Abdel, por su parte, mientras ayudaba a los demás a ider un plan, mientras atacqaba a Zaira, también estaba pendiente de April, quien se había puesto a salvo ella sola, algo no muy común, tampoco el hecho de que estuviera tocando el abdomen con tanta devoción. Recordba las historias de su madre, cuando esta le contaba sobre su embarazo, el como su padre era tan sobreproctector con ella de una forma muy pesad para ella, el como la cuidaba y mimaba, tanto que hasta depues de el embarazo el seguia asiendole esas cosas, dejando que ella de vez en cuando se comportase como una niña dandole mimos a el y a ella por igual, siendo una familia tan hermosa y unida, claro que eso fue hasta que las brujas llegaron y acabaron con todo lo que el creía bueno. Aquellas mujeres desalmadas sedientas de poder que asesinaron a su padre y quitaron a la loba de su mdre, deshonraron a las otras brujas buenas con su aquerrale, eran seres oscuros que habian entregado su alma a un ser oscuro que no estaba pe
Tenía que admitir que correr era algo que le encantaba, era parte de su ser el sentir el viento acariciar su cuerpo y cabello revolotear por todo su rostro. Era emocionante, por dios ella iba a tener un hijo o hija, su emnet iba a mil por hora, nunca imagino tener esta oportunidad ni siquiera cuando se caso con Abdel, por lo que estaba segura que aquello era obra de la diosa luna quien bendigo a su matrimonio de tal manera, era el mejor regalo que le podrían dar, ademas ( Claro esta ) que esto tambien implicaba estar junto a el. No podía evitar pensar como reaccionaria el hombre, si bien o mal, si le regañaria por luhar sabiendo su condicion, por que si ¡Estaba embarzada! y no lo podía creer. Una vida mas emocionante pasaba ante sus ojos, dirigiendo a la manadaq, criando a un furturo, teniendo el amor de dos seres totalmente importantes para ella, eneñar, ser amada y mimada, incluso ella misma malcriar al niño. Miles de historias pasaban por su mente, deseosas de que se volvieran real
El estar arriba de un árbol podía ver a los grupos que seguían luchando contra los mutantes. No podía creer como su marido había Derrotado a una de esas bestias él solo Y sin ayuda de nadie. Giro su cuerpo para ver a las dos personas junto a ella, Casimiro mantenía la vista fija en Andrea quién observaba la pelea al igual que ella hace unos momentos, dio un silbido para que se acercaron a ella de esa forma nadie se enteraría qué estaban arriba de un árbol. Los chicos en menos de un segundo llegaron mientras que ella preparaba sus manos para buscar pequeñas ramitas. Las junto con sus manos, y reitó un hechizo,de sus manos pequeñas luces ambarinas salian como si fueran luciernagas, ambos chicos se quedaron embabados, viendo como ella dejab las ramas en el gran trono y estas se iban agrandando y tomando forma a medida que ella iba alejando las manos.—¿Qué estás hacíendo?—Preguntó Cassimiro mientras veía que aquello tomaba forma. Andrea imprecionada se quizo acercarse pero el castaño se
Abdel ya había acabado con uno, pero se percato de que las vibraciones en el suelo, creía que iban a llegar mas, y todos estaban muy cansados como para poder seguir el ritmo de esta pelea. Maldecia interiormente por la pocqa practica, necesitaba acabar con ellos y...huir de ahí de una buena vez, estar con Apirl y y poder tener una vidqa pacifica junto a su manadaq, no era muy dificil lo que el pedia, sin embargo, temia que si ellos escapaban, los lobos mutantes podrían ir hacía la manada y destruír todo, necesitaba hablar con los otros alphas sobre eso, pdrían idear un plan rapidaqmente y acqabar con eso de una buena vez, sabía que April estaba ensima de un arbol, podía sentirla ella estaba ayudando a todos c los otros dos mientras el en campoo de batalla mataba a los que podía, pero era muy dificl batallar junto a los de otra manada, tenían una tecnica direfente a la de su manada y era dificuil coordinarse, por lo que trataba de apurarse para acqabar cqon la bestia de una buena ve
Se estaba oscureciendo, y eso era realmente malo, no podría pensar en algun plan que no sea irse de una buena vez, estaba herdio,y los otros alphas estaban igual o peor que el. Sin embargo, los que seguian luchando no eran mas ni menos que los guerreros, parecian listos para matar, y hace algunas horas llegaron mas y lograron acabar con el último, pero claramente no iba a terminar ahí, los pasos fueron lo primero que estcucharon, despues tres rabiosos llegaron identicos a los que mataron, pero mas rabisos y rapidos, todqos tenían miedo pero luchan con toda su fuerza para terminar con ello, no quería que murieran en vano o se lqastimaran de gravedaqd
Tenía que moverse lo antes posible, necesitaba salvarlo, no podía simplemente no ayudar cuando que todos estan en peligro, no era algo que ella no haria, tenía que ayudar a su gente y tambien a los de otra manada, al fin y al c cabo eran seres vivos con sentimientos y vida. Y a pesar de estar embarazada, no iba a permitir que los mataran cuando ella podría hacer algo mientras tanto...eso no lo iba a permitir, iba a ser sobre su cadaber, iba a ayudar y a ser útil en todo lo que se le proponia, no podía imaginar pensar que aguno muera y dejar a sus hijos .
Bajo el arbol, escuchando el grito histerico del castaño llamandola, abdel estaba en porblemas y ella iba a ayudarlo aún que fuera lo ultimo que haría,—¡April! Detente ¡Ahora mismo!—Gritó tratando de seguirla, pero tropezaba con el arbol y Andre lo sugetaba para que este no se caiga.—Quedate ahí y mantete a salvo y ayuda desde arriba.—Ordeno mientras se preparaba para correr, no iba a deja que el muriera mientras ella estaba ahí junto a el, no lo iba a permitir. Sacó su navaja bañada de aconitum, iba a ser rapido y letal, mas para los mutentes, quienes tenían una debilidad muy notoria en esas armas. Acelero el paso con persistencia, tenia que llegar, soloen cuastion de segundos su vida acabaria y eso no lo iba a peritir.
Abdel se encontraba en una mala posicion, el estaba debajo del lobo mientras sostenía su madigula tratando de que no pasase lo que el pensabaa que iba a suceder, No podía morderlo si no se convertiria en un perro rabioso justo como ellos eran, tenía su pie justo en el peludo abdomen del bicho, empujandolo hacía atras para que este no pudiera razguñarlo con sus dientes mientras hacía fuerza con sus manos y brazos, era una tarea muy complicada, y mientras los demas lobos (Unos tres mas) trataban de quitarlo de encima, pero era como si se hubieran olvidado de de que solo se podían matar desde la cabeza, como si de un zombie se tratace. No quería saber quien habia sido el que quitó con una fuerza extraordinaria al animal peludo y matarlo en un segundo, pero tenía la intuicion, que el olor a rosas que había en el aire se trataba de la misma persona con la que esta por tener un hijo, quien tenía un bebe en pleno desarrollo en su vientre y sin embargo estaba ahí para ayudarlo, sin temer a q