Ambos se miraban seriamente, Nicolae sentía que esta era su primera pelea matrimonial, muy diferente de otra discusión cualquiera que hayan tenido antes, lo cual le hacia sonreír, porque el motivo era totalmente descabellado.En medio de la situación sintió su cuerpo caliente contra el de él, ella lo abrazaba con fuerza, mientras también la abrazaba de regreso. -Te lo dejare claro por si no lo sabes, no eres ni nunca serás la sombra de tu gemelo, eres único, esa es una de las características que más me han gustado de ti, que ninguna persona tiene la vivacidad que tú tienes, la alegría por cosas pequeñas y la atención que pones en los sentimientos de los demás-Su cuerpo no pudo con la confesión, fue buscando donde sentarse, pero sin querer abandonar la cercanía con la mujer, la arrastro con el hasta la cama.-¿Estás segura que quieres seguir siendo mi esposa- Preguntó con miedo, sosteniéndole la mirada.-Eso ya es cuestión tuya, porque el que parece querer deshacerse de mi eres tu- L
Nicolae soltó una risita estúpida sin saber que hacer o que decir así que optó por seguir con lo que estaba haciendo. Acercó su boca a los finos labios de ella, los saboreó y besó a su antojo.Sentía como ella se dejaba llevar, Ann se había quedado quieta en todo el proceso, la miraba mientras ella se dedicó a analizar sus movimientos, en busca de una respuesta más contundente, él le propino un leve mordisco con el que se ganó una mirada matadora que la hizo salir de su trance de simple observadora comenzando a actuar.Se unieron en una danza suave y lenta que duro varios minutos hasta que el aliento se le acabó. Ambos se separaron a coger aire mientras se sonreían mutuamente, aunque no duro mucho pues en cuanto recuperaron el aire volvieron a acercar sus rostros.Sus labios se unieron nuevamente en una caricia más atrevida, como queriendo sentirse más. Totalmente extasiados, el castaño se saciado de sus labios, busco nuevos caminos, bajo su cabeza en busca de la piel expuestas, lu le
Separa su boca y el quejido fue inmediato.-¿Por qué te alejaste? Estaba pronta a venirme- Refunfuño mientras él la admiraba.Le siseo con gracia, no podía apartar la vista de su acompasado cuerpo, y su rosado coño en el cual se dejaría ir con total placer.Se ubicó entre sus piernas, primero buscando sus labios y masajeando su clítoris un poco más, la respuesta llegó muy pronto, estaba receptiva, dispuesta a el.-Vamos Nicolae, no más juegos, te quiero adentro- Le indico con una mirada suplicante.Si algo nunca le importo era quien tenía el poder, así que cedió ante las insinuaciones, acerco su pene a la entrada, agarrándolo y comenzó a frotarlo entre sus partes, haciéndola ansiar en anticipación.Así luego, ubico su gran glande en la entrada, punteando su vagina con un leve empujón, quiera grabar todo a fuerzas en su cerebro, se estaba tomando su tiempo para conocer todo, para conocer cuál era el sabor de su piel, a que olía su excitación, en un impulso, se introdujo dentro de ella
Verse en el espejo era uno de sus grandes pasiones, al final, este delataba el gusto que tenía por comenzar un nuevo día. Adoraba verse impecable, nadie podía negar el atractivo y el porte de rey que se cargaba, uno que siempre le había ayudado a ganar a cualquier mujer que deseaba, lastimosamente por ahora solo tenía ojos y pensamiento para una, su amada cuñada.A pesar de ser muy temprano en la mañana para ir a la oficina, se había preparado con esmero, quería verse impoluto, al final de cuentas se había redimido de una forma u otra con ella y tomaría un pequeño tiempo de trabajo en la oficina para arreglar su situación amorosa.Se había atrevido a manejar hasta el hogar de los recién casados, al final, la promesa había quedado en el aire, ella volvería a ser de él, y su hermano se quitaría del camino.Por los pasillos de la unidad se veían pasar atareados en las labores de limpieza al personal encargado de mantener el área limpia, y debía agradecer que el parecido con su hermano fu
