Rubí volvió a preguntar airada ya—¿Dónde dejo mi ropa comandante?, debo lavarlaIván, sin dejar de observarla, hablo con delicadeza algo inusual en Él—Hay flores como usted Rubí, que uno jamás dejaría de contemplar —esas palabras la dejaron sin habla, pues pensaba que algo andaba mal con la mente de ese hombre, pero reacciono diciendo—Por favor comandante, debo lavar el uniforme —Iván se levantó caminando hacia ella, que se puso muy nerviosa por la cercanía de ese hombre corpulento, pero dio vuelta y al llegar a la entrada del baño saco un paquete de ropa envuelto en otra tela se la iba a entregar cuando le hablo—Rubí, antes de entregarle esto, quiero que me escuche lo que le voy a decir y reflexione mis palabras —Ella solo lo observó muy intrigada, pero lo miró con atención para escucharlo, creyendo que a lo mejor eran órdenes pronunciadas por Él y el comandante sin dejar de mirarla dijo“Hay fuerzas que llegan de la nada y momentos sin pensarlosHay sabores que quedan en la mente
En Moscú, donde estaba la principal empresa de Pétrov, estaban Mijaíl y Dominik en la oficina con la puerta cerrada, demostrándose su amor por medio de besos profundos y sus manos acariciando sus cuerpos. Los empleados estaban enterados de su inmenso amor, por eso no existían murmuraciones ni críticas sobre ellos, entre caricias Dominik hablaba con su novio—Mi amor eres lo mejor que me ha pasado, bendigo el día en que aceptaste ser mi novio, te adoro, lo eres todo para mí —Mijaíl en los brazos de Dominik se sentía amado con todo el corazón, sentía que era más de lo que había sentido por Alexander musitó acalorado y ansioso—Te amo Dominik, llegaste a mi vida en el mejor momento, no quiero que jamás te vayas de mi lado, moriría por tu amor, te necesito como si fueras el aire para vivir mi amorDominik le respondió por intermedio de sus besos, haciéndolos más calientes, con más lujuria, con más amor, sus manos de a poco aflojaban botón a botón de su camisa, su corbata dejando el pecho d
La francotiradora llamada Katta de reojo miraba los entrenamientos de Rubí, pues estaba justo en un punto estratégico donde su comandante no la podía ver, le chocaba verlo, sonreírle a ella, la atención que le prestaba a esa mujer debilucha como le decía la curiosa enojadaEra tal la furia y envidia que le tenía que apuntar para herirla y hacer pasar como si fuera un accidente, Rubí había agarrado de nuevo la bola de acero para volver a lanzarla con todas sus fuerzas cuando tropezó un poco y se hizo a un lado justo cuando la envidiosa de Katta apretó el gatillo y la bala rozo a quién no debía que solo gruño del dolor y atisbo entrecerrando sus ojos para darse cuenta de qué sitio salió el disparo y sus ojos conectaron con los de Katta y Él solo dijo furioso—Maldita sea, m****a, pero esta me la paga la puta esa —Rubí solo lo vio retroceder y una mancha de sangre en su hombro y se preocupó diciendo—Mi comandante está usted herido, ¿pero cómo? No escuche ningún disparo —observó a todos l
Rubí se vistió y se quedó acostada unos momentos en su cama recordando lo que sucedió, los labios llenos de lujuria del comandante acariciando los suyos, ese beso tan candente que la hizo estremecer algo que solo había sentido con AlexanderY lo que le confesó «estoy enamorado de usted», esas palabras removieron su mundo cerro los ojos y observaba como si fuera en ese momento que estuviera sucediendo, la mirada amorosa de Alexander, sus caricias delicadas cuando tomo su pureza, sus besos llenos de ardor de lujuria de amor cuando de pronto todo cambio y vio al comandante que la miraba con esos mismos ojos enamorados, su beso tan candente y lo que la atrapo contra la pared para que sienta su cuerpo bien trabajado y su alientoAbrió los ojos, sorprendida de lo que estaba sintiendo, pero se dijo—No… todavía amo a Alexander, tengo la esperanza de que recobre la memoria y recuerde nuestro gran amor y desprecie a esa m*****a víbora desgraciadaCon esa determinación se levantó y se encaminó h
