Pov de Elizabeth

El día llego y para mi desgracia, las dudas en mi interior habían incrementado mucho

¿De verdad estaba haciendo lo correcto?

Aunque viendo a Hanna y a mi madre bastante emocionadas por la boda, las duda en mí se disiparon, me sentia indigna, al tener que negociar mi vida con ivan por algo de dinero, pero ya no tenia otra salida

Con Hanna y mi madre, empece a prepararme para la tan ansiada boda, por supuesto el enorme arrepentimiento en mi interior, no se iba, asi que tuve que hacer mi mejor esfuerzo para disimular mi descontento

De pronto a mi habitación ingreso miguel, el mayordomo, para entregarme una enorme caja

—Buenas tardes señorita, aquí está su vestido

Dijo y yo solo intercale miradas entre Miguel y la caja, quería arrepentirme y salir corriendo, pero ya era muy tarde, el día había llegado

—Gracias

Tome la caja con algo de nostalgia y la coloque sobre mi cama, al girarme quede frente al espejo y inmediatamente examine mi aspecto...El maquillaje estába muy lindo, era algo sencillo y el peinado solo constaba un moño con un par de mechones que salían a los lados.

La primera en abalanzarse a abrir la caja, es Hanna, quien al ver el vestido en su interior, se queda con la boca abierta.

—Eli !es hermoso¡

Su grito casi revento mis timpanos, y cuando me acerque a mirarlo, estaba en lo cierto, el vestido era una belleza, aunque para mi, no significaba nada.

Al estar lista frente al espejo con el vestido puesto, contemple el resultado, y en verdad lucia hermosa, aunque en lugar de parecer una novia enamorada, parecia una viuda que asistiria a un velorio, vestida de blanco, debido a mi rostro de tristeza.

—¿Ocurre algo Eli?

Pregunto mi madre y alli note que estaba cometiendo un error

—No, es solo que estoy algo nervioso, pero estoy bien

Trate de fingir una cálida sonrisa, aunque en el fondo queria salir corriendo.

Por órdenes de Iván, la ceremonia estaba por dar inicio, y se celebraria en la privacidad de nuestra casa, lo que no sabia muy bien, era quienes asistirian.

Faltando solo 15 minutos para iniciar, mi madre y Hanna salieron de mi habitación, dejándome sola sumergida en mil pensamientos.

¿Aun me puedo arrepentir?

Con gran pesar cuando llego el momento descendi por las escaleras, hasta llegar a la salida del jardín, en donde seria realizada la ceremonia.

Con poco más de veinte invitados, y una decoración sencilla, al final del altar se encontraba Iván, quien lucia un traje de color negro, que lo hacia ver muy guapo

Armandome de valor, empecé a avanzar por el sendero de rosas, que conducía hacia altar, mientras sonaba la marcha nupcial. En cuanto a Iván, ni se inmutó a voltear a verme, cosa que agradeci por que juro que solo una mirada de desagrado de su parte, bastaba para que saliera corriendo de ese lugar

Apenas tome mi lugar a su lado, el juez inició la ceremonia.

—Estamos aquí reunidos...

Lo siguiente no logre oírlo, debido a que me sumergí en mis pensamientos, olvidándome por completo de todo a mi alrededor.

Reaccione cuando el juez menciono mi nombre para realizar la pregunta del millón.

—Señorita Maxwell ¿acepta como esposo al señor Iván lombardi?

Pregunto y quise reir

¿Que si lo acepto?

Señor quiero salir corriendo, pensé

Inhalando una gran cantidad de aire respondí.

—Si, Aceptó

Inmediatamente el enorme nudo en mi garganta, se volvió a formar, esta vez sentía que me moriría asfixiada.

Acto seguido, le realizó la pregunta a Iván, quien afirmo inmediatamente.

—Firmen aquí, por favor

El juez nos tendió un bolígrafo, el cual tome con manos temblorosas, para luego plasmar mi firma en aquel documento que marcaría mi vida para siempre.

—Por el poder que me confiere la ley, yo los declaró marido y mujer

Luego de firmar, senti como mi corazón se hacia más pequeño

—Puede besar a la novia

Dijo el juez frente a nosotros y ivan sin darme tiempo de reacción, me toma de la cintura y me trajo hasta el, para depositar un beso suave y corto sobre mis labios.

