy seguro que Annelien no ha salido de Lake Louise en estos días.
Como mi padre no se fiaba demasiado, y no me queria dejar solo por sea caso su mujer venía aquí mientras el estaba ausente comprando en el pueblo, bajaba con él y volviamos rapidamente.
Las miradas curiosas de los pueblerinos no faltaban, parecia que haya donde vayamos, nos seguian con la mirada, sin despegar sus ojos de nosotros, mientras cuchicheaban entre ellos.
Las conversaciones eran distintas, pero al fin y al cabo, habablan de la misma persona; yo.
Poco a poco iba sabiendo más cosas para poder ir encajando las piezas del puzle que aún están desperdigadas por quién sabe dónde.Yo nunca tengo buenas ideas, pero realmente tenemos que hacer algo, aunque yo no pudiera salir de aquí, podría ir alguien en mi lugar.—¿Puedes dejar de pensar tanto?—¿Cómo sabes que lo hacía? —mi padre no era idiota, pero si le salía con esta pregunta tan absurda ganaba tiempo.—No hay que ser muy inteligente para deducirlo, y me lo acabas de confirmar.“Me da a mí que mentirle a mi padre no da frutos.”—Ni tú vas a ir a alguna parte, ni yo voy a ir por ti —se calla un minuto para después hablar de nuevo —. Aprende a ser paciente, a veces las cosas no llegan en el momento exacto en el que las quieres —se encoje de hombros.“No sé
En cuanto pongo un pie dentro de la cabaña, mi padre sale de mi habitación rápidamente y no con buena cara.“¿Y ahora que le sucede?”Salgo a la calle no tengo paz. Entro al interior de mi vivienda y tres cuartos de lo mismo, ¿a dónde tengo que ir para estar tranquilo?—No tengo ganas de discutir —me adelanto a lo que sea que quiera decirme.—Me importan tres rábanos lo que quieras Ruud — ¿Ya está cabreado? ¡Qué rápido es! —, me vas a escuchar.—¿Y ahora qué quieres? —digo en un tono aburrido y dejándome caer en el puff frente a la butaca.—¡A mí me respetas! —su voz es dura y sin ningún ápice de que se viera relajado — ¡Niño insolente! —murmura más para sí mismo —A mí me hablas adecuadamente que
Con las maletas ya hechas y todo preparado, nos pusimos en marcha para podernos ir lo antes posible con el amigo de mi padre. Aun no estoy seguro de que esto vaya a salir bien, no sé porque Annelien sabe a la perfección donde estoy en cada momento y que estoy haciendo. No es fácil despistarla, es demasiado lista, eso no quiere decir, que nosotros no sepamos pensar en algún plan para que ella no sospechara nada.—Deja de darle vueltas a la cabeza Ruud, deja de pensar por al menos unos minutos, relájate y vive, no puedes vivir preocupado o en tensión el resto de tu vida.Él podía verlo muy fácil todo, todavía me da vueltas la cabeza por el mero hecho de que quizás me puedan pillar por haberme movido del pueblo.—Ruud —chasquea mi padre justo frente a mí para que le preste atención —. ¿Has colocado todo en su sitio? ¿Está todo list
Unos fuertes golpes hacen que abra los ojos rápidamente y los vuelva a cerrar. Ha sido mala idea, abrirlos tan rápido. Parpadeo para acostumbrarme la poca luz que entra desde fuera.Mi cuello se gira para mirar por la ventana, está oscureciendo, mis ojos bajan inconscientemente a mis manos, poco a poco se va notando que va apareciendo la piel de serpiente. Al tener la tonalidad de piel que tengo, no se camufla demasiado, no tengo ni la más remota idea de cuánto he dormido, pero creo haber recompuesto las horas de sueño que me han robado todo este tiempo, me encuentro sentado en el suelo de mi habitación con la espalda apoyada en mi cama.Me levanto perezosamente olvidándome por momentos que alguien está tocando la puerta con mucho entusiasmo. Me fijo que mi padre sigue dormido plácidamente, no le quiero despertar, pero como la persona no pare de llamar, lo va hacer.Salgo de mi habitació
Me estoy despertando y eso hace que me remueva en el asiento trasero del coche de Gerben. Siento que el automóvil no está en funcionamiento y que está parado, abro los ojos para cerciorarme de ello, y efectivamente, cuando mis ojos inspeccionan el lugar , veo que se encuentra en un aparcamiento aparcado conmigo dentro, justo en frente puedo ver una cafetería con personas dentro, solo veía movimiento, desde mi posición no se podía apreciar bien las cosas. Me quito el cinturón de seguridad y me acerco a la parte delantera para mirar por ahí, ¿qué quería ver o encontrar? A mí querido padre o a Gerben, cuando iba a mirar por los laterales, dos cabezones se asomaron por la ventanilla izquierda asustándome, eso hizo que me echara rápidamente para atrás y me diera con el respaldo de atrás. ¿Estos dos están locos o que les pasa por la cabeza? Me paso las manos
La llamada de mi hermano me habia trastocado bastante, no sabia como reaccionar. Me encontraba en cuclillas con las manos tapando toda mi cara. Los ojos los mantenia cerrados con fuerza.¿No voy a tener una vida libre? Me estoy comenzando a cansar verdaderamente de esto. Estoy cansado, agotado y no solamente fisicamente, también me repercute mucho mentalmente.Mi bombilla de ideas, esta estropeada y no funciona, no se me ocurre nada, pero, ¿voy a tener que huir de mi madre toda mi santa vida? ¡Seria agotador!Suelto un grito para desahogarme, no creo que me escuchen, estoy en el garaje, y la casa de Gerben es inmensa.Me quedo así por un rato, no quiero subir, se me está ocurriendo una locura, pero en el estado en el que se encuentra mi padre, no podemos hacerlo, además de que nos ha costado mucho salir de Louis Lake.No sé cuantos segundos, minutos o horas pasan, porque para mí, es como
Me paseo por todo el laboratorio inquieto, después de que Gerben me dijera eso, mi mente empezó a pensar y hasta ahora no para.—¿Qué coño has hecho Annelien? ¿Vas a destruir todo lo bueno que tenias? —no lo podía callar más.—No te estreses Ruud, y en vez de maldecir tanto. Hay que intentar encontrar una solución, y no quedarnos estancados.No entiendo cómo puede estar tan relajado y sin ninguna presión; y si la tiene, no se le nota en lo absoluto.—¡Cuidado! ¡Vas a romper algo, Ruud! —no me estaba dando cuenta hacia donde caminaba y por no ser por Gerben, hubiera tirado una estantería llena de tubos de ensayos, llenos de líquido de color azul y rojo. Consigo enderezarme y caminar por ese pasillo de estanterías recto para no tirar nada más, sino alguien me puede matar por estropearle su trabajo.&
El tono de llamada de mí móvil hace que me despierte, no quiero abrir los ojos, eso sería pensar en que ya empieza un nuevo día de mierda. No tengo noción de cuando me he vuelto tan negativo.El móvil sigue sonando, y me estoy hartando de escucharlo. La persona tras la línea parece ser que no desiste y piensa que voy a contestarle. Puede que lo haga, pero solamente para no escuchar el horrible sonido a estas horas de la mañana, aunque siendo sincero, no sé ni qué horas son.—¡Joder, que ya va! —hablo refiriéndome a la llamada. Mientras que me siento en la cama, abro los ojos. No quiero enfadarme tan temprano; no obstante, me lo ponen en bandeja para que lo haga.La habitación se encuentra a oscuras, menos cuando la luz parpadeante de la pantalla se hace presente. Me arrastro hasta llegar a la mesilla donde está la lámpara y el teléfono. Prim