Han pasado dos meses después de que la doctora Valeria, dio a luz. A sus bebés cada día los llevan a la clínica para que ella los amamante por dos veces y luego vuelven a casa en donde son alimentados con biberón por sus niñeras.En la cárcel del extranjero, el juicio de Balduin está programado para dentro de cinco meses, allí se definirá cuantos años estará en la prisión, lo que se rumora en su país es que tendrá que pasar toda su vida allá pero aún no se sabe a ciencia cierta, hasta que el juez le dicte la sentencia condenatoria.— ¿Saben quién es la que acompaña al Señor Carmelo a hacer sus maldades en contra de Valeria?Claro que sí es ella, la joven Teodora, es la mujer malvada que ha hecho hasta lo imposible para dañar a Valeria. Ella lo hace porque quiere alejarla de su primo Balduin, puesto que ella desde hace mucho tiempo está enamorada de él, pero éste nunca la ha visto como mujer, solo la ve como lo que es, su prima.Por eso es que ella siempre la ponía en mal delante de Ba
Narra Balduin...— Estoy aquí encerrado en esta maldita prisión, alejado de todo y de todos. Pero lo que más me duele es que no estoy para cuidar de mis hijos, Valeria me lo advirtió, pero yo por miedo a que a ella le hicieran daño, me fui para Cuba, y prácticamente solo a que me capturaran llegué.Me pregunto ¿quién será el infeliz que me vendió? Porque es obvio, que fue así como dieron con mi paradero, pero juro que si un día salgo de aquí los haré pagar muy caro su traición.Cuando mi abogado me dijo que mi esposa ya había dado a luz, me emocioné demasiado, jamás se me cruzó por la mente que un día formaría una familia. Pero luego él me dijo de qué forma lo había hecho y entonces yo me enfurecí, no entiendo porque quieren hacerle daño a ella si yo ya no estoy en el país y por lo tanto ya no les represento un peligro o competencia a mis rivales.A los días volvió a venir el abogado y me comentó que ahora ella está en coma, yo me siento como la mismísima mierd4 del infierno porque yo
— ¡Señores, les tenemos excelentes noticias! — dijo una de las enfermeras de la clínica en la cual están atendiendo a la doctora Valeria.— Díganos, señorita. — Respondió Vitorino.— La paciente ha respondido con positividad a la desfibrilación, ella nos ha comentado que se siente muy bien, por lo que en unas horas el médico determinará si le dan el alta para el día de mañana en horas de la tarde.— ¿De verdad ella se siente mejor? — Preguntó su hermano muy emocionado, pero a la vez incrédulo porque anteriormente le dijeron que ella estaba bien y de repente le dieron otro diagnóstico negativo.— Claro que sí, y si desea comprobar por sí mismo puede pasar a verla en este momento. — Dijo la enfermera, con una sonrisa.Ni corto ni perezoso, Vitorino se encaminó hasta la sala en donde está su querida hermanita del alma y allí la encontró, ella sentada en la camilla como si lo estuviese esperando.— Te extrañé mucho hermanita, te juro que pensé que te perdería. ¡Eres una tonta por asustarn
En casa de la doctora Valeria todo está muy tranquilo, hasta que uno de los bebés se despertó y comenzó con su habitual lloriqueo para que le den su pechito. Con los movimientos del niño, Valeria se despertó y cuando vio solo a dos de sus tres hijos se asustó mucho y pronto salió en busca de las niñeras, iba gritando como loca por aquel largo pasillo, e hiso que los escoltas se alarmaran.En cuestión de segundos todos estaban frente a ella, pero nadie está cargando a su hijo. — ¿Dónde está mi niño? ¿Quién de ustedes lo tiene? — Pregunta entre gritos y sollozos, y se desespera aún más cuando mira que todos se voltean a ver entre sí como preguntándose quién de ellos lo tiene. — Hace un rato yo entré a su habitación Señora, y los tres niños estaban junto a usted y creo que nadie más ha vuelto a entrar. — ¡No, no puede ser! busquen a mi hijo ¡Ahora mismo! — Les ordenó la doctora, sintiendo la adrenalina en sus venas, todos salieron en busca del bebé, las niñeras lo buscaron en cada rinc
