-¿Quieres más?-preguntó la mamá de Dylan.
-Sí, por favor.-no resistir la tentación.
Ella sirvió tres langostinos rebozados en mi plato.
-Gracias, señora Moon.-dije contenta.
-Dime Clare.-me devolvió una sonrisa.-Avísame si quieres más.-dijo con cariño.
Asentí con gusto y me metí un bocado de mi platillo a la boca.
-¡Mamá!-protestó Dylan.-Dijiste que no había más.
-No hay más pero para ti.-remarcó su padre.-Si fuera por ti no dejarías nada para nuestra visita.
-Pero papá, no es justo.-se hizo el indignado.
Escuchaba atentamente las "quej
Al despertar un dolor inmenso inundó mi cabeza. Apenas podía abrir los ojos. Intenté levantarme pero sin muchos éxitos.Con las fuerzas que me quedaban toqué mi frente.-No, no tengo fiebre.-descarté.-¿Qué me pasó? ¿Por qué me duele tanto la cabeza?-me pregunté.Parecía como si un camión hubiera pasado por encima mío.Sin más opciones, cerré los ojos y volví a dormirme profundamente.Pasado un tiempo, nuevamente entreabrí mi
NARRACIÓN EXTRAPasado un largo tiempo, Nathan decidió ir a buscar a Lexi. Ya se estaba tardando demasiado en la búsqueda de snacks para la próxima película.Al llegar a la cocina quedó impacto del desastre que había por doquier. A donde miraba había rastros de un líquido que parecía ser batido de chocolate.-¡Dame eso!-exclamó Dylan.-Ya no puedes...Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, Lexi se había tomado el contenido del vaso.Satisfecha por su victoria, ella sacó la lengua en señal de burla.-Nathan me matará.-suspiró él.-Sí.... queeee sí.-asintió ella riendo.Después de todo el alcohol ingerido, estaba muy ebria. No pod&iacu
Mojada y agotada me apoyé sobre la ventana del bus de larga distancia con la esperanza de que el paisaje de la ruta pudiera distraerme de mis pensamientos. Pocos segundos después me dí cuenta que no funcionaría, la humedad de la lluvia había empañado todas las ventanillas.Mis cabellos mojados pegados a mi rostro ya no me importaban. Estaba demasiado exhausta.Mi brazo aún ardía de las heridas y mis rodillas me dolían por los moretones a causa de la caída. Por suerte ya no me dolían tanto como al principio.Mi mente no paraba de reproducir los sucesos del día. Mientras más pensaba, menos podía contener mis lágrimas.Era como si todo lo que había guardado estos
-Lo..lo siento.-dije rápidamente con la cabeza baja.-Deberías. -afirmó ella.-Ugh...¿cómo te atreves a tocarme?-despreció.-Lo..lo..lo siento.-repetí pero esta vez más bajo.Me costaba mantenerme de pie, mi vista se estaba nublando y comencé a perder el control de mi cuerpo. De pronto, ya no escuché más las quejas o tal vez los insultos de Tania. Pues perdí el equilibrio y caí para atrás.-Esto va a doler.-pensé.Sin embargo, no sentí el golpe seco contra el suelo. Alguien había detenido mi caída. Pero ya había perdido la conciencia en sus brazos..
Lo primero que ví al despertar fue el bello rostro de Nathan a unos centímetros de mí. Como su brazo envolvía mi cintura, temía que cualquier movimiento brusco lo despertara. Y esa fue la excusa perfecta para seguir admirando su belleza.La noche anterior decidí no guardarme nada. Expresé todo lo que sentía y lo que había vivido todos estos años. Me "desnudé" ante él.Paz y alivio fue lo primero que sentí. Era como si las heridas de todos estos años que habían permanecido en mí, se hubieran cicatrizado. La sensación de libertad que me rodeaba, por no cargar más con dichas emociones ,me traía felicidad.No podía negar que me gustaba cada vez más Nathan. No sabría de
-Pero...pero eso no significa que Nathan y yo...-traté de calmarme.-Lexi, por favor.-dijo Lana en tono obvio.- Todo Dexter sabemos que Nathan es muy antipático con las chicas, ¿en serio crees que pensaran que no hay nada entre ustedes?-cuestionó.Por un momento no supe qué responder.-Tal vez ... .tal vez...solo quería ayudar.-dije luego de un largo rato. -Ser...¿un buen compañero?-intenté buscar otra explicación.-Por favor Lexi.-se estalló en risas.-Por más tontos que sean tampoco están ciegos. Todos vieron cómo te miraba y cómo te cargaba en sus brazos. Hasta hay videos de eso. De no ser por el barullo que se produjo me habría perdido de semejante momento.-
-Te acompaño mañana a la escuela.-propuso Nathan de repente.Dejé de jugar con sus cabellos.-No, está bien.-rechacé.-Será peor si nos ven juntos.-opiné.-Algún día se iba a saber.-dijo acostado en mi pierna.-Pero no creí que fuera tan pronto.-suspiré.-Lo siento.-pasó su mano por mi mejilla.-En aquel momento no pensé en otra cosa cuando te ví caer.-se apenó.-No te estoy culpando.-apoyé mi cara sobre su mano.-Es solo que estoy nerviosa por volver a Dexter.-admití.-Tranquila, todos estarán más pendiente
-Señorita Venner, ya que se encuentra muy interesada en lo que digo.-de pronto escuché.-¿Por qué no nos cuenta su opinión acerca del tema de hoy?-¡Rayos! ¿De qué hablo?-me alarmé.-Emm ... .-no sabía qué decir.-La estoy esperando señorita Venner.-insistía el profesor Hutson.Unas risas interrumpieron mi momento de desesperación. Eran los mismos chicos de adelante que habían hablado mal de mí.-Lo que me faltaba.-me dije.-No, esta vez no les voy a dar el gusto.