Capítulo 18.

Abro los ojos lentamente.

La luz del sol me molesta mucho. Me siento muy mareada. Tengo las manos atadas y estoy recostada sobre un mueble. Cuando mi vista se aclara, me doy cuenta de que hay un señor sentado frente a mí.

Me asusto y trato de quitarme las cuerdas.

—Tranquila, no te haré daño. —dice mientras pone el tabaco que fumaba en el cenicero.

— ¿Quién eres y qué quieres? —pregunto. Estoy muy nerviosa. Quiero irme de aquí.

—Soy Richard. —se presenta—Te lo mostraré. — uno de sus guardias me corta las cuerdas de las manos y me escolta mientras lo seguimos. Debería aprovechar para salir corriendo, pero el lugar está lleno de hombres armados, sobre todo el que

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP