Sus corazónes galopaban más rápidos de lo que un cabalo en su vidra podría correr, uno, dos tres palpitaciónes en un solo segundo, y estaban completamente seguros de que no era ningún problema fisico, claro que no lo era. SImplemente sus corazones se disparaban cuando escuchaban como el motor de la camioneta rugia poderoso a la velocidad extensiva a la que iban, en el trascurso del corto camino comenzaron a darse cuenta de que no estaban solos, y que tal vez sus compañeros estaban con ellos, el hombre lo supo primero, con sus casi cuarenta y cinco años pudo escuchar el quejido de su compañera, aquella con la que siempre renegaba cuando eran residentes y no doctores, despues, un murmullo leve pero grave se escucho a su costado, y sabía que la unica mujer que conocia y tenía quella particularidad en su voz era su esposa, que era casi tres años mayor que el. Levantó su mano sin saber si estaba cerca de ella, y calculo la distancia antes de poder tocar a su esposa, esta chillo levem
La noche estrellada era una de las más caoticas que en su corta vida (comparada a las de los otros que vivivan en la manada) ya sea peleando, salvando y matando a personas, nunca en su vida había ido el mismo a secuestrar a un grupo de gente, menos a uno shumanos que no tenían nada que ver en el mundo sobrenatural en el que el vivia. Con un suspiro, el de ojos azules bajo de la camioneta una vez que, con lentitud, retirara la llave de la parte de abajo del volante, para luego meterla en uno de sus bolsillos, en uno de estos encontró sus guantes de cuero que había olvidado completamente de que estaban ahí cuando salio corriendo para ayudar a April. Tomando cada uno, cerró la puerta de la pulida camioneta casi envidiablemente negra, mientras se acercaba con lentitud hacía la parte trasera de la camioneta. Sus ojos viajaron rápidamente hacía donde los tres cuerpos de los medicos descanzaban incomodamente, con aquellas vendas que cubrian sus ojos y bocas, las mismas que impedían que podíe
--¿Saben por que los hemos traido aquí?--Preguntó Abdel, Cassimiro lo miró como si este estuviera completamente loco ¿Cómo es que ellos iban a saber el por que estaban ahí? Y aún peor cuando ellos mismos fueron los que lossecuestraron sin preguntarles nada antes. Sabía que todo esto era un error, un catastrofico y horripilante error. Aquello le hizo acordar como cuando su hermana lo obligaba a hacer esas cosas que uno en pensamiento cree que es horrible, como acostarse con mujeres solo para tener infomación o incluso su favor solo para hacer planes malvados que consistían en apoderarse de casa ser sobrenatural viviente.--¿No es eso obvio?--Se aventuró a decir Cassimiro, aquella interación fue estudiada por Aurora, la más grande del trio, al parecer y segun a su percepción única, ambos no estaban de acuerdo con aquellos metodos implementados en su secuestro, el que tenía la voz más joven y menos intmidante, abogaba por dejarlos libres o por lo menos no secuestrarlos, mientras que el m
El universo hacía cosas extrañas, sin duda alguna era algo que nunca en su vida se hubiera imaginado. Los tres se encontraban junto a la mujer que se encontraba totalmente dormida, con sueros incrustados en sus muñecas y la maquina mostrando los signos de su corazón.--Esto es un claro caso de enevenamiento.--Habló el hombre, observando los informes de todos los estudios que le hicieron--Aconito.---¿Estas seguro?--Preguntó Abdel, entrando desde la puerta.--Le dare un breve resumen. El aconito es una planta perenne, venenosa, del orden de las Ranuncolacee, aquella que a veces se la confunde con el rábano silvestre. Aplicado sobre la piel, paraliza lasfibras sensitivas de los nervios y determina una anestesia local..pero en grandes cantidades, y una mujer embarazada...provoca irregularidad en la sunción cardíaca y deprime el centro respiratorio, llegando a provocar la muerte por asfixia. Ella sufrio leves dosis durante un tiempo prolongado, tal vez en las comidas, así como las veces e
El universo hacía cosas extrañas, sin duda alguna era algo que nunca en su vida se hubiera imaginado. Los tres se encontraban junto a la mujer que se encontraba totalmente dormida, con sueros incrustados en sus muñecas y la maquina mostrando los signos de su corazón.--Esto es un claro caso de enevenamiento.--Habló el hombre, observando los informes de todos los estudios que le hicieron--Aconito.---¿Estas seguro?--Preguntó Abdel, entrando desde la puerta.--Le dare un breve resumen. El aconito es una planta perenne, venenosa, del orden de las Ranuncolacee, aquella que a veces se la confunde con el rábano silvestre. Aplicado sobre la piel, paraliza lasfibras sensitivas de los nervios y determina una anestesia local..pero en grandes cantidades, y una mujer embarazada...provoca irregularidad en la sunción cardíaca y deprime el centro respiratorio, llegando a provocar la muerte por asfixia. Ella sufrio leves dosis durante un tiempo prolongado, tal vez en las comidas, así como las veces e
Aquel minúsculo recuerdo casi perdido en el océano catastrófico de lo que era su mente apareció delante de ella, era tan simple y maravilloso por igual, algo casi irreal. El agua recorría con suavidad sus dedos, dejando que sus componentes salados rasparan su piel y limpiaban las impurezas que naturalmente tenía; las plantas de sus pies se hundían en la arena húmeda que poco a poco el mar turbio se encargaba de tomar granito por granito arrastrando ese conjunto de piedras centenarias reducidas a arena devuelta al mar. Su cabellera azabache, tan brillante y luminoso como si las mismísimas estrellas esparcidas por el cielo que conocemos estuvieran alumbrando su melena con el deseo necesitado de ser observadas por aquellas miradas recelosas, se movían a compás del baile que el viento hacía, dejando que cada minúscula hebra de su pelo siguiera un agitado camino distinto a las demás, pero a una misma dirección. Sus enormes orbes verdosos observaban con discreta diversión como dos jóvenes d
Abdel abrió los ojos, como si le estuvieran iluminando el cielo y un ángel bajara de este para acariciarlo y mimarlo, cabello negro y ojos verdes ¿Cómo es posible que ella se parezca a alguien que conoce? Una pequeña sonrisa salio de aquel hermoso ángel, quien tocó su rostro, haciéndolo sentir agraciado de tan honor.—Abdel, despierta. Al parecer estas más cansado que yo.--L a risa angelical de aquel bello algen hizo que abriera los ojos de verdad, y y como si el mundo se cayera a pedazos, de repente el se encontraba apoyado contra su esposa, pero esta estaba completamente sentada, acariciando su cabello y sonriendo como simpre. Oh aquello le hizo querer llorar, popr fin liberar esos malos pensamientos que en su mente rodeaban, ella estaba despierta, no iba a morir por que estaba a su lado, sonriendo y mimandolo como siempre, esa era su esposa, una mujer fuerte y hermosa...no debío haber desconfiado de los doctores, ella estaba bien, oh no lo podía creer--Al fin, estas conmigo k.-
--Ahora que pudimos pasar un tiempo agrdable juntos hay algo qu debo decirte, en realidad muchascosas.--Habló ABdel, evemente asustado d elo que pueda pasar cuando ella se enctere de lo que el hizo para poder salvarla, claro que no mato a nadie, pero estaba muy seguro de que ella estaba en contra de los secuestros, y más de que el volviera a ser como era antes, estaba seguro de que no quería que ella se decepcionara de el, o se pelearan absurdamente pordecirle, pero atmpoco no iba a decirle, cuando si no le decia lo más probable es que la pelea en un futuroo sea más que grande,podía terminar en una separación algo que jamas en su vida podría permitir. Eran almas gemelas y no quería perder lo unico que lo mantenia con vida.--Dale, puedes contarme, soy tu esposa...a pesar r de todo voy a tratar de entenderte de la mejor manera que puedo hacer, tienes mi palabra de que tratare de no enojarme ni ser injusta contigo, no te lo mereces. --Convenció April, mientras veía como este aún seguia