El cual recibi con mucha sorpresa, yo no lo esperaba, asi que esto fue algo extraño. Casi enseguida se aparto de mi, con una amplia sonrisa

—Ahora si Eli, nadie te podrá alejar de mi

Susurro en mi oído, haciendo que un enorme escalofrío recorriera mi cuerpo entero.

Por un instante quise alejarme de él, así que empecé a caminar a donde estába mi madre, pero cuando estaba por llegar a ella, sentí que mis piernas desfallecian y antes de poder alcanzarlas, caí al suelo desmayada.

*** ***

Pov de Iván

Con gran facilidad, tome a Elizabeth entre mis brazos, quien se acababa de desmayar debido a la impresión, O eso creo, aunque pensándolo bien, también se deba a que desde que llego a esta casa su apetito a disminuido, entendiendo que no le agradará este matrimonio conmigo, pero tampoco es que esté firmando su sentencia de muerte.

—Tranquila, yo me encargo

Le dije a Hanna quien estába bastante preocupada, por Elizabeth y casi corriendo llego a mi lado

—La llevaré a la habitación y en unos minutos estara mejor

Quise tranquilizarla así que le regale una sonrisa cálida

Con ella en mis brazos, subi a la habitación, la cual seria nuestra después de esta boda y con sumo cuidado, cómo si se tratara de una muñeca de cristal la deposite sobre la cama.

—Luces tan hermosa Elizabeth

Dije sin saber por qué, tan cerca de sus labios, que trate de controlarme para no besarla ahí mismo.

Me quede observadola por un rato, esperando a que reaccionara, pero este no llego

¿Por qué nos separamos?

Si años atrás nos llevábamos tan bien, yo entendía que me había marchado, pero como había hecho ella para olvidarme tan rápido y 4 años después inició un romance con su profesor cuando aún yo no la habia olvidado.

Flashback

—Te amo Eli

Dije mientras la besaba, nos encontrabamos paseando por el parque, como un par de enamorados

—Yo también te amo ivan

Respondio deteniendo su marcha para abrazarme

—Prométeme que jamás te irás de mi lado

Suplico, mientras extendia sus mano para entrelazar nuestros dedos meñiques en señal de promesa.

—Lo prometo Eli

Dije seguro de que eso jamas ocurriría, pero en realidad estaba muy equivocado

fin del flashback

Te juro que nunca quise alejarme de ti

¿Como te cuento la verdad?

Si desde que regresé, has huido de mi

Me mantuve observandola por un tiempo prolongado hasta que empezó a moverse sobre la cama, tratando de reaccionar

—¿Te sientes bien?

Pregunte tratando de acercarme a ella, quería ser amable, pero en lugar de responderme, solo se me quedo viendo con cara de odio.

—Ese no es tu problema

Espeto molesta y por la forma en la que hablo y me observo, estaba furiosa, yo la conocía

—Ahora lárgate, quiero estar sola.

Por lo que vi, ya se había recuperado, pero sus palabras y la forma tan grosera en la que me trato, hizo que mi paciencia se esfumara al instante

—¡No me da la gana Elizabeth! ahora tú eres mi esposa y quieras o no vas pondras tu mejor sonrisa, bajaras a fingir que eres la mujer más feliz del mundo

Esta vez su mirada se torno llena de ira, ella ya no me amaba y mantenerse cerca de mi, era una odisea

—Si no lo recuerdas, nuestro trato era que tú serías mi esposa de adorno, así que te arreglas, bajas y ni se te ocurra dejarme en ridículo delante de todos, créeme, No quieres que regreses por ti

Eso último se lo dije en forma de advertencia antes de salir de nuestra habitación dando un gran portazo, detrás de mi

¿Está quien se ha creído para hablarme de ese modo?

No entiendo cómo es posible que Elizabeth puede llevarme del cielo al infierno solo con un par de palabras, ella tiene una facilidad para desafiarme algo sorprendente, entendiendo que esto no era lo que quería, que ella deseaba estar al lado de alguien más, pero al menos debia cumplir su palabra, por que de ese modo yo también cumpliria la mia, más ahora que se que necesita mi ayuda más que nunca.

Antes de regresar a la fiesta trate de cambiar mi postura y poner mi mejor rostro, todos me esperaban y si lucia desprolijo al otro dia seria la comidilla de todos, sobre todo de los socios y algunos familiares cercanos

Un rato después al regresar a la celebración, la primera en acercarse a mi, es la mamá de Elizabeth en compañía de Hanna, las cuales se veían un poco preocupadas.

