Noah se quedó de piedra, estaba seguro que su amigo aun no le había comentado nada a Emma, su madre ni a su hermana, pero ya no había más que hacer, se apresuró a la puerta y alli encontro a madre e hija con los brazos cruzados, — ¿Como es posible que te guardaras algo así?, después de tantos años de albergarte en casa como un hijo más.

El apenado bajó la cabeza, — Tienes razón, sin embargo, Lucas me pidió que esperara para evitar que te sintieras mal.

— No soy una niña, soy su madre y hasta que me muera estaré allí cuando tenga dificultades.

— Tienes razón, pero primero que todo por favor pasa para que hablemos mejor y llevarte hasta donde está, estamos haciendo una pequeña celebración por mi compromiso, de hecho tengo mucho que contarte.

— Esta bien — , las dos mujeres entraron y Noah giró instrucciones para que llevaran las maletas de las invitadas a las habitaciones de huéspedes y caminó con ella entre los invitados entre ellos Leonardo que no paró de mirar a la hermosa recién