Había decidido salir a pasear por el pueblo, algo normal en ella. El pequeño problema que no pareció gustarle a su pareja es que ella saliera junto a Casimiro como persona responsable de sus acciones. El aun no confiaba en el pequeño de la maldición, por obvias razones, pero su mate le había insistido durante dos días seguidos aquello, alegando que no iba a preparar nada más de la boda si el le impedía hacer algo tan básico como eso, así que molesto, tuvo que aceptar que ella saliera por ahí junto a el demonio.
Es por eso que ahora se encontraban paseando con tranquilidad los alrededores de la manada, viendo algunas casas hechas de madera particularmente originales, cada familia viviendo cómodamente en ellas. April había logrado que Abdel levantara aquella ley cruel que tenía hacia los niños que cumplían los seis años. Ahora hasta que no
Después de dejar a Casimiro en manos de u nuevo y amigable guardia, fue directo a la gran casa donde la madre de su prometido la esperaba ansiosa. Mandia había sufrido mucho desde que su esposo fue asesinado en manos del clan de brujas al que la madre de los mellizos había escapado. Hace décadas que no sentía su loba y eso la mataba, era una maldición que no tenía cura, o eso es lo que le habían dicho las brujas que había contratado. Después de años de desesperación, la guerrera se rindió y decidió ser una humana común y corriente en la manada de lobos, aunque su mandato como luna aún seguía siendo persistente.Ella era como April en cuestión a socializar con la manada, pues a pesar de haber vivido en “cuna de oro” toda su vida, ella aprendió que confianza y el respeto se ganada de diferente forma a que ordenar, s
Decir que estaba nerviosa era poco. Ese era el día, donde ambos se unirían y pedirían la bendición se la Diosa. Estaba tan ansiosa que casi vomita lo que había comido el día anterior y pensaba en todo tipo de cosas malas que podrían suceder. No había visto a Abdel desde la noche anterior y tenían que estar separados lo que restaba día hasta que la ceremonia estuviese preparada. La madre de Abdel, Mandia, se iba a encargar de la preparación, por lo que se encontraba gritando a media manada lo que tenían o no que hacer, la decoración fundamental para aquella ceremonia. Ella había visto el lugar solo una vez antes de que los amenazaran silenciosamente, era un descampado, una gran hectárea sin árboles con una piedra deforme incrustada en el medio, media lo mismo que un hombre lobo y parecía ser una mesa plana donde podías subirte y apoyar las cosas. Ese era
—Eso es mentira, además no me gustan las personas que escuchan detrás de la puerta.—Habló de brazos cruzados, tratando de aguantar su risa.—Soy lobo, me es imposible no escuchar lo que pasa si la habitación no es insonorizada.—De defendió cerrando la puerta.—Tenemos que prepararte.—Avisó el chico de pelo largo. Empujando a April hacia el baño—Deja que ella te ayude con o que necesites, nosotros prepararemos tu vestido y maquillaje, tengo experiencia. Quiero que salgas en media hora, asique ve.—Ordenó cerrando la puerta. Ella se quedó en el gran baño junto a la callada mujer que tenía cabeza gacha.—Bien…¿Sabes preparar esos baños de espuma?—Sonrió al ver como esta asentía. Iba a ser un día demasiado largo.Termino co
Y ahí estaba, teniendo casi dieciocho años y con un vestido de novia lista para la ceremonia inhumana. La noche cayó como ella en nervios al verse cada vez más cerca de su hora, ambos hombres tomaron su antebrazo para guiarla hacia la salida, siendo bañada por la creciente luna desde su punto de vista. La luna era lo único que iluminaba el bosque a su alrededor, ella solo pensaba en los pasos que hace unos días tardo en memorizar para la ceremonia y eso solo le hacía poner los pelos de punta, no era nada sencillo esa era la verdad, no era solo caminar y mostrar su vestido moldeado a su cuerpo y decir los votos. Nerviosa no era la única palabra que describía su ánimo, pues era un manojo de difusas emociones, y eran muchas. Era Claro que algo no iba a salir bien, lo sentía en sus venas, en como su espalda se erizaba por los escalofríos que pasaban por su ser, la suerte no estaba de su lado, pero le calmaba saber que no estaba sola. Una punzada en su cabeza fue todo lo que necesi
