Mojada y agotada me apoyé sobre la ventana del bus de larga distancia con la esperanza de que el paisaje de la ruta pudiera distraerme de mis pensamientos. Pocos segundos después me dí cuenta que no funcionaría, la humedad de la lluvia había empañado todas las ventanillas.
Mis cabellos mojados pegados a mi rostro ya no me importaban. Estaba demasiado exhausta.
Mi brazo aún ardía de las heridas y mis rodillas me dolían por los moretones a causa de la caída. Por suerte ya no me dolían tanto como al principio.
Mi mente no paraba de reproducir los sucesos del día. Mientras más pensaba, menos podía contener mis lágrimas.
Era como si todo lo que había guardado estos
-Lo..lo siento.-dije rápidamente con la cabeza baja.-Deberías. -afirmó ella.-Ugh...¿cómo te atreves a tocarme?-despreció.-Lo..lo..lo siento.-repetí pero esta vez más bajo.Me costaba mantenerme de pie, mi vista se estaba nublando y comencé a perder el control de mi cuerpo. De pronto, ya no escuché más las quejas o tal vez los insultos de Tania. Pues perdí el equilibrio y caí para atrás.-Esto va a doler.-pensé.Sin embargo, no sentí el golpe seco contra el suelo. Alguien había detenido mi caída. Pero ya había perdido la conciencia en sus brazos..
Lo primero que ví al despertar fue el bello rostro de Nathan a unos centímetros de mí. Como su brazo envolvía mi cintura, temía que cualquier movimiento brusco lo despertara. Y esa fue la excusa perfecta para seguir admirando su belleza.La noche anterior decidí no guardarme nada. Expresé todo lo que sentía y lo que había vivido todos estos años. Me "desnudé" ante él.Paz y alivio fue lo primero que sentí. Era como si las heridas de todos estos años que habían permanecido en mí, se hubieran cicatrizado. La sensación de libertad que me rodeaba, por no cargar más con dichas emociones ,me traía felicidad.No podía negar que me gustaba cada vez más Nathan. No sabría de
-Pero...pero eso no significa que Nathan y yo...-traté de calmarme.-Lexi, por favor.-dijo Lana en tono obvio.- Todo Dexter sabemos que Nathan es muy antipático con las chicas, ¿en serio crees que pensaran que no hay nada entre ustedes?-cuestionó.Por un momento no supe qué responder.-Tal vez ... .tal vez...solo quería ayudar.-dije luego de un largo rato. -Ser...¿un buen compañero?-intenté buscar otra explicación.-Por favor Lexi.-se estalló en risas.-Por más tontos que sean tampoco están ciegos. Todos vieron cómo te miraba y cómo te cargaba en sus brazos. Hasta hay videos de eso. De no ser por el barullo que se produjo me habría perdido de semejante momento.-
-Te acompaño mañana a la escuela.-propuso Nathan de repente.Dejé de jugar con sus cabellos.-No, está bien.-rechacé.-Será peor si nos ven juntos.-opiné.-Algún día se iba a saber.-dijo acostado en mi pierna.-Pero no creí que fuera tan pronto.-suspiré.-Lo siento.-pasó su mano por mi mejilla.-En aquel momento no pensé en otra cosa cuando te ví caer.-se apenó.-No te estoy culpando.-apoyé mi cara sobre su mano.-Es solo que estoy nerviosa por volver a Dexter.-admití.-Tranquila, todos estarán más pendiente
-Señorita Venner, ya que se encuentra muy interesada en lo que digo.-de pronto escuché.-¿Por qué no nos cuenta su opinión acerca del tema de hoy?-¡Rayos! ¿De qué hablo?-me alarmé.-Emm ... .-no sabía qué decir.-La estoy esperando señorita Venner.-insistía el profesor Hutson.Unas risas interrumpieron mi momento de desesperación. Eran los mismos chicos de adelante que habían hablado mal de mí.-Lo que me faltaba.-me dije.-No, esta vez no les voy a dar el gusto.
Mientras más se acercaba, comencé a alarmarme. Retrocedí lo más que pude hasta que choqué contra los casilleros.¡Rayos!-¿Qué...qué quieres?- me entró la desesperación.- Si...si te sigues acercando gritaré.-advertí con la esperanza de que detuviera cualquier plan que tuviera en mente.Sin embargo eso no frenó sus pasos.Justo cuando iba a gritar escuché un estallido de risas.-Alan, sí que la asustastes.-dijo el chico que se había puesto en mi camino.Ahora sabía que mi “compañero” de Historia se llamaba Alan. Ese mismo domingo fuimos a festejar el triunfo del equipo de Álgebra. El profesor Lanster estaba tan emocionado que invitó a todos los alumnos que fueron a ver la competencia a una increíble cena en el mejor restaurante de la ciudad.Cuando llegamos al lugar nos quedamos boquiabiertos todos, pues habíamos ido con la idea de tener una comida modesta. Sin embargo, quedamos todos impactados por el gran banquete que nos tenía preparado nuestro querido profesor en el salón VIP del restaurante.En la sala yacía un buffet con todo tipos de platos exclusivamente para nosotros. Había todo tipo de pastas, los mejores cortes de carnes, los mariscos más extravagantes entre otros platos gourmets.-No nos equivocamos de salón, ¿no?-susurró LCapítulo 37 - Las razones más dulces
Era una hermosa mañana, el sol brillaba con todo su esplendor mañanero, las aves cantaban alegremente y el viento rozaba suavemente nuestros rostros. Era difícil ocultar la felicidad que sentía. Nathan me había esperado en la puerta del departamento con unos muffins de Bakery, la mejor panadería de la ciudad.Cada mordisco era un deleite para mi paladar. A pesar de haber desayunado en casa, no podía desperdiciar el desayuno sorpresa que había recibido ya que él se resistía a comer uno.-¿Por qué estás tan contenta?-preguntó Nathan pretendiendo no saber la razón.Liberé una mano de la caja de muffins, y tomé su mano.-Porque estas a mi lado.-le segu&iacut