Aunque quería una respuesta, no esperaba tal cinismo, lo había prometido, le mintió en la cara.Agarro con ira la bandeja, lanzándoles toda la comida que allí yacía, entre esos un té caliente que fue a parar a la blanca piel de Ann, al caer en la sabana y traspasar la tela.-De verdad que eres un maldito imbécil, no haces ni una sola bien- Le reclamo la mujer para luego verla levantarse y salir al baño, tapándose únicamente con la cobija.-Además Jonathan- Escucho que Nicolae le hablo, haciéndolo girar su cabeza – No comprendo que haces de nuevo en mi casa, el que está mal ubicado eres tú-Su respuesta lo único que provocó fue subir la furia a otro nivel y seguía conteniéndose para no causar otro desastre mayor que le volviera a poner en desventaja.Sus debían fallarle, no era posible, es decir, él había visto la pelea anoche, lo que había ocurrido, lo que le habían prometido y le hicieron comprometerse. Buscó por todos lados la figura femenina, esperando que ya hubiera salido del bañ
-Claro que me atrevería muchacho, no dudes de mis habilidades, y tu – Dijo señalándolo entre los dos – Jonathan, ella está fuera de tu alcance, deja de pensar en ella, deja de vivir encaprichado con algo que ya no va a ser-Pero no pudo terminar su frase, porque Jonathan con ira resoplo de regreso, interrumpiéndola.-Me niego a perderla, no voy a permitir perder ante Nicolae, no quiero, no lo deseo, ¡No sucederá! - Respondió entre gritos de frustración lastimando su garganta – Esperé muchas cosas de tu parte abuela, pero no que me pidieras resignación- Espeto molesto.Acto seguido, se levantó muy molesto, empujando la silla con fuerza, haciendo que fuera al suelo con un fuerte estruendo, abandonando el espacio y estrellando todo a su paso.Pudo percibir como Nicolae quiso intervenir, lanzando su mano hacia él, pero lo cobarde lo caracterizaba, porque como resorte noto como la retraía a si mismo con mayor rapidez, todos a su alrededor siempre lo habían dejado solo, lidiando con sus sen
-Hola Ann- Dijo adentrándose al despacho gerencial.Sabía bien reconocer la voz, y sabía que su empleada lo dejaba pasar sin avisarle, porque algo se debían ese par, y aunque por un momento pensó en investigarlo, más le valía su tranquilidad, al final, ya no había nada que la atara con el castaño.-¿Qué quieres?, ni me molestare en preguntarte porque no tocaste, habla rápido, que debo irme a uno de mis proyectos- Respondió indiferente.-Vine a saludarte, y en especial a saber cómo estabas- O era estúpido o la tomaba por estúpida a ella, ya estaba curtida en sus avances y deseos.-De eso nada, solo vienes a espiar y volver a intentar poner en marcha algo nuevo- Le indico indiferente – Y no te atrevas a acercarte Jonathan – Le dijo al verlo encaminarse a ella, más esto no lo detuvo.- Me acerco si así lo deseo – Dijo aprisionándola contra el escritorio – Y te va a gustar lo que te vengo a decir mujer, deja de ser tan reacia- Lo sintió dejar un beso húmedo en su cuello que le causo esc
Claramente, había un porque, al morir sus padres, él fue el único en ayudarla. Aunque era sólo un amigo de su progenitor, figuraba como un verdadero mentor que la había alejado en muchas ocasiones de la vida que tenía que aguantar con su familia biológica, le había mostrando la otra cara de la vida fuera del abuso, más las cicatrices quedaron, porque a pesar de todo, nunca pudo verlo como un verdadero padre, temía que en mitad de la noche los golpes volverían a su cuerpo. -¿Cómo estás Ann?-Preguntó con ese tono fraternal y protector.-Mal- Confesó sin lastima, ni autocompasión- No sé qué haces aquí, y menos en la forma tan insistente que te presentaste-El recién llegado poso su mirada en ella fijamente, sus palabras no podían ser más certeras al referirse a su estado de ánimo. Observó fijamente el anillo que ostentaba en su mano y sonrió.-Veo que aún siguen juntos, esto es inesperado- Soltó el hombre desencadenando la molestia de la mujer -Siempre es bueno contar con una segunda