Suspiró mirándose al espejo, se sentía pesado y cansado, era algo normal para ellos pues requería mucha energía hacer aquellos vínculos con April, era como cuando la pelinegra no media sus acciones y usaba energía demás para después caer en coma. Lavo sus manos y abrió la puerta del baño solo para regresar a la cómoda cama que ahora compartía con su amada, su pecho se inundo de felicidad, sus latidos se aceleraron obligándolo a apoyar sus manos en el, la calidez desbordó como un río después de una larga lluvia y solo pudo sonreír, la imagen de una chica de pelo negro tapada con la fina sabana blanca alrededor de su cuerpo lo esperaba…no podía estar más que feliz.
Despertó al sentir un pequeño movimiento en la cama, se encontraba totalmente cómoda y calentita por lo que no quería moverse ni un centímetros, pero estaba claro que eso no iba a pasar, pues una gran mano rodeo su cintura y un par de besos húmedos comenzaron a recorrer su hombro y brazo desnudos. Sonrió inconscientemente y se dio la vuelta para devolver el abrazo que abdel le estaba propinando. Y beso sus labios en un tierno y suave rose, claro que era un pequeño beso de despertar…uno de los muchos que tendría de ahora en adelante, pues era marido y mujer después de todo.
El día era muy soleado, después del final de temporada fría no podría estar mejor, desde luego que eso favorecía en grande la suerte de la nueva pareja casada recién formada. La manada se sentía alegre, pues ahora sentían otro vínculo más que el del alpha, y ese vínculo solo trasmitia paz y serenidad además de alegría a todos. Muy pocos pudieron ver a su luna en plena acción en su primera batalla por ricoparis, pero podrían decir que estaban más que emocionados de conocerla personalmente en el banquete que se hacía una vez al mes para reforzar el gran vínculo de la manada, donde todos participarían de esta.
Aquel banquete se hacía una vez cada mes, por lo que sólo faltaba una semana completa para que se hiciera a cabo, por lo que los lobos dentro de la manada se encontraban haciendo los preparativos, aunque esa vez era mucho más fácil pues el reciente casamiento de la luna y el alpha dejó algunos preparativos anteriores que facilitaban su trabajo para que se volviera más lento y ameno, estaban muy emocionados por la nueva oficial reincorporación de la nueva luna asique querian festejarlo al máximo, por lo que saldrían del territorio solo para buscar buenas comidas y animales para cazar
La pareja estaba más que feliz, en realidad no podían creer como había cambiado en tan solo un mes, pero no era era alegría, pues tenían que investigar más a fondo a la hermana de Casimiro, el cual de encontraba nervioso cada día, las mazmorras bajo la gran casa del alpha se encontraban totalmente selladas procurando que no hubiera ningún escape más de aquella malévola intrusa, y es más, ella se encontraba encadenada de manos y pies prácticamente colgada junto a la pared. Por lo que habían algunos sufriendo y quejándose sobre el suspenso que la familia líder mantenía sobre la mujer híbrida
Los días pasaban con gran encanto, y parecía ser que ese mes era una encantadora fiesta para la manada, y todos los pueblerinos estaban mas que contentos con esa idea, era una buen excusa para formar el descanzo que tanto querían de tanta guerra y matanza, además de las feas sorpresas por parte de los desconocidos que se metieron en el territorio. La desconfinza aún perduraba, el gemelo de la malvada bruja hibrida les daba mala espina, era aquello que no sabían explicar pero el sentimiento de exclusión que sentían hacía el no le hacía bien a nadie, además de las nueas protestas de los mas valientes hacía el alpha, quienes aprovechaban al amabilidad de la nueva Luna que aparciguaba las ganas que Abdel tenía de matar a cad uno de ellos. El mayor detonante de aquell repulció hacía el era más que solo ser pariente cercano de la dama oscura, el caminar, su actitud fri y destante, su ser serio y a la visa de ellos, totalmente tenebroso, juraban que les ponía los pelos de punta a la mayori,
El hombre de largos cabellos castaños y ondulados se encontrába junto a una puerta de roble que daba direccto a la habitación principal que April compartía con Abdel. Cassimiro había tenído la idea fugaz de ser el guardia personal de la pelinegra, comentándoselo a la misma, quién entusiasmada acepto su propuesta inmediatamente, por lo que días despues el castaño había tomado el puesto de caballero de compañia de la pelinegra, uno que complía con mucha honra y felicidad, pues sentía que, además de estar junto a su amiga, el sentirse útil era algo que le llenaba el alma que por mucho tiempo estuvo oscuro y cegada por su melliza. Estaba entusiasmado y sumamente feliz por haber sido aceptado por ella de tal forma, por la confianza que ella tenía al dejar que el estuviese cerca de ella despues de todo. Al principio, luego de las emociones principales, no sabía si aceptar el puesto ya que no estaba muy seguro de como iba a reaccionar o actuar el esposo de April, ya sea sacandolo de la manada
Escuchó la puerta abrirse en un suave movimiento, dando a entender claramente que April salia del baño, espero un poco más, respetando su privacidad hasta escuchare su voz fuerte y alto permitiendole pasar. Una cálida sonrisa le dio la bienvenida, ella estaba ya vestid para la ocación, solo le faltaba peinarse, caminó a paso lento hasta ella, pensando en que peinado podría hacerle para que convinara con su suave vestido suelto y amarillo. Tomándo una coleta de la mesita de luz, le indicó a April que se sentára, y ella como si fuera una niña corrió feliz a sentárse en el lugar indicado, moviendo su pie izquierdo con impaciencia, sacandole una pequeña. El sonido de la puerta abriendose mostro como Abdel entraba a la habitación quedándose quieto al ver como ella era peinada delicadamente por Cassimiro. —A veces pienso que me estás cambiando por el—Murmuró sentándose a su lado, mientras el castaño seguia con su labor. April carcajeo y se inclinó levemente hacía el para tocas su quijada en