La francotiradora llamada Katta de reojo miraba los entrenamientos de Rubí, pues estaba justo en un punto estratégico donde su comandante no la podía ver, le chocaba verlo, sonreírle a ella, la atención que le prestaba a esa mujer debilucha como le decía la curiosa enojadaEra tal la furia y envidia que le tenía que apuntar para herirla y hacer pasar como si fuera un accidente, Rubí había agarrado de nuevo la bola de acero para volver a lanzarla con todas sus fuerzas cuando tropezó un poco y se hizo a un lado justo cuando la envidiosa de Katta apretó el gatillo y la bala rozo a quién no debía que solo gruño del dolor y atisbo entrecerrando sus ojos para darse cuenta de qué sitio salió el disparo y sus ojos conectaron con los de Katta y Él solo dijo furioso—Maldita sea, m****a, pero esta me la paga la puta esa —Rubí solo lo vio retroceder y una mancha de sangre en su hombro y se preocupó diciendo—Mi comandante está usted herido, ¿pero cómo? No escuche ningún disparo —observó a todos l
Rubí se vistió y se quedó acostada unos momentos en su cama recordando lo que sucedió, los labios llenos de lujuria del comandante acariciando los suyos, ese beso tan candente que la hizo estremecer algo que solo había sentido con AlexanderY lo que le confesó «estoy enamorado de usted», esas palabras removieron su mundo cerro los ojos y observaba como si fuera en ese momento que estuviera sucediendo, la mirada amorosa de Alexander, sus caricias delicadas cuando tomo su pureza, sus besos llenos de ardor de lujuria de amor cuando de pronto todo cambio y vio al comandante que la miraba con esos mismos ojos enamorados, su beso tan candente y lo que la atrapo contra la pared para que sienta su cuerpo bien trabajado y su alientoAbrió los ojos, sorprendida de lo que estaba sintiendo, pero se dijo—No… todavía amo a Alexander, tengo la esperanza de que recobre la memoria y recuerde nuestro gran amor y desprecie a esa m*****a víbora desgraciadaCon esa determinación se levantó y se encaminó h
Lika se preparaba para visitar al ginecólogo, estaba muy contenta, Alexander estaba listo para ir a sus negocios, pero quiso desayunar con ella, ambos conversaban, hacían planes de donde estaría la habitación del bebé, que si compraban la cuna más lujosa, que la nana y muchas cosas más, estaban tan ilusionados que Él habló feliz. —Quiero que en los exámenes salga positivo, mi amor, qué ilusión tengo, un hijo contigo, mi amor, que felicidad —y ella contestaba ansiosa —Alexander, estoy tan entusiasmada que no sé qué hacer, si ser feliz, si llorar de emoción, ay, Dios, estoy que no entro en mí misma amor Él se levantó de la mesa para abrazarla todo cariñoso, lamió el lóbulo de su oreja susurrando —Tantas veces hemos hecho el amor con tanto ímpetu y deseo que sea justo que tengamos este bello regalo —acariciaba el vientre de Lika mientras lo decía. Se besaron para despedirse mientras Alexander iba muy feliz a sus negocios, Lika subía al auto rumbo al ginecólogo, iba soñando de cómo ser
Iván salió para irse a su cabaña, al entrar recordó la hermosa visión del cuerpo divino de Rubí, pero Él estaba enamorado, no solo era atracción física, sentía por ella lo que con ninguna, un pensamiento cruzo por su mente y hablo. —Le voy a escribir una misiva, la dejaré bajo su puerta y mañana sabré su reacción, trataré de no presionarla y me perdone mi estupidez, se sentó en su escritorio, busco papel y su mente comenzó a sacar palabras de amor y plasmar allí lo que siente por ella Cuando termino la dejo un momento encima de la mesa se dijo —Más tarde la voy a dejar, ojalá su corazón se agite con mis palabras, quisiera que olvidara a ese tal Alexander, parece que lo amó con locura porque a pesar de que la traiciono lo sigue amando y yo quiero romper ese lazo entre ellos Encendió la televisión por cable y una noticia le llamo la atención, pues a un empresario lo habían herido de gravedad y hablaba su esposa Lika, reconoció el apellido Pétrov, era ese hombre al que Rubí tanto amab
