Carmen A los días, Aníbal ha mejorado solo un poco y sus quemaduras ya no son tan graves, pero, con todo y eso, simplemente no termina de levantarse, y los médicos siguen igual de perdidos. ¿Cómo había sucedido todo esto? Yo poco me había encontrado a esa loba; ella parecía aparecer y desaparecer
—¡Es que acá ustedes quieren acabar con Luna de sangre, quieren extinguirnos! ¿Qué le hiciste a Aníbal? —preguntaba mi hermano de forma dramática. —¡Ni una palabra más! —gritaba Freya, imponiéndose, y él tenía que callarse. Veía que lo llamaban a una reunión privada, y no me dejaron entrar. Me qu
Fabrizio Sabía que la decisión que había tomado no había sido fácil, pero era peor si yo me quedaba sentado de brazos cruzados sin actuar. La historia tenía la mala propiedad de repetirse continuamente, queramos o no, y ya yo había vivido demasiadas guerras y hambrunas; había visto morir a tanta
Fabrizio Llegue buscando oro y no sé ni que encontré. Esto es peor de lo que pensaba. Mi objetivo era tener alguna noticia de dónde podría estar el enemigo de Su Majestad, pero al parecer me había encontrado con lo que parecía ser un ataque programándose. —Dicen que quiere ir contra el rey y qu
—Marina... — me susurró Henry con expresión aterrada. —Tenemos que alertarles... — —Tenemos que irnos cuanto antes— le decía a Henry y poco a poco salíamos de ahí, veíamos cada vez más emoción e intentábamos pasar desapercibidos, cuando éramos interrumpidos. —¿Quiénes son ustedes? ¿A dónde van?
Xavier —Te estaba buscando, necesitaba tanto verte cariño… — le decía. Sentía que habían pasado muchos días desde que habíamos estado juntos. Se suponía que yo había ganado el desafío, pero con todo y eso, Aníbal se había salido con la suya, de una manera u otra. Él tenía a mi mate a su lado, y
— Es el vínculo... cariño... el vínculo nos gobierna, nos hace hacer cosas, no pensamos. No deseo estar un segundo sin ti…juro que quería entrar a la enfermería y tirar las paredes. No podía pasar un segundo más sin verte— digo, sus manos van a mi pecho desnudo, tocando, presionando, por mis hombros
Carmen Yo había sido la chica escondida, excluida del mundo. Alejada de todos, que sufría maltratos y en el mejor de los casos, la gente ni sabía que existía. Y ahora, estaba aquí, casi desnuda, en los brazos de este poderoso Alfa, mientras gemía sin poder evitarlo y él me tocaba y tomaba como n