Capítulo 3

Harry Payne

Voy de regreso a la oficina luego de haber visto la imagen más graciosa de mi vida. Es decir, al principio me molesté, no esperé encontrar a una trabajadora de tal modo en mi casa. Luego la escuché cantar y al entenderla perfectamente en español, me causó mucha gracia.

Me quedé observando, hasta que comenzó a menear las caderas y eso me desequilibró por completo. Llevaba puesto su uniforme, un vestido de dos piezas con falda y camisa, a pesar de que no le quedaba tan ajustado pude observar muy bien su cuerpo. Cuando noté que comenzó a bajar del banco al ritmo de la música, quedé en shock. Es una mujer muy hermosa y joven. Tenía su cabello recogido en un moño alto y su voz era tan cálida que emanaba tranquilidad.

Me acerqué a ella porque la vi recoger sus cosas y la verdad no quería que se marchara. Cuando me indicó que solo era la persona encargada de la limpieza, mi mente quiso imaginársela en diferentes escenarios, pero tuve que alejar rápidamente esos pensamientos. La vi por última vez y salí de allí lo más rápido que pude. Jamás había estado en una situación parecida. Grace es la que se encargaba de mí y de la casa, ahora tendré que seguir viendo a esta hermosura sin poder tocarla. 

«¡Es una sirvienta, por Dios!».

«¡Soy Harry Payne el hombre que cualquier mujer desea! Nunca podría estar con alguien como ella. ¿Para qué? ¿Para que luego quiera atraparme por mi dinero? ¡Jamás!»

Actualmente, estoy en una relación con la hija de un empresario muy importante. Su padre y yo realizamos un acuerdo, creando así una alianza que traerá muchos beneficios, sobre todo para mí, ya que es hija única y la empresa pasará a estar en mis manos. Ya compré el anillo, solo falta preparar algo junto a mi familia para hacer oficial el compromiso ante los medios de comunicación.

Actualmente, me hago cargo de las empresas que dejó mi padre; somos tres hermanos y yo soy el mayor. No obstante, mis hermanas no quisieron meter sus manos en esta industria. Por tanto, me tocó comprarle a cada una su parte. 

Mi padre falleció hace unos cinco años a causa de un paro respiratorio, producto del estrés que tuvo durante tanto tiempo dirigiendo el imperio hotelero más grande del país. Mi madre, por su parte, trata de mantenerse ocupada para no decaer, ya que ambos tenían una relación admirable. 

Tomé el lugar de él porque no quería que se fuera al drenaje todo por lo que tanto luchó en construir. Tenemos hoteles y restaurantes por todo el mundo, así que viajo constantemente a causa del trabajo. 

Al llegar a la empresa y entrar, suena mi movil. Lo saco rápidamente del bolsillo y bufo al observar el nombre en la pantalla.

»Hola, Brooklyn —respondo al descolgar la llamada de mala gana. 

»Hola, cariño, quise llamarte para saber cómo estabas y si podíamos vernos por la noche en tu casa.

»No lo sé, Brook. Tengo mucho trabajo.

»Bueno, entonces trata de salir temprano, quiero verte.

»Veré qué puedo hacer… Debo colgar —la verdad no la soporto cuando se pone en este plan. Estoy con ella porque me beneficia, pero a veces quiero tirar la toalla. No tiene nada bueno en la cabeza, de seguro quiere algo y por eso desea verme. Siendo sincero, únicamente siento atracción física por ella, de igual forma debo mantenerla contenta para tener a su padre comiendo de mi mano.

(...)

Mía Morales

Luego de retirar a Michelle en la escuela y dejarla en casa, me dirijo a buscar a Grace para comentarle lo ocurrido con Harry hace un rato.

—¿Grace? —La llamo entrando a la casa grande.

—Estoy en la cocina —responde en voz alta.

—¡Hola! —la saludo al entrar.

—Hola, querida. ¿Ya fuiste a buscar a Michelle?

—Sí, la dejé haciendo la tarea. Estaba emocionada porque su amiguita Amanda la invitó a su fiesta, aunque no creo que vaya a poder ir.

—No me digas, le matarás la ilusión, cariño. ¿Por qué piensas que no podrá ir?

—Debo contarte algo que pasó en la mañana, Grace. Creo que me despedirán.

—¡¿Cómo?! Pero… ¿Qué pasó?

—Verás estaba limpiando como de costumbre, luego el señor Harry me encontró en su oficina bailando y cantando. Sentí mucha vergüenza. Jamás imaginé que me vería así. Supongo que estaba molesto, no lo sé. Pero definitivamente me doy por despedida desde hoy —suelto un suspiro y coloco las manos en mi rostro.

—Tranquila, cariño, eso no va a pasar y de ser así yo te defenderé. No estabas haciendo nada malo, cuando él se fue no me comentó nada. Así que no te preocupes, de todas maneras, si al llegar me comenta algo, te aviso y llamamos a la señora Charlotte. ¿Está bien?

