Tenía que seguir, aprovechar los pocos rayos de sol que pasaban por las millones de hojas pertenecientes a los arboles, que se amontonaban entre ellos para ser merecedores de la luz que los ayudaba a vivir. La jadeante adolescente corría poniendo su cuerpo y alma en ello, algo que no siempre hacía, era irónico pensar en el trascurso de su viaje como cambiaron las cosas desde que ella entró a esa cabaña…perteneciente desde hace siglos a la familia de Abdel quien era su otra mitad. Descubrir que tenía magia y sin embargo no era una criatura sobrenatural era algo que le había dejado atónita, pues un antepasado suyo era una bruja que se enamoro de un humano, un Morres tubo un amor con un sobrenatural sin saberlo….y sabía que ese secreto no se había revelado por que si no, ella hubiera tenido conocimiento de eso desde que era una niña, y su padre no había mencionado absolutamente nada
[|Palabras y lenguaje explícito que puede no ser bueno para sensibles , leer bajo su responsabilidad|] La siguió hasta una de las cabañas lejanas que tenía la manada. Algo desconfiada a pesar de la seguridad que desbordaba la anciana, le parecía algo sumamente raro, por lo que cada tanto la miraba de reojo esperando cualquier cosa que viniera de ella. Estaba desganada, sentía sus músculos adoloridos y su cuerpo estaba todo magullado, sin embargo seguía en pie y era eso todo lo que importaba. Sólo esperaba llegar a tiempo para que Abdel se recuperará instantáneamente. —No hay necesidad de estar tan a la defensiva, querida April. Soy una bruja buena. Te ayudare.—Sonrió levemente la vieja antes de seguir caminando, April se quedó estatua, sin embargo asintió con la cabeza a pesar de que la muj
Miró sorprendida a la chica que acababa de desmayarse, no por que esta se cayera al piso, si no por haber aguantado el shock de herirse a si misma por un prolongado tiempo y sentir la boca de el frasco tocar su carne viva.Apagó la llama que mantenía cálida la olla y botó todo el líquido que cada fresquito que tenía a su distinción con una sonrisa en su boca, pues nunca en en vida había presenciado aquel ritual tan poco común. No era fácil leer sus pensamientos pero sabía de lo que se trataba, aquella amenaza que parecía vacía dicha por April media hora atrás no era realmente una vacía sus ojos verdosos lo demostraban. Miró nuevamente el cuerpo en el piso y suspiró, con magia la subió a su espalda y la tiro en la cama con brusquedad.—Eres más pesada de lo que pareces niña.—Habl&
Todos corrían de un lado a otro, llenando cubetas de agua y trapos esterilizados de aquí para allá. Tenían miedo, pues si el llegaba a morir toda la manada caería con el, era algo egoísta y oportuno pero tampoco podían pedir mucho de unos lobos asustadizos que me tienen más miedo que cariño a su alpha. Las heridas que le dejo la guerra no sanaban totalmente, era casi como un humano, una de las razones por la que el veneno actuaba tan lento en el, su lobo no respondía o no estaba presente como los de ellos. Por eso querían traer a la Luna de la manada, para que ella se encargará de el y ayudarlo a despertarse, pues el vínculo era en cuerpo y alma…lo que significaba también la vitalidad de ambos, tenían miedo de que la muchacha estuviera muerta por ser humana y estar tan lejos de su líder.El veneno seguía en su sistema y no planeaba irse,
Aquel doctor tardo exactamente treinta minutos en curar cada una de las heridas que tenía en sus brazos y piernas. No le prestaba mucha atención a lo que el hacía por qué tenía la mirada fija en el hombre que estaba acostado en la cama, todo sudado y lastimoso, hace poco le habían dado el medicamento, solo unas cuantas gotas que necesitaba el hombre. Los doctores estaban a punto de irse cuando ella interrumpió su paso nervioso.—El frasco.—Demandó ella extendiendo su mano para que depositarán lo que ella esperaba.—¿Cómo?—Preguntó el más viejo, viendo a su compañero rascándose la cabeza.—Agradezco que hayan salvado a mi mate y su alpha. Pero el contenido de ese fras
Despertar en su cuarto, después de hace segundos desmayarse delante de su mate mientras ella derramaba lágrimas, era sumamente raro. Sentía su cuerpo entumecido y pesado, lo que complicaba su tarea de querer levantarse, pues parecía que su cuerpo no respondía bien a las órdenes que su cerebro le daba. Al salir de la cama, luego de tener más de un calambre, trató de levantarse como una persona normal, claro que no pensó en las circunstancias y cayó al piso como hombre muerto, golpeándose más de lo que hubiera querido, tanto que un quejido salió de su boca. No iba a pasar vergüenza con nadie, por lo que sin pensarlo apoyo sus brazos a los costados de su cabeza he hizo fuerza para poder levantarse, claro que quedo en la posición foca estirada y cayó nuevamente al suelo. Una pequeña risa sonó detrás suyo, más específicamente en puerta, la
La unión de sus labios fue lo más maravilloso que podían hacer luego de sentir en sus corazones la extrañes del otro, el dolor y la pérdida que estaban por tener ambos consciente o inconscientemente. El apenas roce, se convirtió en un vaivén lento y armonioso, donde sólo sentían el querer y la calidez que el otro emanaba, los sentimientos a flor de piel podrían ser tan fuertes que hasta el lobo dentro de el podía olerlo. Ambos cuerpos parecían recuperar su vitalidad tan rápido como un tren bala, casi podían ver una suave luz que salía de ellos, rodeándolos como un escudo protector contra el mundo. El alpha sintió la energía del lobo envolver todo su ser, sintiéndose mucho más poderoso que nunca en su vida, y no podía estar más feliz en los brazos de la pelinegra.Sus manos se aventuraron poco a poco a con
Una hermosa pelirroja caminaba a través de la mansión, su angustia se notaba a kilómetros y eso extrañaba a los empleados que la conocían, pues ella siempre estaba risueña. Ella era una persona sensible, tenía lágrimas en los ojos por algo que a ella no le pasó, y sin embargo estaba corriendo directo a lo de su amiga al enterarse de todo lo que había ocurrido. Ella hace una semana había ido de viaje con familia en un intento de unir lazos nuevamente con ellos, y se arrepentía mucho de haber dejado a la manada. Y más después de enterarse de que su mejor amiga había recibido una gran cicatriz por la guerra que un estúpido alpha dio por hacer. Sus sentimientos se mezclaban, ira…tristeza…mucha más ira. Era una humana pero quería tomar el hocico de aquel alpha de pacotilla y meterlo en un basurero para que sienta lo que es el mal olor. Su menta iba y venia inventando innecesarios escenarios donde una garra cortaba la cara de su mejor amiga. Adr
El escuchaba desde la puerta el relato de su amada. Quería golpear y romper todo a su alrededor, sentía a su lobo inquieto y molesto… queriendo por primera vez salir y acabar con cualquiera que se interpusiera en su camino para acabar con la bruja y la beta pelirroja que hirieron, directa o directamente, a la pelinegra. Corrió al bosque con fiera, sus músculos se tensaban al hacer más fuerza para aumentar la velocidad en la que iba, sorprendiendo a más de uno que estaba en los alrededores, fue hacia un área donde los árboles abundaban de sobremanera y se pego a uno como si su vida dependiera de eso. Sus uñas poco a poco se iban tornando de un color más oscuro, uno sucio…mientras se clavaban en la corteza del árbol destruyendo por completo área tocada. El dolor recorría sus huesos obligándolo a agacharse mientras aún sus manos quedaban arriba enganchadas en la madera