—¿Cómo se encuentra Elizabeth?

Pregunta algo desperada y tuve que acercarme a ella y darle un leve apretón de mano para que se relajará un poco.

—Ya está mejor, ya reaccionó solo la dejé un momento para que descanse un poco, como saben esto fue algo apresurado y es normal que ella halla reaccionado asi

Al escuchar mi respuesta la señora Roxa, exahalo un poco de aire.

—Eso me alegra, todo esto de la boda la tenía muy nerviosa, me imagino que ese sea el motivo de su desmayo o ¡Espera! ¿No me digas que Elizabeth esta embarazada?

Su pregunta me sorprendio, sinceramente no me hubiese molestado si ese fuese el caso, pero no es asi

—Para nada señora roxa, de eso puede estar mas que segura, su hija y yo nos hemos guardado para el matrimonio y referente al estress, es lo mas seguro que sea el causante de su desmayo.

Dije sin vergüenza alguna, y eso era cierto aunque no del todo, por que antes del matrimonio, Elizabeth y yo no teniamos ningúna relacion, ella solo era una esposa que busque para arreglar el asunto de mi herencia

—Hanna ¿Podría dejarme sola con ivan?

Pregunto a su hija menor y me tense un poco al no saber que era lo que deseaba hablar a solas conmigo. La chica solo asintió y casi enseguida se marchó dejándonos solos a los dos

—Ahora si ivan...En primer lugar, quería agradécerte por lo que has hecho por nosotras, de verdad no tengo cómo pagarle.

Sus palabras eran sinceras y una parte de mí se sintió conmovida

¿De verdad estás personas eran tan fáciles de engañar?

No me conocen en realidad y la señora me agradece como si fuera un santo, de verdad ella no sabe lo que soy capaz de hacer cuando me propongo ser alguien despiadado, he intentado llevar la fiesta en paz y me he controlado un montón de veces para no hacer a Elizabeth mía, pero mi paciencia tiene un limite, el cual está llegando a su fin, sino obtengo lo que quiero

—No tiene nada que agradecer, todo esto lo hago por Elizabeth y por él amor que siento por ella

Dije tratando de fingir mi mejor sonrisa.

—De igual forma, gracias

En ese momento y por fortuna llegó a mi lado ian, mi abogado y amigo, el cual insiste en hablar conmigo en privado. A lo que accedo en seguida y disculpandome me retire a mi despacho.

—¿Que deseas hablar?

Pregunte finalmente apenas estabamos a solas, cerrando la puerta detrás de nosotros

—Aqui tienes la copia

ian deslizo un documento sobre mi escritorio, el cual era decisivo para el siguente movimiento

—Ya has cumplido con la primera parte, solo falta la segunda y despues de eso, oficialmete serás el heredero universal de toda la fortuna lombardi

Mi sonrisa se extendió como la de chenshire, al saber que estaba cada vez más cerca de obtener lo que sería mio antes que mi hermana.

—Gracias Ian, creo que te debo una

Dije y este solo negó

—No una, sino miles, recuerda que por mi estás con ella, solo espero que le seas sincero y no hallan mentiras.

—Yo no le he mentido, ella sabe muy bien que todo es una farsa y que es por un testamento, lo único que no sabe, es la segunda parte de este.

Ian abrió los ojos como platos, no podía decirle a Elizabeth toda la verdad sobre el testamento, de saberlo ella no hubiese aceptado, ella me quería lo más alejado posible de ella, así que la cuestión no estaba para nada fácil.

—¿Y tú iván? ¿Tienes claro que solo es una farsa? ¿como piensas hacer con lo otro?

Sus preguntas me trastocaron un poco y cuando estaba por responderle, tocaron la puerta, salvándome de esas pregunta.

—Señor, la señora Elizabeth acaba de hacer acto de presencia

La verdad no esperaba que fuera tan pronto, aún así me sentía satisfecho que hubiese obedecido, no quería tener que ir por ella a nuestra habitación y sacarla a arrastras a nuestra fiesta.

—En un momento voy con ella

Le respondí y miguel se retiro enseguida, dejándome de nuevo con ian a solas

—Creo qué debo ir con mi esposa

Dije tratando de librarme de el, que me conocía mejor que nadie, pero antes de lograrlo ian atacó de nuevo

—Recuerda que todo esto, es un negocio ¡No te involucres mas de lo que ya estas!

Intento advertirme, pero creo que era muy tarde