[León Hernández]Cuando salimos del edificio de CarSo, Lucía y yo fuimos directo a la casa. Le pedí al chofer que me llevará hasta San Juan lo más rápido que pudiera. No imagino lo que mi madre y mi abuela sintieron cuando las desalojaron de la casa. Debí haber estado con ellas. Aprieto los puños. Cierro los ojos. La imagen de Ximena no se me borra de la mente, estoy seguro de que vio el beso que Lucía me dio, no supe que hacer en ese instante, me tomó desprevenido. Como le explicaré que Lucía y yo ya no tenemos nada que ver. Abro los ojos y la veo a un lado mío, ella me mira.—¿Cómo es que te has convertido en todo esto León? ¿Ahora hasta tienes chofer? —pregunta haciendo muecas de sorpresa.—Es una historia muy larga, mi padre al parecer era una persona con mucho dinero, me dejo todo lo que tenía —le explico, ella abre los ojos, luego comienza a jugar un poco con sus dedos.—León, sobre la última vez que hablamos quiero que sepas que me siento muy avergonzada de las cosas que te dij
[Ximena Carbajal]Han pasado ya cuatro días desde la última vez que vi a León, lo último que supe es que trajo a su familia para que pudieran operar a su abuela, esa es la razón por la que no se ha presentado en la empresa. Las cosas por allá han ido bien, sin él me siento como más ligera, menos tensa, cuando él está siento ganas de saber que hace, donde esta, como se siente, necesidad de estar con él. “¡Ay no Ximena!” se supone que no debería estar pensando esas cosas sobre él. No me puedo enamorar de León, menos cuando vi con mis propios ojos como beso a otra mujer. Esto no esta bien y necesito olvidarme de él por completo, tratar de no pensar en él. Me concentro en disfrutar de lo que estoy comiendo, tomo mi copa de agua y bebo, miro a mi familia quien platica alegremente, trato de tomar el hilo a su conversación ya que por estar ensimismada en mis pensamientos no sé de qué hablan.—¿Oye papá has sabido algo de León? —arqueo una ceja y tuerzo mi boca al escuchar su nombre, como es
[Ximena Carbajal]Lo tenía frente a mí. Esa mirada intensa y pasional con la que siempre me mira, me descompone por completo flaqueando mis piernas, pero él no puede ver lo que me provoca con su presencia.Respiro.Una vez que mi hermana y mi madre se han ido me animo a preguntar —¿de que quieres hablar? —no puedo evitar que mi mirada vaya a parar a sus labios, mientras siento un hueco en mi estomago lleno de algo que revolotea dentro ¿mariposas? No puede estarme pasando esto, ¿Por qué León tiene que ser tan irresistible para mí?Clava su mirada en mí mientras se acerca, yo lo veo fijamente mientras mi respiración se acelera.—Lucía no es mi novia —suelta en seco. La imagen de aquel beso que ella le dio viene a mi mente haciendo que de pronto mi sangre hierva, me niego aceptar que se el por que estoy teniendo esta reacción, ¿celos?—¿Por qué me lo dices? —le pregunto alzando la barbilla.—Ella es mi exnovia, terminamos antes de que viniera a Monteverde —habla nuevamente.—Y ahora se e
[León Hernández]Me sentía impotente con la situación de Ximena, Lucía y mi madre. Por una parte, Ximena me estaba pidiendo que Lucía no viva en esta casa, entiendo su punto, pero es que prometí que la ayudaría, así como ella ayudo a mi familia cuando se quedaron en la calle. Por otra parte, mi madre odia a la mamá de Ximena, dice que sus hijas deben ser igual que su madre, que ni se me ocurra confiar en ellas. Hundo mi rostro en las manos mientras reposo los codos en mis piernas.Alguien toca a la puerta —pase —abre la puerta de mi habitación y veo a mi madre que entra —hola, mamá, ¿ya te sientes mejor? —le pregunto mientras me pongo de pie dándole la mano para que se siente en la cama —si hijito, ya me siento mejor, gracias a Lucy que me preparo un té de tila.Me siento a su lado.—Me alegra mamá.—Hijito quiero hablar contigo sobre algo que me comento Lucy, ¿es verdad que le dijiste que ya conociste a alguien? He sido testigo de todo el tiempo que estuviste enamorado de ella, desde
