Ellos recorrieron la manada alrededor de cuarenta minutos, era lo máximo que podrían hacer, pues estaban tan ancianos de poder ver a los pobres pequeños que aún se encontraban sin familia que ni siquiera se dignaron a ver la belleza de ambiente en la que se encontraban, pero no los culpaban, muchos de la manada los veían pasar hablando amenamente, incluso se olvidaban que eran los importantes acompañantes de el alpha y a veces se unían a las conversaciones con las personas que iban trabajando. Con una idea maravillosa en mente, fueron directamente hacia el centro, donde el enorme edificio que será la galería siempre estaba abierto para todo el mundo, no pudieron evitar ir a la juguetera y comprar todos los juguetes unisex que podían, desde mantas y carros hasta muñecas y soldados. Estaban sumamente felices de que tendrían la posibilidad de ir a ese lugar, muchos líderes no dejaban que ni siquiera salieran de la mansión y si lograban salir los habitantes los trataban peor que un fora
Todos se dirigieron a el comedor, los cuatro más pequeños corrieron divertidos detrás de él chico de diecisiete, era divertido el ver como se comportaba con alguien que era la mano izquierda de un alpha y encima tenia sangre alfa (El alpha tenía dos manos de las cuales confiaba hasta el alma, su beta, la mano derecha y el Delta, la mano izquierda. Existen los alfas que tienen sangre de alpha pero no son líderes, solo tienen más fuerza que los betas pero no son superiores a un alpha) por lo que la mirada increíblemente aterradora del hombre era difícil de pasar por alto, Adam nunca había visto a alguien de ese rango excepto por su propio alpha quien abasteció el orfanato con comida, muebles, ropa, camas, y trabajadores de limoieA que limpiaban el lugar tres veces por semana. Donde vivían era un buen lugar, sin embargo esta esa presión en el pecho de pertenecer a un lugar, que no te llamen huérfano por no saber tu nombre o no tener un apellido del cual disfrutar, el que dicta tu pasado,
Las disculpas de Adam eran totalmente lógicas y sorpresivas, el solo había pensado en lo que había dicho y cuando se quiso retractar ya era demasiado tarde, ella estaba fuera con sus palabras flotando en su mente y muy adolorida por las cosas que un niño de 17 años le había dicho a ella, una mujer de casi treinta. Pero ella entendía perfectamente el trauma que el muchacho tenía, era un horror siquiera pensar en lo que me hicieron pasar durante ese único año para que volviera así de traumado, pero sabía que Marta lo había tratado con cariño y amor antes y después del suceso, y ella podría asegurar que jamás le haría daño a los niños o al que iba a adoptar y llevar de la manada. Lucas se encontraba del otro lado de la casa, sabiendo bien que su mate necesitaba todo el espacio que ella creía correcto para pensar bien las cosas, además había oído los pasos indecisos de el niño caminar a ella, era divertido pensar que el estaba detrás de ella como un cachorro arrepentido, mientras tant
Tal vez no debería haber dicho aquello, tal vez era una nueva esperanza innecesaria para los chicos incluso para el adolescente de diecisiete años de edad, pero algo en su mente y corazón les grito que lo hiciera, que tal vez todo iba a salir bien incluso su novio casi marido iba a aceptar esa descabellada idea que tuvo en su mente durante unos segundos. No podía arrepentirse, y menos ahora que le había dicho a él más grande de los huérfanos que iba a hacer aquello, que iba a decirle a su novio y a consultarlo con el gran alpha de esa manada. Sin duda estaba completamente loca, por que ahora no tenía las agallas de mirar a Lucas y decirle la estupidez que se le había salido de la boca a te tal momento emotivo que tuvo con Adam. Entró junto a el, yendo a el comedor donde su alma gemela y demás niños seguían comiendo comiendo compañía de Martaquien se encontraba con una sonrisa en el rostro, que se agrandó más al ver entrar a la rubia junto a Adam. Marta hace años había acudido a una b
Después de una gran despedida, donde los niños casi se ponen a llorar al no ser adoptados, pero con la promesa de que volverían más tarde. Ellos se dispusieron a correr hacia la casa centrar, la del líder, donde su alpha y los dos al mando estaban. Debían ser como las cuatro de la tarde, y ellos se iban a el aeropuerto a las siete, y según los cálculos de Agus, tenían que abrir de la manada a las seis en punto. Ambos tenían miedo, miedo a lo que podría pasar, pero les emocionaba la idea de compartir algo con alguien completamente diferente a ellos, y es que...cinco niños, tan diferentes entre sí, que estaban seguros que alegrarian su vida. Lucas o podía mentir, el también deseaba poder adoptar a todos, se había llevado bien con la mayoría y entendía la actitud del más grande, por lo que su empatia era muy grande hacia el, sin embargo era muy cobarde para decirlo en voz alta y pelear por ellos y los papeles de adopción, pero su mate, una loca que se cruzaban cualquier tipos de ideas al
Las palabras que salían de la boca ajena a las suyas, fueron escuchadas. Las miradas suplicantes que ponía la rubia los hacía dudar, y es que ¿Cómo se podían negar ante un acto tan noble? April desee hace mucho había investigado sobre ellos...los huérfanos, y sabia que todos tuvieron una vida diferente y muy dolorosa a decir verdad, si no había algo más doloroso que estar solo y perder a tus padres, algunos desde que nacieron y otros cuando eran conscientes de su alrededor y entendían la palabra "Muerte" una muy cruda que siempre los lobos les enseñan a sus hijos a una temprana edad.
—Necesitamos hablar de algo, de lo que considero muy importante, y espero que puedan aceptar esto por que necesitamos su si.—Habló mientrs tomaba asiento en un lugar que no estuviera infestado de sudor matrimonial.—Claro, puedes decirnos lo que sea. Te daremos la respuesta más sincera y justa que podamos.—Habló Abdel algo extrañado, pues la seriedad que tenia la mujer de hebras rubias era algo que nunca hubiera imaginado ver, no al menos que ella estuviera en el papel de mano izquierda del alpha.—¿Recuerdan que hoy fui con mi pareja al orfanato?—Preguntó con duda, viendo que ambos asentían con la cabeza a la vez, haciendo que se le saliera una sonrisa en el rostro ante lo sincronizados que estaban—Bueno, se que saben que hay un registro de niños, y que en total hay cinco de ellos.—Habló nuevamente.—Es cierto, nosotros le suministramos plata, comida y encargados de limpieza.—Acotó Abdel afirmando a su acotación.—Bien, por que quiero pedirles dos cosas. La primera, si me dejan a mi
El hecho de que April y Abdel estuvieran lo suficientemente cómodos con su presencia, y que tal hecho desencadenará la posibilidad de que pudieran quedarse más tiempo, incluso poder adoptar y hacerse cargo de los hermosos cachorros que había conocido. En realidad, tal vez muchos al escuchar que ellos por el simple hecho de ver a esos niños tan diferentes entre ellos, podría enamorarse a primera vista de ellos, pensarían que ella estaba totalmente loca, o incluso que sea loco el hecho de su su novio y mate también le siguiera en aquella locura tan rara. Pero era algo que había surgido, y ella sentía que era el destino el que había hablado por ella en la mañana cuando estaba junto a Adam. Pero lo que importaba ahora, era el hecho de que ellos habían aceptado quello, incluso cuando eso implicaba no tener mucha libertad hasta al menos un año de tener a los chicos con ella. April se encontraba entusiasmada, estaba en la cocina junto a las demás empleados y cocineros de ese día que la ayud