—De acuerdo. Muchas gracias, Grace. No sé qué haría sin ti, no quiero perder esta oportunidad.

—Ya verás que nada pasará, tranquila…

—Ok. Bueno, déjame ayudarte a acomodar todo esto.

Luego de terminar toda mi jornada, ayudo a Grace a cocinar y preparo unos ricos cupcakes rellenos de chocolate con crema de mantequilla encima. Hago varios y Grace piensa que es buena idea dejar unos en el centro de la mesa para que el señor Harry pueda degustarlos.

—Ojalá que se endulce con los cupcakes y se apiade de mí —comento, riendo un poco.

Ella ríe antes de proferir:

—No te preocupes por eso, yo hablaré con él.

—Buenas, señoritas. —Escuchamos a Tom entrar, interrumpiendo nuestra charla.

—Cariño que bueno que ya estás aquí. Mira, Mía hizo unos cupcakes que quedaron riquísimos. Prueba uno —le ofrece Grace.

Él lo toma y lo lleva a su boca.

—Mmmm… ¡Qué delicia, Mía!, nos pondrás gordos con estos dulces —comenta riendo.

—Gorditos de puro amor —expreso y todos reímos.

Después de varias horas, estamos terminando de acomodar la cocina cuando suena el timbre y Grace se apresura a abrir. Tom y yo nos quedamos conversando mientras termino de lavar lo que ensuciamos.

—Como le digo señorita, no tengo autorizado que espere al joven en la casa. Déjeme hablar con él —escuchamos la voz de Grace acercándose. 

—¿Disculpa? Sabes muy bien quién soy y aun así me prohíbes prepararle una sorpresa a mi novio, ¿quién te crees para detenerme? Solo eres una sirvienta más en esta casa. Yo misma lo llamaré y haré que te eche.

¡¿Qué ha dicho esta mujer?! No tengo idea de quién podrá ser, pero esto no se quedará así. Me seco las manos para ponerla en su lugar cuando Tom me toma del brazo y me hace señas para que me quede tranquila.

—Señora Jackson, considero que ya mi esposa le aclaró que no puede estar aquí. El señor ha dejado estrictamente estipulado que no se admiten visitas, al menos que él lo consienta. Así que, por favor, le pedimos que se retire.

—¡¿Qué?! Ya mismo verán que yo también tengo derecho a mandar en esta casa. Ustedes no son nadie para decirme lo que debo o no hacer —grita eufórica.

Si vuelve a ofenderlos, esta mujer me va a conocer, y no me importará que me corran el día de hoy.

Tras su comentario, la vemos tecleando algo en su teléfono y escuchamos pasos acercándose.

—¿Qué es este escándalo? —pregunta Harry llegando a nosotros. 

«Dios, que guapo es este hombre, incluso cuando está molesto», pienso.

—Cariño me alegra que estés aquí, esta gente no me permitía esperarte, yo deseaba sorprenderte y me arruinaron el momento. Deberías despedirlos por no hacerle caso a tu novia y hacerme pasar un mal rato —se acuna en su pecho y comienza a sollozar.

Me quedo atónita. ¡¿Es en serio?! Que mujer tan falsa. Veo como él la retira de su regazo y la suelta bruscamente…

—Ellos obedecen mis órdenes Brooklyn y hacen bien. Es mi casa, así que el único que tiene derecho a dar órdenes aquí soy yo. Además, Tom y Grace no son unos simples empleados, son parte de mi familia. La que está de más eres tú, será mejor que te retires, tu actitud de niña mimada no la toleraré en estos momentos.

¡Lo amo! ¡Es mi héroe!, es capaz de poner en su lugar a esa loca con alas de grandeza y defender a los suyos.

—¡¿Qué?! ¿Ahora tú te pondrás en mi contra? —solloza—. Pero… pero soy tu novia Harry.

—Lo sé. Sin embargo, eso no te da el derecho de insultarlos como lo has hecho. Escuché la conversación completa; así que tengo base para decir esto. Retírate, ya me amargaste la noche, no quiero verte.

—Cariño, por favor… olvidemos este malentendido, ¿sí?

—No, Brooklyn, hablo en serio. No quiero tenerte cerca, deseo descansar y lo menos que haré si te quedas, es eso.

Quisiera quedarme a seguir observando la escena, pero debo irme, Michelle me espera; cuando le llevé el cupcake le dije que no demoraría y ya ha pasado mucho rato de eso. Aprovecho de despedirme de Grace y Tom cuando Harry se gira a acompañar a la arpía hasta la salida.

—Bueno Grace, me voy. Me avisas cualquier cosa que llegue a surgir, por favor.

—Tranquila, cariño, ve.

Asiento y salgo rápidamente antes de que Harry regrese.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo