Abrió la puerta de la habítacion que compartia con su esposo desde hace meses, encontrandolo tirado en la cama, viendo al techo con una mirada indesifrable, pero cuando escucho la puerta abrirse se enderezó lo más rápido de lo que jamás en su vida se había levantado, oliendo ese delicioso aroma mezclado con el suyo, era obvio que era ella, su mate. Se sentía un poco triste el no tener la presencia de su esposa con el, cuando un día antes estuvieron pegados como dos garrapatas enamoradas el uno al otro. Se extraño al verla ahí, toda agitada, con los jeans de ese día y una remera manga larga, no entendía como era posible que ella estuviera tan desabrigada cuando su cuerpo humano no generaba el suficiente calor como para que ella estuviera así, por lo que instintivamnente se levantó y se acercó a ella tomando una manta que estaba colocada en la sila, envolviendola en un segundo en ella.—Tienes que cuidar tu salud, no puedes estar así cuando tienes una vida más en tu cuerpo.—Habló en un
Luego de terminar de bañarse con un relajante baño que ambos disfrutaron eternamente como si fuera el último, totalmente abrazados y mimandose el uno al otro, realmente lo necesitaban, eso de sentirse. Se cambiaron a un paso totalente lento, disfrutando cada segundo que podín, sabiendo que al día siguiente ellos tendrían que seguir con los invitados y el estres. Salieron del baño entre risas y golpes juguetones (Siendo que Abdel lo hacía con delicadeza y cariño y ella casí lo tira en el piso) se dirigieron hacía la cama matrimonial, con el sueño apoderandose de ellos a un paso rapido, debido a los pensamientos, energía y emociones gastadas en el día iban cayendo en sus cuerpos como kilos y kilos de plomo pesado, que solohacían que su inminente sueño comenzara a volverse más fuertes. Ambos, lobo y chica con sangre mágica, se obligaron a caer rendidos sobre la cama tapando con torpeza sus cuerpos medio desnudos, con sonrisas tontas y adormiladas mientras se fundian en un abrazo, afe
Despues de algúnos coqueteos, decidieron cambiarse con prendas formales, era una tradición y hospitalidad, demostraba que estaban a gusto con sus invitados y no les desagradaban su compañia. Bajaron entre juegos y risas la escalera olvidándose completamente por unos momentos, delos invitados que tenían, estaban sumamente felices en su interior, pues el día anterior, justo antes de salir de la sala de conferencias, acordaron con las personas de otra manada que se irian a la tarde del día siguiente, por motivos obvios como una guerra en proceso y la compra de boletos para viajar en avion hacía el otro lado dekl continente. Para su suerteno había nadie despierto, exceptuando a las responsables cocineras y empleadas que estában a su plena disposición horas antes de que ellos despertáran, cocinando lo que iban a desayunar ese día más temprano de lo normal, pues April les dejo un intirinario para que las empleadas y cocineras supieran las tres comidas de los siguientes tres días que ellos
El recién llegado recibió un vago saludo de april, quien se habia girado de la silla para verlo unos segundos y levantar la mano para saludarlo, luego de eso volvió a su posición normla y comenzó a observar su desayuno, tomando los cubiertos y lista para atacar. La penetrante mirada calculadora y fria de el de ojos azules estaba fija en la del hombre que había entrado a el comedor segundos atrás, sin embago este fingía ignorar el hecho de estar siendo matado por la mirada de Abdel y concentrarse en lo que hacía la mujer sentada de espaldas.—Sabes, al parecer tendré que tener mucho más cuidado contigo, pues tienes esa magía de aparecer en los momentos más inuportunos a decir verdad, por lo que preciento que tu estadía sera una tortura hasta esta tarde.—Habló Abdel entre dientes mientras giraba por completo su cuerpo hacía la mesa, sabía que la atención que tenía su esposa sobre el ahora iba a ser nula, al menos hasta que se acabara el plato por completo, esto era así desde el inicio de
Despues de estar unos grandes minutos manteniendo una charla amena, donde todos se dedicaron a almorzar y a hablar entrtetenidamente unos a otros, y era sumamente agradable, pues el hecho de que dos manads distintas de continentes distintos esten en una sala sin ninguna guerra de por medio era increible, claro que eso terminó cuando la pareja de novios decidió seguir explorando la manada como lo habían hecho con su alpha en la mañana. Ellos querían observar sus alrededores y tal vez, solo tal vez mirar los hermosos orfanatos de grandes alturas donde vivian los niños sin padres o parientes, querían visitar el lugar que tanto anciaban desde que bajaron del avion.—Entonces...¿Dónde dices que fueron ellos dos?—Habló April cuando el apha de Capuchino estaba contando como ellos habían pasado la mañana mientras que la pareja matrimonial saeguía durmiendo, pues ellos se levantaron mucho antes por el cambio de horarios de un pais a otro. Comentó que Lucas, el compañero de la chica rubia, era u
Ellos recorrieron la manada alrededor de cuarenta minutos, era lo máximo que podrían hacer, pues estaban tan ancianos de poder ver a los pobres pequeños que aún se encontraban sin familia que ni siquiera se dignaron a ver la belleza de ambiente en la que se encontraban, pero no los culpaban, muchos de la manada los veían pasar hablando amenamente, incluso se olvidaban que eran los importantes acompañantes de el alpha y a veces se unían a las conversaciones con las personas que iban trabajando. Con una idea maravillosa en mente, fueron directamente hacia el centro, donde el enorme edificio que será la galería siempre estaba abierto para todo el mundo, no pudieron evitar ir a la juguetera y comprar todos los juguetes unisex que podían, desde mantas y carros hasta muñecas y soldados. Estaban sumamente felices de que tendrían la posibilidad de ir a ese lugar, muchos líderes no dejaban que ni siquiera salieran de la mansión y si lograban salir los habitantes los trataban peor que un fora
Todos se dirigieron a el comedor, los cuatro más pequeños corrieron divertidos detrás de él chico de diecisiete, era divertido el ver como se comportaba con alguien que era la mano izquierda de un alpha y encima tenia sangre alfa (El alpha tenía dos manos de las cuales confiaba hasta el alma, su beta, la mano derecha y el Delta, la mano izquierda. Existen los alfas que tienen sangre de alpha pero no son líderes, solo tienen más fuerza que los betas pero no son superiores a un alpha) por lo que la mirada increíblemente aterradora del hombre era difícil de pasar por alto, Adam nunca había visto a alguien de ese rango excepto por su propio alpha quien abasteció el orfanato con comida, muebles, ropa, camas, y trabajadores de limoieA que limpiaban el lugar tres veces por semana. Donde vivían era un buen lugar, sin embargo esta esa presión en el pecho de pertenecer a un lugar, que no te llamen huérfano por no saber tu nombre o no tener un apellido del cual disfrutar, el que dicta tu pasado,
Las disculpas de Adam eran totalmente lógicas y sorpresivas, el solo había pensado en lo que había dicho y cuando se quiso retractar ya era demasiado tarde, ella estaba fuera con sus palabras flotando en su mente y muy adolorida por las cosas que un niño de 17 años le había dicho a ella, una mujer de casi treinta. Pero ella entendía perfectamente el trauma que el muchacho tenía, era un horror siquiera pensar en lo que me hicieron pasar durante ese único año para que volviera así de traumado, pero sabía que Marta lo había tratado con cariño y amor antes y después del suceso, y ella podría asegurar que jamás le haría daño a los niños o al que iba a adoptar y llevar de la manada. Lucas se encontraba del otro lado de la casa, sabiendo bien que su mate necesitaba todo el espacio que ella creía correcto para pensar bien las cosas, además había oído los pasos indecisos de el niño caminar a ella, era divertido pensar que el estaba detrás de ella como un cachorro arrepentido, mientras tant