Giancarlo se había adentrado al interior del bosque junto a Rosseti, para poner a prueba las prácticas que este le había inculcado en el pasar del tiempo, pese a su estrés, Gian insistió que era buena idea enseñarle defensa personal y manejo de armas de fuego para evitar ser una víctima ante cualquier atacante que pudiera perjudicar su vida. Eran las diez de la mañana de un día hermoso, los pájaros cantaban y el sol arropaba todo el inmenso bosque que los rodeaba, por lo que parecía ser un excelente día para entrenar.“…”—De acuerdo, recuerda lo que te enseñe, respira profundo, mantén la postura y coloca tus piernas una delante de la otra, para que el retroceso del arma no te lastime — Se coloca al lado de Rosseti — ahora, dispara.Abi dispara las 15 balas que porta una beretta, armamento que está usando para practicar al tiro al blanco.—Muy bien, ahora recarga, el martillo está completamente hacia atrás, suelta el cargador, intercámbialo por el otro y con tu mano mueve el martillo
Giancarlo se acerca a la ventana y observa a dos caballeros vestidos de negros acercándose a la puerta principal de la casa, trata de mantener la calma y se mueve a uno de los cuartos en donde descubre que el difunto, Giovanni, poseía armamento. Se equipa con un rifle de casería, y una Mp5 especial, más su Glock, estaba preparado para hacerle frente a los soldados.— ¡Giovanni, estamos aquí, salgan tú y tu rehén con las manos arriba! — Gritan los soldados. Acto seguido golpean la puerta y arrojan una granada cegadora en el interior de la casa — ¡VAMOS, VAMOS, VAMOS!Giancarlo se oculta tras una pared y da frente con los soldados y con la ametralladora que había adquirido, disparando a los contrincantes y abatiéndolos sin esfuerzo alguno, se acerca a toda prisa a ellos, y le quita un comunicador a uno de los abatidos y reemplaza la Mp5 por una ametralladora mucho más grande y efectiva, una M4 con silenciador. Giancarlo se coloca el comunicador, y corre a toda prisa por la puerta de atr
— ¿Qué sucedió allí atrás? — Pregunta Abi.—No lo sé, el señor actuó de manera respetuosa, pero como no te observo despierta, se imaginó que te estaba secuestrando —Se ríe — Maldito viejo estúpido.— ¡Oye! —Abi golpea su brazo —Un poco más de respeto, me parece algo muy tierno de alguien tan mayor —Observa por su ventana —Al menos el sí se preocupó por mí.— ¿Qué? ¿Qué insinúas?— Giancarlo la mira juzgandola — ¿Por qué dices eso?—No lo sé, será porque vamos a mitad de la noche a toda velocidad, muertos de sueño, ¿y sin saber a dónde carajos vamos a llegar? ¿Será por eso que lo digo?— ¡Oh vamos Rosseti! No me vengas con tonterías, solo trato de mantenerte a salvo, ¿de acuerdo?—Si claro, exponiéndome en la oscuridad.—Giancarlo se queda mirando a la carretera en un silencio muy incómodo, luego de lo que Abi reclama — Está bien, ¿sabes qué? Si, si tienes razón, soy una persona inconsciente, soy tan inconsciente, que te he entrenado durante todos estos meses, para que te mantengas en f
“…”— Quiero reporte de todo lo que paso la casa de Giovanni—comenta Richard, líder de los mercenarios.—Al llegar con el grupo “B” notamos que dos de los hombres que enviamos a investigar estaban muertos señor, junto a ellos estaba el señor Giovanni — Dice uno de los soldados.— ¡Demonios! —Patea una de las sillas del lugar — ¿Cómo mierdas sucedió esto eh? ¿Era una maldita emboscada? Y se supone que ustedes son lo mejor de lo mejor ¿Cómo carajos los venció un vil criminal de la mafia?— Richard enfurecido pregunta — ¿Sabes qué? ¡Lárgate de aquí!—Con todo respeto Richard—Interrumpe Gerónimo— no es cualquier criminal — Menciona— Según nuestras investigaciones y expedientes secretos, Giancarlo D`angelo, es uno de los gatilleros principales de Bonelli — Saca los documentos y comienza a mostrarle fotos.— ¿Y qué significa esto?—Estas son… —Empieza a sacar foto por foto —Todas las victimas confirmadas de dicho “criminal”— ¡Mierda! —Richard comienza a ver como caen fotos del sobre —Este s
