Carmen—¡Xavier! —grité enloquecida. Mi mate está en su forma medio humana, medio lobo de Amorak. Parece haber crecido aún más en altura; debe haber luchado por horas, incansable, protegiendo a la manada y a todo lo que es querido por él.Sus ojos relampagueantes, su cabello trenzado dejando un lad
Carmen Dicen que los humanos no sienten el vínculo de mates como los lobos. ¿Pero entonces cómo explicaban lo que yo sentía ahora? ¿Cómo es posible que una simple humana sienta que el aire ya no entra en sus pulmones y que el dolor es tan insoportable que piensa que va a morir?El dolor era tan pro
AníbalAsí que… así es como se siente ser un verdadero alfa.Quizás Lucio tenía razón: debía matar a mi padre para tomar el verdadero poder del alfa. O tal vez lo que faltaba era acabar con mi verdadero enemigo, aquel que había arruinado mi vida. Xavier había matado a mi hermano, quitándole el poder
Carmen—Tanto sufrir, tanta maldad de tu parte y tanto odio hacia tu propia manada y a tu familia Carmen, para que termines exactamente donde deberías —dijo mi madre con odio.Aníbal había convocado a toda la alta jerarquía de Luna de Sangre, incluyendo, lamentablemente, a mis padres, para que tomar
Fabrizio —No puede ser… —digo aterrorizado—Gran Alfa, no puede morir —repito, espantado.—Lo siento mucho, Fabrizio —me dice Alfa Rogelio, de Sombra de la Noche. Era el primero que había logrado frenar los ataques en su manada con bastante esfuerzo. Lo encontré en el camino hacia el castillo, y tu
XavierRecuerdo que morí, o algo parecido sucedió.Aníbal me había emboscado; no debí confiar en que él tendría una pelea mano a mano conmigo, pues nunca la había tenido. Jamás se había enfrentado a mí como un alfa. Pero los que hemos sido educados con honor, con valores, jamás imaginamos que el ene
Aníbal—¿Qué me estás diciendo?——Lo que escucha, algo malo ha sucedido, el Gran Alfa…está…——¡El Gran Alfa soy yo! ——¡Alerta! ¡Intrusos!— escucho gritos de guerreros.La tierra se mueve y escucho alaridos de ataque, corro hacia la ventana y veo que están ingresando por la frontera. Son varias mana
Xavier—Quiere huir el muy desgraciado —dice Sebastián.—¿Huir? Es imposible que se me escape — La lluvia da un ambiente tenebroso a esta batalla, tengo mis ojos fijados en Aníbal, quien arrastra a la madre de Carmen, Iliana, mientras tiene a su lado a otro alfa gigantesco que parece un pordiosero.