En los barrios bajos de Queens, vive una familia muy modesta, el padre trabaja de fontanero, la madre de lavandera y su única hija es el soporte de esta familia, la goma que los une, el amor filial que sostiene el núcleo familiar, sus padres luchan por subsistir en su entorno lleno de malvivientes, de pandillas, de dolor y muerte, tratando de cuidar a su hija de toda esa lacra, trabajando de sol a sol para darle una vida algo cómoda a Jessa Marggui, una chiquilla llena de sueños de inocencia, una bella jovencita sin prejuicios, sin maldad, eso le habían inculcado a pesar de tener amigos de familia de delincuentes estos ayudaban a cuidarla era su hermanita menor para ellos, algunos robaban y le daban monedas para que guarde y ahorre para cumplir su más caro sueño: ser bailarina.
Nadie se burlaba de su sueño, sus padres vivían agradecidos de sus vecinos que les ayudaban a cuidarla, ir a la escuela era un espectáculo, iba rodeada de muchos de esos pandilleros, que la dejaban y amenazaban que nadie la toque o se atendrían a las consecuencias, fue creciendo hasta que le toco ir a la secundaria pública, nunca estaba sola, por eso nadie se atrevía a molestarla por nada, tenía amistades en la secundaria, luego en la preparatoria lo mismo, era su vida una rutina divertida para ella, siempre tenía con quién jugar, era feliz.
Pero una noche se escuchó una balacera intensa afuera de la casa, ella estaba en el patio tendiendo su ropa, cuando vio que algo cayó dentro del patio, se veía un bulto que se movía, se acercó a observar y se dio cuenta de que era un hombre herido que se quejaba muy bajito, miró a todos lados y no había nadie, el hombre solo la miró y susurro
—Ayúdame por… favor —Jessa lo ayudó a pararse y juntos caminaron hacia la parte de atrás donde ella jugaba con sus juguetes, el hombre se doblaba por el dolor, pero ella trataba de sostenerlo, en un sofá roído lo sentó. Él tenía su mano tapándose la herida en el abdomen, sangraba profusamente, Jessa había aprendido con sus amigos primeros auxilios y sabía cómo sacar una bala y suturar, pero le hacían falta los antibióticos y desinflamatorios, le dijo que no haga ruido que iba a conseguirlos y lo curaría al regreso.
Salió al patio y llamo a su pequeño vecino Jorge, un puertorriqueño y pidió
—Jorge, por favor, tengo una emergencia, necesito antibióticos muy fuertes y desinflamatorios como los que le dieron a tu tío cuando lo hirieron de bala, ¿te acuerdas cuáles son?
Jorge recordó los nombres y solo le pidió que le espere que los conseguiría en 10 minutos, se fue mientras ella esperaba temerosa de que regresen sus padres, pero justo ese día se quedaron a una reunión en su trabajo, dando tiempo para que su hija ayude y salve al desconocido herido
El chico regreso trayendo todo y se lo entrego diciendo que no le debe nada, a lo cual Jessa agradeció, entro llevando también alcohol, gasa, un cuchillo, vendas, aguja e hilo y pastillas para la fiebre, lo encontró desmayado, pero se apresuró a taparle la boca con un trapo limpio, desinfecto el cuchillo y muy despacio lo enterró en la herida buscando la bala, el hombre despertó al sentir el intenso dolor y escucho
—Por favor no grite, le voy a sacar la bala, tengo todo para desinfectarlo y curarlo, soporte el dolor hasta que le saque la bala, por favor —el hombre comprendió, se tapó la boca y gritaba del dolor hasta que le saco la bala, le limpio bien, le suturo la herida lo tapo con la gasa y las vendas.
Cuando termino, le dio el antibiótico, el desinflamatorio y la pastilla de la fiebre, parece que reconoció las medicinas, se las tomo con una botella de agua que ella le dio en las manos.
Respiraba muy rápido, pues estaba cansado y débil por la pérdida de sangre, se vio una sombra y ambos se asustaron, pero era Jorge que no pudo con la curiosidad de saber para qué quería todo lo que le pidió, observo al hombre y dijo
—Jessa este señor se ha desangrado, necesita una transfusión de sangre —miró al susodicho y pregunto
—¿Qué tipo de sangre es usted? —el hombre contesto muy débil que era O positivo, entonces el chico dijo
—Jessa ya te traigo como sea, pero te traigo todo para la transfusión, no hagan ruido por favor
Salió corriendo y desapareció, mientras Jessa se acercó al hombre y pregunto
—¿Qué le pasó? ¿Sabe quién lo hirió? —el hombre apenas contesto —me emboscaron unos sicarios —Jessa se sorprendió observándolo, ya que estaba vestido muy elegante, su perfume olía muy rico a perfume muy costoso, llevaba un reloj de oro muy grueso, una cadena de oro gruesa también, fueron interrumpidos por Jorge que regresaba con todo, le dejo y se fue dejándolos solos
Jessa procedió a ponerle la transfusión, lo recostó, puso la bolsa de sangre encima de un pedestal y le puso en el brazo, movió la mariposilla al goteo que iba a hacer y dijo
—No se duerma, le voy a traer comida, debe alimentarse también, se fue, no demoró mucho, le trajo la cena y el hombre engulló todo sin imaginarse siquiera que era la cena de la chica.
