Valeria le entregó a Gonzalo las recetas para que se las pase al guardia y que le compre las vitaminas prenatales que deberá de tomar durante su embarazo. También le mandó los exámenes que le han recomendado, le dijo que los llevara al Centro Médico Nacional de Radiología e Imágenes y que le investigara cuál es el precio y que de una sola vez le agende la cita.

- ¿Y cómo le vas a hacer para que mi hermano no te vea salir el día que te toque ir a hacerte los exámenes? Preguntó el joven Gonzalo.

- Pues como sabrás, necesitaré mucho de la ayuda de ustedes-. Dijo Valeria con mucha pena.

- ¡Espero que no sea nada grave o algo que tenga que afectarle a mi sobrino! Exclamó el joven Gonzalo mientras con una mano acaricia el vientre de Valeria.

- Yo también espero lo mismo.

- Sé que es tonto lo que te voy a preguntar Valeria, pero ¿tú quieres a este bebé?

- Por supuesto que sí lo quiero, el hecho de que su padre y yo no sintamos nada el uno por el otro no significa que yo voy a despreciar a mi