Tome los documentos que Ximena me dejo antes de salir de la oficina, los leí, trate de entenderlos lo único que llamo mi atención fue que el nombre de Tadeo Peralta estaba en ellos, ver ese nombre me revolvió el estómago, ese hombre le hizo mucho daño a Ximena y la empresa aún sigue teniendo relación con él. Me sacudo el cabello con enfado, respiro profundo, hay cosas de Ximena que no entiendo, quisiera hacerlo, quisiera saber que es lo que piensa, que es lo que siente por mí ya que lo que demuestra es sólo un juego, esto me mantiene inquieto. Lucía entra con los ojos humedecidos, frunzo el ceño. —¿Qué pasa? —le pregunto preocupado. Atrás de ella entra también Martha, la noto nerviosa. —Ella, Ximena Carbajal, apenas salió de la oficina y comenzó a hacerme preguntas, lo primero que me pregunto fue que es lo que estaba haciendo aquí, le dije que trabajaría con Martha como tu asistente personal en lo que aprendía como manejar tu agenda, ella me estuvo pidiendo algunas cosas como ponié
[Ximena Carbajal]—Disfrutas haciéndome sufrir mientras le coqueteas a otros? —dice de pronto con expresión gélida, me toma por sorpresa la fuerza con la que me atrae hacía su cuerpo. Debo admitir que me encanta la manera en la que el me hace sentir suya, es como un imán atrayente, cuando estoy con él, es como si no existiera nada más, me hundo en su mirada hipnotizante, es muy difícil no caer en sus encantos. Carraspeo, estoy dispuesta a hacerle ver que esa niña que tiene viviendo en su casa no le conviene.—¿Acaso quieres que espere hasta que estes disponible? —le reclamo de manera desafiante, el agudiza su mirada, me muerdo el labio veo como el me mira fijamente, hace que todo mi cuerpo se erice al recibir esa mirada felina que siempre me dirige. “Santo Dios, ¿Por qué León me hace sentir de esta manera?”Baja la mirada. Después la alza de nuevo, hay un aura de silencio, un ambiente tensante entre nosotros.—Dime que sientes por mí —suelta de pronto mientras me atraviesa con su mira
[Ximena Carbajal]—Señorita Ximena, buenas tardes, pase, enseguida le aviso al joven León que está aquí —me dice la ama de llaves de la casa del tío Eugenio. Sonrío.—No te preocupes María, en realidad he venido a visitar a Samuel —le respondo con una sonrisa pícara.Apenas pasa un instante y él aparece frente a nosotras.—¡Güerita de fuego! Perdón Ximena, pensé que no vendrías —exclama Samuel con emoción al mismo tiempo que me da un beso en la mejilla mientras María se retira hacía el interior de la casa.—¿Por qué no vendría a cenar aquí a esta casa? —le pregunto con un toque de inocencia.—Bueno ya vez como es la mamá de León, pero estoy seguro de que cuando le platique que gracias a ti me han contratado como el mecánico oficial del mismito Pascal Ferretti, la señora Hortensia, verá que tu eres una mujer maravillosa, al igual como te veo yo.No puedo evitar sonrojarme, al mismo tiempo que siento ternura por Samuel.—Gracias por ayudarme, lo que quiero es que la madre de León vea qu
He estado pensando que tal vez hay personas que nacimos para estar solas, esa es la señal que me ha dado el universo, desde niña pensé siempre que algún día conocería a un hombre que me dejará encantada con su porte y caballerosidad, que fuera lindo y me consintiera como a una princesa. Me obsesioné cuando pensé que ese hombre era Tadeo, pero mi decepción fue mayor cuando todo ese sueño se vino abajo el día de nuestra boda. Con León no tenía tantas expectativas, pero llegué a sentir como nunca lo había hecho con alguien a pesar de que sólo fueron unos cuantos besos. Besos que llevo tatuados en mi ser.Escuchó como alguien toca a la puerta y la abre.—¿Hoy tampoco irás al trabajo Ximena? —es mi madre, me pongo las sábanas hasta la cabeza y me acurruco en mi cama, niego desde dentro de mi pequeño refugio —¿de verdad estás enferma hija o es por otra cosa? Sabes que aquí esta mamá para escucharte.Muerdo mi labio.—Estoy bien así mamá, sólo necesito un descanso, unos días antes del desfil