Dos años más tarde…— Señora Valeria, ya que hoy es su cumpleaños número 27 nosotros le hemos preparado una sorpresa y queremos que usted asista sin poner pretextos. — Dijo uno de los escoltas.— No muchachos, lo lamento mucho pero ustedes saben que yo no tengo ánimos para celebrar. — Le respondió Valeria.— Ándele Señora, no nos deje mal parados, mire que hemos sacrificado parte de nuestro sueldo para hacerle esa sorpresa a usted, si no la acepta pensaremos que es una presumida y que el poder la ha hecho cambiar.— No digan eso, yo sigo siendo la misma de siempre. — Está bien vamos todos a festejar. — Dijo finalmente, la doctora.— A las seis de la tarde nos vamos.Valeria se acostó a dormir un rato y cuando ya solo faltaba media hora se levantó porque la niñera estaba tocando la puerta para entrar a vestir a los pequeños traviesos e inquietos diablillos (así les llama el joven Gonzalo).A las seis y veinte minutos de la tarde ya todos sus guardaespaldas estaban esperando por ella, h
Al día siguiente…Valeria amaneció entre los brazos de su amado, ella aun no lo puede creer que él ya esté aquí con ellos. Con mucho cuidado para no despertarlo, se levantó y sacó un pantalón y una blusa de la maleta que ha traído, se colocó su ropa interior limpia y salió en busca de sus hijos para que cuando su marido se despierte, se encuentre rodeado de sus pequeños diablillos.— ¿Qué pasa mami, a dónde nos llevas? —Preguntó el pequeño Jafet, todo somnoliento.— Vamos a conocer a papá mi amor. —Le respondió ella con mucha emoción.— ¿A papá? Preguntó la pequeña Gaby.Ellos conocen a su padre pero solo mediante fotografías, ya sea en la televisión o en los periódicos. Son unos niños de dos años de edad, por eso Valeria teme que no se sientan tranquilos con su papá.La niñera se quedó en la habitación y Valeria se llevó a los niños, abrió la puerta y su esposo aún está dormido. Ella colocó a sus hijos en el suelo al lado del camarote y los niños traviesos hicieron de las suyas.Siem
Dos años más tarde… — Vamos mi amor, puja lo más que puedes para que salga el bebé. —Dice Balduin, tomando de la mano a su mujer que está dando a luz por segunda ocasión. — Mirá desgraciado, si no tienes una cosa buena que decir mejor cierra la boca. —Le respondió Valeria, pero muy enojada, producto de los fuertes dolores que las contracciones le provocan. — ¡Está bien! —Si quieres también me salgo de la sala de parto para que estés tranquila. —Dijo su marido en broma, tratando de relajar el ambiente. — ¡Vete! —Por tu culpa estoy aquí tratando de dar a luz a dos bebés que no quieren colaborar para salir. — ¡Perfecto, entonces me voy! —Pero te recuerdo que yo no tengo movilidad en mis piernas, y eres tú la que me hace el amor, cariño. —Le habló en su oído a la chica, en voz baja para que las enfermeras no le escucharan. — No mi amor no te vayas, no me dejes sola. Balduin sonrió y besó la frente sudada de su mujer, él le prometió que a pesar de las circunstancias él estaría prese
En un día soleado Valeria salió a caminar al parque y de paso se compró un par de ramos con flores para llevarle al cementerio a sus padres ya fallecidos.En el preciso momento en el que ella pagó por el producto y se dio la vuelta, cayó al suelo un señor que iba pasando a su lado; le han disparado.Muchos de los transeúntes se acercaron a observar al señor que estaba mal herido y ella aunque con los nervios de punta por imaginar que es un milagro que esa bala no le cayó a ella, se acercó también con la intención de ayudar a aquel hombre- Soy médico por favor hagan espacio para que él no se asfixie-.Les pidió Valeria mientras le practicaba los primeros auxilios y pedía que llamaran a una ambulancia.Cuando la ambulancia llegó lo trasladaron hasta un hospital, pero poco después se supo que falleció porque la bala atravesó sus pulmones.Un hombre estaba en lo alto de un edificio al otro lado de la calle y con su fusil de francotirador tiene en la mira a su víctima, desde esa distancia