Fabrizio—Esto me da muy mala espina —señalaba Alaric en cuanto nos acercábamos a la gran casa de Valerius. Yo debía confesar que estaba bastante curioso; era uno de los vampiros más antiguos y más poderosos, y no todo el mundo sabía dónde vivía. Nos dieron la información cuando confirmamos nuestra
Marina—Supongo que demasiado tranquilos la habíamos pasado; algo tenía que suceder —decía Bruno refunfuñando mientras íbamos caminando por unos matorrales cerca de un lago, más allá en los territorios de Su Majestad.—Tuvimos nuestros buenos momentos, ¿no es cierto? Pero el deber llama —decía yo ri
Fabrizio—¿Mi sangre?— Alaric se levanta de su silla rápidamente. Estamos en posición de defensa, excepto Valerius, que parece tranquilo, como si leyera el periódico matutino.—Su sangre, prometer una revisión de los territorios y…——¿Para qué quiere alimentarse de su sangre? —pregunta Amelia.—No l
Marina—¡Cuidado! ——¿Pero qué en el nombre de la diosa…? —susurra Bruno, quien se coloca frente a mí.La bestia aparece saliendo de entre los árboles, algunos los rompe como si no fuera nada mientras avanza hacia nosotros, dejándose ver claramente. Si las conclusiones de Fabrizio son ciertas, no me
Alaric—La hija de alfa Duran es fuerte y muy hermosa, de excelente familia. También la hija de alfa Igor es joven…— Freya me actualiza sobre temas importantes, entre ellos, lamentablemente, mi negociación con los alfas de tomar alguna de sus hijas como mate.—Ninguna de ellas está preparada para se
CarmenNecesitamos entrenar, eso era cada vez más claro. Era vital poder utilizar nuestras fuerzas y empezar a probar cómo funcionaríamos juntos, por lo que le pedimos ayuda a alfa Durán. —Podremos probar con uno de mis guerreros más fuertes —dijo alfa Durán, llamando a sus hombres, curioso de vern
Xavier¡Teníamos que habernos ido antes, yo lo sabía! Había demasiada calma. Había pasado las noches más deliciosas y fascinantes con mi mate, y ahora iba a pagar caro por las malas decisiones que habíamos tomado. Sabía que algo malo se acercaba, pero jamás pudimos imaginar esto.Ahora estaba en med
FabrizioEl rey había dado su sangre luego de mucho quejarse, el saldo estaba pagado. Con nosotros venían cien vampiros de Valerius, y el resto llegaría al castillo en las próximas horas.Alaric había quedado con la mano adolorida, un pacto de sangre no era cualquier cosa, y yo lo sabía. Pero entre