Aníbal Debo reconocer que la m*****a manada era perfecta, si no fuera por su gente cordial o por su poderío en construcción y grandeza de cualquier tipo, era porque, simple y llanamente, todo el mundo parecía estar contentos.En Luna de sangre, todos querían más, todo el tiempo me pedían más cambio
Xavier —Todo está saliendo a la perfección, y ella está cada vez más feliz——Sin duda le sienta muy bien la manada a ella, Alfa —me decía Julia mientras la veía dando órdenes para el próximo festejo. Todas las noches había alguna celebración. Yo quería que Carmen se sintiera a gusto y pudiera ir co
Esa noche la celebración era porque yo había ganado el desafío. Bruno habló durante mucho tiempo frente a toda la manada contando todo lo que había pasado y a lo que yo me había tenido que enfrentar mientras mi mate y yo nos reíamos.—¡Que hable el Alfa! —gritaba la gente. Yo me levanté y todos apl
Carmen Yo sentía como si tuviera años en Colmillos blancos. En vez de preocuparme o sentirme perdida por estar en un lugar nuevo y desconocido, me parecía que un poco más de tiempo y lo conocería como la palma de mi mano. En esta manada me habían tratado mejor que mi propia familia. Había conocido
—Oh... es lo que Julia colocó en mi equipaje y, como dijiste, que íbamos a un lago...——Sí, claro, Julia quiere matarme de un infarto... —susurró él.—¿Cómo?——No, nada, mi mate. Mejor es que te coloques algo un poco más abrigado —dijo. —Está bien…— y volví al baño. Me pareció haberlo escuchado qu
CarmenNo sé cuánto tiempo ha pasado cuando veo que la luz de la superficie se va alejando cada vez más, y solo hay un azul oscuro y frío que me congela hasta los huesos. Suelto mi última bocanada de aire y pienso, en muy pocos segundos… que necesito verlo a él, aunque sea una vez más antes de que
—Por la diosa te amo con todo mi ser— dice y yo me inclino para besarlo. Él responde rápidamente y sus manos van por mi espalda y mi cabello.—Estás helada, mi mate… mi preciosa Carmen —dice preocupado, mientras sus manos van quemando por donde pasan.—Te sientes tan cálido —digo yo, pegada a su cue
XavierHabía pasado de la mayor y más oscura preocupación, de las ganas de meterme en el lago y quedarme ahí para siempre con ella si algo le pasaba, a la locura y el mayor éxtasis.Por si fuera poco, me había dicho que me amaba, yo la adoraba con todo mi ser… pero ella me dijo que me amaba. Yo tení