Zack

Mi reunión con TJ no mejoró mi estado de ánimo, sino todo lo contrario, lo empeoró. Me enteré de que hace poco nos visitaron agentes federales en el puerto de importaciones y revisaron todo nuestro cargamento. Nadie me había informado al respecto del tema, parece que alguien se encargó de que la información no llegara a mis manos. Por ende, tuve que movilizarme hasta el departamento de importaciones para verificar por mi cuenta la ruta que se estaba llevando a cabo para trasladar los envíos; allí pude darme cuenta de que un nuevo supervisor había cambiado las rutas sin motivo alguno.

Al darme enterarme de esto, despedí al empleado y puse a cargo a Javier; él tiene años trabajando para mí y sé que se encargará de solucionar el asunto de inmediato. La cita de la tarde con los demás gerentes terminó de empeorar mi día, no puedo creer lo incompetentes que pueden llegar a ser cuando no estoy a cargo.

—¡¿Acaso no pueden hacer nada bueno?! —bramo molesto—. Cómo es posible que la