Por GonzaloPensé en esperar que Ruth llegue a la puerta de la calle para ir a pedirle perdón, nuevamente, a Abigail y me sentí un cobarde, por no haber ido antes.Al pensar eso, creo que ni siquiera esperé a que mi novia llegara a la puerta de la calle, salí detrás de Ruth.Debe haber pensado que iba detrás de ella, pero giré hacía el sector, que hasta hace poco, no conocía.Me encontré con Teresa.-¿Abigail está disponible?...Ruth…Teresa, sin reprocharme nada, sonrió amablemente.-Ya la llamo, está en su habitación.-Permítame ir.Le dije, solo por ser formal, en realidad no esperé su respuesta, me dirigí a la habitación de Abigail, conocía el camino.Golpeé la puerta.-Pasá, mamá.Escucho que contesta.Abrí la puerta y la encontré a medio vestir, con su cabello mojado, recién duchada.Me quedé mudo, observándola.-¡Doctor!Se apresuró para ponerse un vestido, corto, sencillo, parecía de algodón, era de color rosa.-Perdón…no pensé que fuera usted.Dijo.-Perdón…nuevamente, no pens
Por AbyLe dejé el jugo sobre el escritorio, ella sigue hablando con desprecio y Gonzalo estaba muy serio, parecía que quería decir algo, pero no abría la boca.Me agaché para limpiar una mancha inexistente en el zapato de la… señorita y ella me pisó la mano, lo hizo a propósito, no pude evitar gemir del dolor, ella me echó la culpa a mí y en ese momento, Gonzalo me sorprendió.-¡Aby!¿Estás bien?¿Te duele? Dejame ver.Dijo el doctor y tomando mi otra mano, me ayudó a pararme y me revisó la mano que su novia me había pisado.Se debe haber puesto celosa, aunque no lo entiendo, porque es realmente muy bella, el jugo me lo arrojó en mi cara, mientras gritaba que estaba horrible.Entonces, Gonzalo, muy enojado, le preguntó si estaba loca y él mismo me limpió el rostro con unas servilletas, mientras me pedía perdón.No veía el momento de salir de ahí, estaba incómoda, tenía ganas de llorar, aunque no le quise dar el gusto a esa arpía, de llorar delante de ella, hasta saqué fuerzas del fondo
Por GonzaloVoy a hablar seriamente con Ruth, no me siento cómodo con esa gente, menos para tenerla tantas horas en mi casa.Tampoco me gustó que disponga, sin consultarme, de mi casa.Entre las mucamas estaba Aby.Sentí vergüenza, no la había vuelto a ver desde el beso.Ahora la veía, sirviendo a esta manga de inservibles, cuando seguramente, ella tendría que estar estudiando, por la fecha en que estábamos, para algún final.Ruth le hizo una seña a Aby, para que se acerque con la bandeja.Yo no podía ni mirarla.Definitivamente esto se salió de mis manos, solo porque, para no aguantarla, dejé que Ruth hiciera lo que se le antoje.Nuevamente estaban las dos mujeres ante mí, mi novia y la mujer que me dejaba sin aliento.Aby tiene esa frescura, esa inocencia reflejada en su rostro, que me vuelve loco.Aunque no la miré a la cara, mi mirada se posó en el cuerpo maravilloso de la futura médica.Ruth lo notó, creo que por eso la llamó.Ya estaba preparado para hablar, en cuanto Ruth agrav
Por AbigailPor unos días no lo ví.El sábado por la mañana, llegó a la mansión la señorita desagradable.Pidió verme y yo tenía miedo, que se hubiera enterado que el doctor me besó, aunque los únicos que lo sabíamos éramos él y yo.No sabía qué pensar.Me informó de una reunión para ese mismo día y me pidió una lista inmensa de aperitivos y bocadillos, canapés y sándwich, con ingredientes difíciles de conseguir.Estuve toda la mañana corriendo, para conseguir lo que la señorita engreída pidió.Luego, Juanita corrió aún más que yo y con la ayuda de varias mucamas, llegamos a tiempo, ahora espero que no nos tire nada por la cabeza.Hablé con dos mucamas, les pedí que tuvieran paciencia, les dije que seguramente recibiremos agravios de parte de esa gente.-La señorita Ruth pidió que yo les sirviera, por lo que creo, que el centro de su humillación voy a ser yo.Les explico.Mi madre está muy contrariada.-Esto pasa, porque el señor Felipe está de viaje, sino la miss, no se hubiera atrev