Lika se preparaba para visitar al ginecólogo, estaba muy contenta, Alexander estaba listo para ir a sus negocios, pero quiso desayunar con ella, ambos conversaban, hacían planes de donde estaría la habitación del bebé, que si compraban la cuna más lujosa, que la nana y muchas cosas más, estaban tan ilusionados que Él habló feliz. —Quiero que en los exámenes salga positivo, mi amor, qué ilusión tengo, un hijo contigo, mi amor, que felicidad —y ella contestaba ansiosa —Alexander, estoy tan entusiasmada que no sé qué hacer, si ser feliz, si llorar de emoción, ay, Dios, estoy que no entro en mí misma amor Él se levantó de la mesa para abrazarla todo cariñoso, lamió el lóbulo de su oreja susurrando —Tantas veces hemos hecho el amor con tanto ímpetu y deseo que sea justo que tengamos este bello regalo —acariciaba el vientre de Lika mientras lo decía. Se besaron para despedirse mientras Alexander iba muy feliz a sus negocios, Lika subía al auto rumbo al ginecólogo, iba soñando de cómo ser
Iván salió para irse a su cabaña, al entrar recordó la hermosa visión del cuerpo divino de Rubí, pero Él estaba enamorado, no solo era atracción física, sentía por ella lo que con ninguna, un pensamiento cruzo por su mente y hablo. —Le voy a escribir una misiva, la dejaré bajo su puerta y mañana sabré su reacción, trataré de no presionarla y me perdone mi estupidez, se sentó en su escritorio, busco papel y su mente comenzó a sacar palabras de amor y plasmar allí lo que siente por ella Cuando termino la dejo un momento encima de la mesa se dijo —Más tarde la voy a dejar, ojalá su corazón se agite con mis palabras, quisiera que olvidara a ese tal Alexander, parece que lo amó con locura porque a pesar de que la traiciono lo sigue amando y yo quiero romper ese lazo entre ellos Encendió la televisión por cable y una noticia le llamo la atención, pues a un empresario lo habían herido de gravedad y hablaba su esposa Lika, reconoció el apellido Pétrov, era ese hombre al que Rubí tanto amab
En el campo de entrenamiento amanecía recibiendo a un Iván adormilado porque no pudo dormir bien, pensando en la chiquilla hermosa que se había adueñado de su corazón y con la esperanza de que aquella misiva llena de palabras de amor removieran en algo su cerrado amor para con el otro hombre a lo que susurro. —Alexander, ojalá ella llegue a odiarte, ojalá no la recuerdes nunca, la quiero para mí, la amo y voy a ganarme su corazón para que tú te quedes en el pasado Se levantó para vestirse e ir a desayunar, anhelaba ese momento, pues allí estaría ella junto a Él, para sentir su aroma de mujer que le encantaba, que llenaba sus fosas nasales con agrado y su cercanía. Rubí estaba en las mismas, pues esa carta le había impactado, esas dulces palabras, le demostraba que el comandante estaba perdidamente enamorado de ella, pues fue capaz de matar por ella, desapareció a esa mujer que casi la mata, se levantó e inhalo profundo, pues iba al comedor donde Él estaría junto a ella, camino despu
Alexander ingresa el código, algo que no olvido para nada, al entrar a esas carpetas había una que llevaba de título “Jessa”, le extraño ver ese nombre, pero finalmente decidido la abrió y observo a la misma mujer que lloraba diciendo que le había prometido casarse con ella. Allí estaba sonriendo con ella en el mall junto a Mijaíl, los dos juntos divirtiéndose, besándose, abrazándose, demostrándose amor, cerraba sus ojos tratando de recordar, pero nada, lo que le asombraba era que Él se veía muy feliz con ella como si estuviera muy enamorado de ella. En otras las fotos fueron tomadas en su casa, en la cocina, abrazándose, acostados en la sala, mirando televisión y siempre Mijaíl junto con ellos, hasta que un video le llamo la atención, lo puso para ver y escuchar. En ese video Él la besaba y decía que era el amor de su vida, que nunca la iba a dejar, que la amaba como a nadie y le agradecía que le diera su regalo más preciado, que era su virginidad y ella le decía muy enamorada te a