En el campo de entrenamiento amanecía recibiendo a un Iván adormilado porque no pudo dormir bien, pensando en la chiquilla hermosa que se había adueñado de su corazón y con la esperanza de que aquella misiva llena de palabras de amor removieran en algo su cerrado amor para con el otro hombre a lo que susurro. —Alexander, ojalá ella llegue a odiarte, ojalá no la recuerdes nunca, la quiero para mí, la amo y voy a ganarme su corazón para que tú te quedes en el pasado Se levantó para vestirse e ir a desayunar, anhelaba ese momento, pues allí estaría ella junto a Él, para sentir su aroma de mujer que le encantaba, que llenaba sus fosas nasales con agrado y su cercanía. Rubí estaba en las mismas, pues esa carta le había impactado, esas dulces palabras, le demostraba que el comandante estaba perdidamente enamorado de ella, pues fue capaz de matar por ella, desapareció a esa mujer que casi la mata, se levantó e inhalo profundo, pues iba al comedor donde Él estaría junto a ella, camino despu
Alexander ingresa el código, algo que no olvido para nada, al entrar a esas carpetas había una que llevaba de título “Jessa”, le extraño ver ese nombre, pero finalmente decidido la abrió y observo a la misma mujer que lloraba diciendo que le había prometido casarse con ella. Allí estaba sonriendo con ella en el mall junto a Mijaíl, los dos juntos divirtiéndose, besándose, abrazándose, demostrándose amor, cerraba sus ojos tratando de recordar, pero nada, lo que le asombraba era que Él se veía muy feliz con ella como si estuviera muy enamorado de ella. En otras las fotos fueron tomadas en su casa, en la cocina, abrazándose, acostados en la sala, mirando televisión y siempre Mijaíl junto con ellos, hasta que un video le llamo la atención, lo puso para ver y escuchar. En ese video Él la besaba y decía que era el amor de su vida, que nunca la iba a dejar, que la amaba como a nadie y le agradecía que le diera su regalo más preciado, que era su virginidad y ella le decía muy enamorada te a
Los tres amigos ingresaron a la academia de ballet de propiedad de Dominik, pasaron por algunas aulas hasta que llegaron a una que estaba solitaria y bien acondicionada, Mijaíl se sentó para observar todo mientras Jessa se ponía la vestimenta adecuada para ejercitarse. Dominik estaba ya preparado, le comunico que Él personalmente iba a entrenarla porque deseaba que en menos tiempos se perfeccione, comenzaron con el calentamiento en las barras, ella lo hacía tan natural que más parecía una ninfa hermosa. Para el ruso balletista era un beneplácito tenerla ejercitándose allí, pusieron unas melodías y Jessa bailaba tan natural, le llevaba el son a Dominik, casi tres horas estuvieron allí hasta que aviso que debían parar e ir a ducharse. Jessa se fue y Dominik se acercó a su amado novio Mijaíl diciendo contento —Mi amor Jessa es una mina de oro, ni siquiera es un diamante en bruto, es uno muy pulido y que vale millones, esto va a ser muy rápido —Eso me di cuenta amor, debo planear el v
Alexander cuando amaneció se levantó muy despacio para no despertar a su esposa, había soñado de nuevo con esa linda chiquilla, en su cabeza revoloteaba las palabras de su mejor amigo Mijaíl, «recuerda, ella te ama y tú a ella, te casaste con el enemigo». Fue a ducharse, los recuerdos vividos del video lo inundaban de que le hacía el amor a esa linda mujercita, que le decía que la amaba y ella se lo decía a Él y más que todo ese día en que ella lloró gritándole que lo amaba y que la recordara. Golpeo la pared con fuerza diciendo —Maldita sea algo está pasando aquí, Mijaíl no me engañaría, jamás nunca me ha mentido, por Dios quiero saber la verdad de todo, m****a de mente que tengo, debo recordar cómo dijo Mijaíl, ¿pero cómo? ¿Cómo? Salió, se vistió para irse al local donde supuestamente fue la recepción, ni siquiera llamo a su esposa, solo le dejo un simple papel indicando que se iba a sus empresas y que regresaría un poco tarde. Subió a su auto, se fue sin chofer, quería hacer la