La pregunta quedó en el aire, la adolescente de corte militar fue empujada por una figura un poco más grande que ella. El cabello largo de Casimiro revoloteo con el viento haciendo más atractiva la vista que daba aquel muchacho, pues el en enojo por sentirse utilizado solo pudo hacer aquello por lo que se encontraba en el piso arriba de su hermana, con ambas piernas a sus lados para evitar algún escape que ella pudiera hacer. —¡Tápale la boca!—Gritó apurada April acercándose a ellos, siendo el chico Quién pusiera su mano en los labios de la mujer enojada, ella movía su cabeza de un lado para otro esperando que con el movimiento brusco este la soltara y escapar para seguir intentando reclutar a su hermano. —Jefa, creo que es mejor cancelar la ceremonia, ella podría escapar y arruinarla…es solo una vez en la vida y seria horrible que fuera en estas circunstancias.—Acotó Thiago quien traía consigo unas esposas de puro aconitum dentro de una
Ella sabía que la culpa aun carcomía la mente de el muchacho, sin embargo no iba a dejar que siguiera así, no luego de ver a su hermana de esa manera…el ya no era como ella.—Ya no mereces nada, era la maldición hablando y actuando por tu como lo hace con ella. Sin embargo luchador contra eso y decidiste curarte, evitar la maldición y seguir adelante con tu nueva familia. Solo tienes que esperar grandes cosas para tu futuro, es así como el destino seguirá tu camino para bien o para mal…nosotros ya no podemos decidir su castigarte y no porque eres como otra persona, en cambio tu hermana….ella se niega a cooperar y quiere dominar a todo el mundo, eso no está bien y menos si es a la fuerza y muerte de los demás.—Yo…aun así, no puedo dejar de pensar en las cosas que hice.—Escucha, imagina que tu estuvieras de
Velas anchas y blancas, con gravados ilegibles a la vista humana, formaban un angosto camino perfecto para el tamaño de las telas que colgaban como vestido. La mayoría volteó la cabeza al escuchar las tiras de piedritas que hacían de vestido cada vez que daba un paso con sus pies descalzos, y ella solo pudo mirar al alpha que ya se encontraba a un lado de la gran piedra. Casi para su caminar al ver el estado del hombre, sus negros cabellos peinados y húmedos hacia atrás, con algunas hebras que formaban finos mechones caían en su cara dándole un aura más atractiva. Un traje completamente blanco al igual que las pocas telas que tenía ella del color puro, la camisa estaba desabotonada justo en las dos primeros botones, dejando que el saco cubriera sus hombros y brazos, la tela amoldaba perfectamente la figura del muchacho disfrazando su musculatura. Sus ojos tenían un delineado negro en la parte de abajo, haci
Un pitido agudo llegó molestando los oídos de todos, Mandia sonrío al notar el por qué de eso. De momento menos esperado como si de una linterna recién encendida a todo esplendor viniera de la luna hasta la tierra, quemando la tierra por la fuerza y calor que la energía emitía. Todos se obligaron a cerrar los ojos cuando el polvo y humo se levantó, apagando las luces de fuego que mantenían el camino iluminado.El silencio de un momento para otro reino el lugar, permitiendo al más curioso de la manada abrir los ojos en el lugar exacto del impacto. Thiago dio un jadeo de asombro ante la luz que descarrilaba su vista, pero sabía bien de quién se trataba, los demás hicieron lo mismo, pero estos veían como la luz azulada se iba apagando levemente permitiendo ver quien era la que lo emitía, sus cabellos rizados y cortos, permitiéndose llegar hasta por debajo de sus hombro