Italia resultaba un paraje prácticamente desconocido por el tiempo que había pasado, y al pisar el aeropuerto y convivir entre la gente, hacían sentir a Tony incómodo y a la vez muy extraño.—Bonelli busca entre sus cosas y encuentra el número de un antiguo informante —…— ¿Collins? — Pregunta Bonelli.—Sí, buenos días… ¿Quién habla?— ¿Acaso olvidaste mi voz?—Lo siento caballero, pero creo que está equivocado.—Un tiempo ausente y todos te olvidan —Tony se posa en una pared — Collins soy Tony Bonelli, hablamos hace un tiempo en los estados unidos, aún guardaba tu contacto.— ¡BONELLI! ¡DEMONIOS! ¡CUANTO TIEMPO HA PASADO SEÑOR!—Sí, sí, más de lo que debería.—Le seré honesto, señor, estoy en serios problemas si nos comunicamos por aquí.— ¿Qué? ¿Por qué?—Las cosas han cambiado mucho por aquí, la policía Italiana se alió con nosotros y estamos ahora en una operación en conjunto, estoy corriendo un grave peligro si nos descubren charlando, o hacen un chequeo a mi teléfono.— ¿En dónde
El tiempo ha sido uno de los recursos más importantes para una persona que sabe esperar, los pacientes siempre tienen la bendición de ser premiados con beneficios impresionantes, a veces inimaginables, conocer a las personas no basta, ya que uno jamás termina de conocer a las personas, al haber pasado tanto tiempo, Bonelli sentía el ambiente extraño e irreconocible, el año fuera de su país había sido suficiente para volverlo un completo extraño, para él había sido como si se fuera alejado por muchísimo más tiempo. Ya se encontraba en el lugar que su informante y al parecer nuevo colega Collins le había dado por dirección, aun con un poco de sospecha por la amabilidad de un sujeto que solo vio una sola vez, pero que fue de utilidad en su tiempo, sintió en su instinto que quizás, no se trataba de un traidor, sino más bien un arma que podía ser utilizada a la larga en contra de aquellos que si querían lastimarlo. Bonelli estaba en un aposento ajeno, pero acogedor, tuvo un día un poco tra
El estado de ansiedad que Tony trataba de ocultar, se mantenía vigente, pero muy discreto, literalmente sentía que estaba siendo emboscado disimuladamente, y todos sus sentidos gritaban que le disparara en la cara a Collins y saliera huyendo con el coche. Por otra parte, su lado humano pedía que confiara a ver qué era lo que tanto insistía este sujeto que viera.—Estamos cerca Tony —comenta Collins, su comportamiento es distinto, ya no muestra esa mirada con un toque de alegría, sino más bien ahora parece decidido y muy empoderado —Todas tus dudas serán respondidas en este lugar —Aclara.—Eso espero — Tony lo observa fijo por segundos, pero al girar la mirada al frente observa un paisaje hermoso en el que la frondosidad de los árboles es algo abismal, los colores, las aves en el cielo, y una pisca de clima tropical hacían del sitio algo magnífico.— ¿Qué es todo esto? — Pregunta Bonelli —Jamás había oído hablar de este sitio.—Es, porque técnicamente no existe —Ríe.— ¿Y de qué se tra
“…”— ¿Giancarlo? — Habla por el celular Abi.— ¿Qué sucede? ¿Está todo bien?—Si, por supuesto, acabamos de llegar, y estamos ordenando las maletas en el cuarto que ocuparemos.—Me parece excelente, estoy en la búsqueda de respuestas Abi, necesito saber que no estamos solos en este jodido lugar, espero que ya hallas aclarado a tus amigas nuestra situación.¿Debería hacerlo?—No lo sé, pero si quieres mantenerlas con vida, creo que lo más sano es que lo hagas.—Aún no, estoy fuera del apartamento, cuando me adentre puedo apostar que será un interrogatorio muy largo para mí — Ríe nerviosa.—Lo correcto sería explicarles la situación pausadamente, porque técnicamente somos criminales, por mi parte no hay problema, ¿pero tú? Tu sí que preocuparas bastante a esas chicas, es por eso que tenía un poco de dudas referentes al venir aquí.—Bueno, pienso que ya no podemos retractarnos.—No, es muy difícil ya, de todas maneras no hagas algo tonto como pasear por las calles, hay que mantener la d