Por Gonzalo.Volví al parque.Es una locura lo que hice.Soy consciente que la seduje, que busqué cada momento de intimidad que tuvimosy no me refiero solo al sexo.-¿En dónde estuviste?Me pregunta Ruth.-En el baño.No preguntó nada más, el ambiente allí, seguía denso.Ruth tenía un humor insoportable.Por poco echa a sus invitados, todos se dieron cuenta de la mierda que flotaba en el ambiente.Todos se sentían parte de esa mierda.Dos de las chicas también estaban de mal humor, los muchachos, cada tanto seguían haciendo comentarios sobre Aby.Noto como una de las mucamas, mira, con una sonrisa despectiva a mi novia.Entiendo que todos la pasaron mal, Ruth no tiene límites, sin embargo, miré a la mucama, que cuando sintió mi mirada, bajó la vista y la sonrisa se le borró de la cara.No estaba defendiendo a mi novia, es indefendible lo que hizo, Aby, por suerte, sabía nadar, hasta se podría haber ahogado.Definitivamente Ruth está descontrolada.Y yo…también.La gente se fue tempra
Por GonzaloMe desperté temprano, aunque no en el horario en que suelo hacerlo, pero era domingo, pensé que me hubiera venido bien que fuera un día laborable, para encerrarme horas en un quirófano y no pensar en ella, porque sí, desde que abrí los ojos estaba pensando en Aby…No la puedo convertir en mi amante y muero por tomarla en mis brazos.Decido levantarme, luego de desayunar, voy a estudiar algunos casos.Mi sorpresa fue que había llegado mi padre.Tuve una alegría inmensa, lo extrañaba, es que al tener la misma profesión, siempre compartí muchas cosas con él y solemos charlar durante horas.Nos abrazamos con cariño y nos disponemos a desayunar.La que aparece para servirnos el desayuno, es Aby.-Buenos días doctor, bienvenido.Le dice a mi padre y a mí, evitó mirarme.-Buenos días Aby, gracias ¿Y María?-La hija está internada, con un embarazo de alto riesgo, está en la semana 34 de gestación y tiene preeclampsia, me tomé el atrevimiento de darle los días que necesite, yo la c
Por Gonzalo -Gonzalo, no me importan las clases sociales, solo quiero que seas feliz, que no repitas mi error, lo pagás por el resto de tu vida, te lo aseguro.-¿Quién era la mujer?Yo también soy directo.-Una mucama…la tía de Aby.-¿Tía de Aby? ¿La conozco? ¿Fue tu amante?-No podría llamarla amante y el día que me casé con tu madre, ella dejó la mansión, no la volví a ver, Jorge, el padre de Aby, siempre me aseguró que no sabía en dónde estaba su hermana, la busqué por cielo y tierra y nunca supe de ella, cuando me separé de tu madre, reinicié la búsqueda, estaba dispuesto a casarme con ella, no hay día en que no me arrepienta de haberla perdido.-Yo no lo sabía.-Tu madre también se había dado cuenta que Silvana me sacaba el aire, la maltrataba todo el tiempo y yo, cobardemente, lo permitía y cedí ante las presiones, creeme, no valió la pena y de verdad, lo único que me daba felicidad, era haberte tenido a vos.Abracé a mi padre.Sentí su dolor.Comprendí su trato con el personal
Por GonzaloEntramos a mi consultorio y Aby me pide lavarse las manos, había usado guantes, pero de todos modos, los médicos solemos lavarnos las manos y desinfectarnos continuamente.-Te felicito, vas a ser una excelente médica y tranquilizás a las personas de una manera increíble, me gusta tu aplomo.-Gracias, doctor, es que si yo me pongo nerviosa, el paciente se pone peor.-Es verdad.Se mira la ropa, está manchada de sangre.-Perdón…por manchar su sillón, su novia…-Aby, no me importa el sillón, le salvaste la vida a Juan.-Es que lamento que ustedes discutieron otra vez por mi culpa.No hay ni un reproche a mi actitud del otro día y piensa en no crearme problema.-Aby, no discutimos por vos, discutimos porque ella es realmente intolerante y hasta es mala persona.-Doctor, no pude hablar así de su futura esposa.-No es mi futura esposa, no es nada, la vi recién hoy, lo hice para terminar, de una vez por todas, con esa relación.Me miró, con sus ojos turquesas clavados en los míos