Ella lo observaba comer con ansiedad, al terminar se llevó los platos, los dejo lavados y dijo al regresar
—Mire señor, si quiere duerma, vendré a darle la vuelta más tarde, debo cuidar de que mis padres no lo vean, tenga confianza, quiero ayudarlo —antes de irse lo tapo con un edredón que tenía allí
El hombre se durmió, el cansancio, la debilidad, las energías gastadas hicieron que cayera en un profundo sueño.
El hombre tenía pesadillas de lo que paso, reconoció a uno de los que le disparo, era uno de sus propios hombres, entonces lo habían traicionado, se despertó muy acalorado, se fijó que estaba casi en penumbras, pero recordó a la chica que lo ayudó, la bolsa de sangre todavía estaba a la mitad, así que se acomodó para seguir durmiendo.
Jessa estaba ya con sus padres conversando como siempre, ya era tarde y se despidió de sus padres para dormir, ella había comido un pedazo de pan con leche para llenar su barriga, sus padres se fueron a dormir, en cambio, la pequeña chica estaba preocupada por la salud del hombre herido, espero casi una hora, subió a revisar puso su oído pegado a la puerta del cuarto de sus padres y escuchó sus leves ronquidos, bajo muy despacio sin hacer ruido y fue a ver cómo estaba el herido, lo encontró dormido y la bolsa de sangre casi vacía, se sentó en el suelo, recostada en las piernas del hombre dormido, oliendo el rico aroma del perfume.
Se adormitó un poco, pero el movimiento del herido hizo que despertase, se levantó rauda y le sacó ya todo para la transfusión y puso un pedacito de algodón en su brazo, el hombre la observo, era una linda jovencita, de ojos azules y cabello castaño, sus facciones muy finas y dijo
—Hola, me llamo Alexander, gracias por ayudarme en... todo, salvaste mi vida niña ehm… puedo preguntar ¿cómo te llamas?
Jessa ahora si se fijó bien, era un hombre muy atractivo, fornido, su perfume la traía loca, se notaba que era un hombre con mucho dinero y le contesto
—Jessa, pero de cariño me dicen Rubí —Él al escucharla sonrió, tenía sus dientes muy blancos, bien cuidados y expreso
—Rubí se escucha más lindo, te queda muy bien ese nombre, todavía tengo un poco de mareo, debe de ser por la pérdida de sangre, quisiera irme, pero no puedo ni pararme, no deseo que tengas algún problema con… tus padres
Jessa solo dijo con su dulce voz —Mis padres están dormidos ya, no se preocupe a las 7 am, ya se van a sus trabajos, mañana le pido a Jorge que traiga otra bolsa de sangre para hacerle otra transfusión.
Alexander la miraba, era linda, muy tierna, muy inocente, pero a esa edad y ya sabía cosas de enfermería, la curiosidad le pudo y le pregunto
—Rubí, ¿cómo aprendiste a hacer transfusiones a… sacar una bala y suturar la herida?, lo hiciste muy bien —a lo que Jessa le respondió sonriente y muy segura de si
—Vivo en una zona peligrosa y mis amigos como Jorge son… pandilleros, me han enseñado todo lo que sé, pero me cuidan de todo, me quieren mucho, por eso nadie se ha atrevido a lastimarme, no quieren que integre la pandilla siempre me dicen que… soy una niña de bien y que debo ser alguien en la vida
—Eso demuestra que de verdad te quieren Rubí, otros hombres se hubieran aprovechado de tu inocencia, ¿tienes algún sueño Rubí? ¿Tienes algo que desees en tu vida?
Los ojos de Jessa se iluminaron antes de contestar, se levantó, dio unas volteretas a vista de Alexander que se alegró viendo a la inocente niña bailando cuando le contesto
—Quiero ser bailarina, una famosa bailarina, ese es mi sueño —pero su semblante cambio a tristeza cuando siguió hablando
—Pero no tengo dinero para lograrlo, además si saben de dónde provengo no me admitirían jamás. —volvió a sentarse junto a Alexander que la observaba apenado, al darse cuenta de que tenía toda la razón la chiquilla, el mundo del arte es doloroso, cruel, selectivo y discriminatorio.
