— ¿Violín? Interesante—digo. — Algo me dice que la futura Luna debe haber pasado por cosas horribles... es decir, ¿estas son sus pertenencias? —decía él viéndolo todo angustiado. — Algo es algo... — digo yo. Cuando salimos del bar veo que hay algunos prisioneros a quienes están interrogando y yo
Carmen —Sí señorita... el Alfa es su mate, el otro también... y no puede tener a los dos... por lo que para que pueda decidirse por alguno… tiene que apsar tiempo con ellos. Dormir con ellos— explica la mujer loba y yo me quedo en shock. Había pasado la noche anterior en el cuarto de Marina, ahí
—¿De v-verdad?— —Así es... pronto estará listo— dice él y yo sonrío. —G-gracias... de verdad— Y esas simples palabras parecen hacerlo muy feliz. A la tarde fui al médico y me enviaron varias vitaminas y una dieta que Xavier se empeñó en que comenzara ahora mismo, la que incluía mucha más comida
Aníbal Temía que todo estuviera perdido. Toda esta disputa era una tontería, ¡no iba a poder ganar! — Nada de esto hubiese sucedido si no hubieses rechazado a nuestra mate — decía mi lobo Axel, molestando siempre. — No es momento de reproches...— — ¡Pero lo es! ¡No piensas con la cabeza! Solo
— No, ella será mía. Yo lucharé por ella— — ¿Has perdido completamente la cabeza, muchacho? Realmente siempre has sido un hijo estúpido...— — ¿No lo entiendes, padre? ¿Y si ella es la de la profecía? — digo, y por un momento él se queda pensando. — No… no es posible que ella no salve, ella va a
Carmen Había momentos en el día en que tenía que pellizcarme para saber que lo que me estaba ocurriendo era de verdad, este era mi realidad, un poco extraña y disparatada. Pero era mejor que lo que yo experimentaba en la manada. Xavier me había besado, me había provocado las más deliciosas sensac
Pero el mundo sigue. —Aquí tengo la lista definitiva de los exámenes que tiene que hacerse Carmen, hablaré con Freya para que actuemos lo más rápido que podamos, mientras sea antes mejor— explica la doctora y yo me siento ansiosa. Jamás he notado nada raro en mi corazón y en mi salud, más bien c
Fabrizio —Es preferible tenerlo aquí adentro para que podamos vigilar lo que sucede —dice el rey. —Sí, pero él la maltrató a ella. No es seguro para nadie que él esté aquí —dice Marina, y yo la apoyo. —Alfa Xavier también se ha comportado de forma descontrolada en diversas ocasiones —dice el rey