Jessa sin saberlo había salvado a un narcotraficante y empresario muy poderoso que había sido traicionado por su socio, que deseaba quedarse con todo, pero no contaba que estaba vivo y se vengaría con todo su poder, Jessa algún día recibiría su recompensa por hacer el bien
Mientras en otra parte de la ciudad de New York, en un edificio muy lujoso, estaba esperando noticias de su plan maléfico para deshacerse de su socio, Lucca Mattrios caminaba de aquí para allá muy nervioso, revisaba su celular en espera de las noticias.Se sobresaltó cuando su celular sonó contesto de inmediatoAló, ¿qué paso Ariel? ¿Lo hicieron?Jefe el águila salió herido, no sabemos en donde está¿Qué dijiste? Cómo que lo perdieron —dijo muy nervioso LuccaEl auto quedo como cernidera, pero no estaba allíSolo un rastro de sangre, que se perdió despuésM*****a sea búsquenlo y remátenloLo están buscando jefe, desaparecióLlámame con resultados, idiotaCerro la llamada, ahora estaba más nervioso, conocía a Alexander si estaba vivo, lo mataría, pero torturándolo, era sádico, vengativo, lo que sí lo calmaba era que ninguno de los que contrato eran conocidos de su socio, de manera que si regresaba no lo conectaría con su agresiónPero deseaba acabarlo para quedarse con la organización,
Lucca estaba muy nervioso, puesto que recibió una llamada y al contestar escuchó la voz de Alexander y se sobresaltó, tomo aire para estar más tranquilo y contesto—Hola, Alexander, ¿cómo estás?Mal hombre, casi me matan—¿Que qué? ¿Cómo que casi te matan? —dijo con disimulo LuccaMe emboscaron hombre nos dispararon al chofer, lo mataronPero yo logré escapar una chiquilla, me alojo en su casaY me curó de mi herida—¿Una chiquilla?Si suerte la mía que sabía de medicinaMe hizo una transfusión y me sacó la bala—Vaya que suerte Alexander y ¿sabes quienes fueron?No amigo no les vi la cara a ningunoPero esto es de adentro de mi organizaciónNadie sabía que iría por ese rumbo—O sea que hay un espía adentroMás que espía es alguien de adentro que quería matarme—¿Tienes alguna sospecha de quién es?No m*****a sea, esa es mi mala suerteQuería pedirte un favor amigoVoy a estar en casa convaleciente yDeseaba que te hicieras cargo de los casinos yLos embarques, ya sabes las rutas que d
Cuando bajaron la sacaron de nuevo cargada, el grandulón iba tocándole el trasero e iba riéndose, Jessa no decía nada, estaba llorando por la muerte de todos sus familiares en la fiesta, pero cuando la bajo vio a más chicas como ella llorando, otros hombres armados las rodearon sin siquiera mirarlas, el llamado Byron salió de adentro con otro hombre muy elegante y contando fajos de dinero riéndose y se fue llevándose consigo a todos sus hombresPor orden de ese hombre elegante fueron llevadas a unas barracas, les ordenaron bañarse y dormir, con terror se bañaron y al regresar a las barracas había comida en una mesa con un papel donde se les ordenaba comer e ir a dormir.Jessa comió poco y se acostó, porque a cada una le habían dejado una muda de ropa, se acostó llorando como las otras chicas allí, soñó los disparos y la muerte más que todo de sus padresCuando ya estaba de día, unos fuertes ruidos las despertaron a todas, entro una mujer de mirada recia y enojada que les ordeno iracund
Mientras a la mansión llegaba Mijaíl Kutter amigo personal y que también le manejaba su fortuna y bienes lícitos al mismo dueño del Night Club exclusivo, que solo era uno de sus cientos de negocios, tenía muchos a su haber, aparte de tener contactos y distribución de bienes ilegales y de drogas, trata de blancas toda la parte ilegal se la manejaba Lucca.Mijaíl también descendía de una familia de millonarios, pero que preferían que esté lejos por sus gustos diferentes según ellos, pero eso a Él nunca le importo, desde niño vivió enamorado de su amigo, lo protegía siempre, pero al estar en la universidad era al contrario su amigo lo protegía, ya que por ser gay lo molestaban, ambos se graduaron en dos carreras, Administración de empresas y Programación.Proveniente de una de las familias más ricas y aristócratas de Rusia, a pesar de que su padre se dedicaba a lo mismo, Él no era tan salvaje, trataba de ser condescendiente, eso lo aprendió después de ver sufrir a algunas familias que per
Mientras en New York en el Night Club llamado Classic’s King estaba Rubí lista para su estreno de baile en el tubo, había guardias cerca del escenario solo para protegerla a ella por órdenes de su dueño, nadie debía ni siquiera tocarla y Noelia se encargaría de ella, pues estaría presente allíCuando la anunciaron todos estaban atentos a la nueva, cuando ella salió a escena su belleza deslumbró a muchos que tardaron en aplaudir por estar admirando su angelical hermosura, comenzó la canción muy sensual y ella movió su esplendoroso cuerpo sosteniéndose en el tubo, sus manos delicadas lo sobaban mientras ella de espaldas subía y bajaba por él, la gente reacciono y aplaudió con vehemenciaLucca que estaba mirando se percató de la reacción de todos, jamás ninguna había tenido esa aceptación, ni siquiera tomaban sus tragos por estar observándola hacer su rutina, Noelia estaba orgullosa de lo que veía, Rubí parecía una diosa allí arriba.Cuando estaba arriba y daba vueltas parecía una musa, u
Lucca acostó a Dalila en la cama muy delicado, algo raro en Él, pero solo la observo se le montó encima a besarle el cuello con sus manos recorrían su cuerpo, haciéndola sentir un poco de placer, ya que le había dicho que no la lastimaría entonces su mente no estaba ocupada con el miedoLucca chupaba los pezones y a veces se los lamía, su lengua seguía bajando por el cuerpo de la mujer, llego abajo metió su lengua para lamer sus pliegues, ella se irguió al sentir las caricias, chupaba el botoncito en reiteradas ocasiones después se subió encima de ella, con su polla le sobaba de arriba hacia abajo más tarde se la metió muy despacio, Dalila estaba gozando la empezó a embestir mirándola a los ojos y le pregunto—¿Te gusta Dalila? —ella lo escuchó, le dijo Dalila, siempre las trataba de putas, zorras, pero le contesto—Si me gusta amo —Lucca sonrió al escucharla decirle amo y siguió haciéndolo, pero ya más fuerte y con su mano le acariciaba su botoncito hasta que la escucho gemir fuerte y
Jessa o Rubí soñaba con la noche en que se escuchó la balacera y vio a un hombre herido que se llamaba Alexander, sus hermosos ojos azules, su aroma, ese perfume tan rico y súbitamente el hombre que estaba en ese escritorio de espaldas se dio vuelta y era Él, era Alexander sonriendo, se despertó toda sudorosa y pensativa, recordó que el olor de ese perfume lo sintió en ese despacho, pero no estaba segura porque no le vio el rostro y se dijo—Mujer estúpida estar con esta duda me voy a volver loca y todo por mi estupidez carajo, aquí solo le dicen el jefe, el amo, pero no dicen su nombre m****a —volvió a cerrar sus ojos y esta vez sí se durmió de largo sin soñar nadaLucca en su casa estaba acostado tocándose su polla, cerrado sus ojos y recordando el baile de la protegida de su jefe, ese hermoso cuerpo contoneándose en el tubo, sus movimientos tan sensuales y eróticos hacía que su polla esté endurecida y unas gotas pre seminales salían de la punta, sudaba a mares, solo imaginaba como s
Llegaron las 11 am, Alexander se despertó y sintió que lo tenían abrazado, miro para atrás y vio a Mijaíl, sonrió unos instantes, pero cuando vio la hora en el reloj de la pared, se levantó a carrera y grito haciendo asustar a su amigo—¿Las once de la mañana? Pero… tenía unas reuniones, m****a, ¿qué paso? Mijaíl… ese fuiste tú y ahora… Necesitaba hablar con ellos, carajoooMijaíl se levantó desperezándose muy tranquilo y acotó—Cálmate Alexander, ayer llamé para que las traspasen para la tarde, a partir de las 2 pm, te desmayaste delante de tus padres, debías descansar—Que descansen mis bolas, m****a, tengo responsabilidades y lo sabes, ¿por qué me haces esto Mijaíl? —Su amigo se levantó y lo abrazo por detrás y soplo en su nuca haciéndole erizar los vellitos de la nuca y haciéndolo reír por las cosquillas que le hizo y dijo—Sabes que me calmas con eso Mijaíl, eres un pervertido… pero en serio sabes que trabajo es trabajo y…—No lo dejo terminar de hablar, lo abrazo fuerte y fue empu