Abro los ojos lentamente.
La luz del sol me molesta mucho. Me siento muy mareada. Tengo las manos atadas y estoy recostada sobre un mueble. Cuando mi vista se aclara, me doy cuenta de que hay un señor sentado frente a mí.
Me asusto y trato de quitarme las cuerdas.
—Tranquila, no te haré daño. —dice mientras pone el tabaco que fumaba en el cenicero.
— ¿Quién eres y qué quieres? —pregunto. Estoy muy nerviosa. Quiero irme de aquí.
—Soy Richard. —se presenta—Te lo mostraré. — uno de sus guardias me corta las cuerdas de las manos y me escolta mientras lo seguimos. Debería aprovechar para salir corriendo, pero el lugar está lleno de hombres armados, sobre todo el que
Después de un intenso día de trabajo, hoy sí pude aceptar la invitación de James a comer y aquí estamos, en un restaurante sencillo y muy acogedor. Ya hemos pedido lo que queremos de comer y en cuestión de minutos, nos los traen. —Me gustaría saber más de ti. No me cabe duda de que seguirás trabajando como mi asistente hasta que decidas retirarte tú, por ende, me gustaría conocernos mejor. —dice mientras comemos. —Me parece bien. ¿Qué quiere saber sobre mí? —Háblame de tus padres, de tu vida social, tus hábitos favoritos y ese tipo de cosas. —Mi familia es un desastre, es todo lo que puedo decirte y en este momento, no están presentes para mí. Mi vida social es lamentable, apenas tengo como 3 amigos en total, unos más que otros y
El nuevo día ha comenzado. Jack se ha ido muy temprano a trabajar. Me desayuno, me reúno con mi compañero de tesis y luego de varias horas revisando que todo esté correcto, tomamos un café y nos vamos. Ha sido muy agradable conocerlo. Dentro de una semana, será nuestra última exposición. Así que tendremos que preparar muchas cosas para poder pasar la tesis con buena calificación. Quiero impresionar a los jurados y que vean nuestro potencial. Recibo un mensaje de Lisa que dice que vaya a burdel para llevarme a su casa un momento. Así que tomo un taxi y voy encamino. Al llegar, la saludo con un abrazo y me alegro mucha de verla otra vez. —Quería que vinieras aquí porque hay alguien que tiene algo que decirte. —mira a Maicol detrás de ella. Se ve muy nervioso. No recuerdo much
Estamos en el hospital esperando noticias de Eric. Más tarde, el doctor sale diciéndonos que afortunadamente, la bala no dañó ningún órgano y la pudieron sacar sin dificultad.El alivio que siento es inmenso. Es muy buen amigo. Jack también se siente aliviado, puedo verlo en su cara. Gracias a Dios, podrá recuperarse pronto. Nos sentamos en la sala de espera. — ¿Quién les ha hecho esto? —tengo curiosidad. —No tengo idea, pero sea quien sea, lo voy a encontrar. —veo la rabia en su rostro. — ¿Qué fue lo que pasó? —Alguien colocó un explosivo en la última planta y dejó muchos daños. Cuando intentamos salir,
Para celebrar, por idea de Lisa, estamos en una discoteca festejando mi graduación. No sé cómo le hizo para convencer a Jack de venir, pero me agrada que estemos todos juntos. Trataré de dejar atrás todos los problemas, al menos esta noche. Me lo merezco. Suena una música sensual y me llevo a Jack a la pista de baile. —Ven, bailemos. —halo a Jack de la mano. —No creo que eso pase. —se niega. —¡Vamos! Bailar te libera del estrés y es justo lo que ambos necesitamos. Además... —miro a Lisa y Eric, quienes están en su propia burbuja hablando y riéndose. Veo que a pesar de que la herida de Eric sigue fresca, sabe recuperarse pronto cuando le conviene. Jack también los ve. —A
7am del día siguiente. Ya hemos arreglado nuestras maletas para irnos. Un chofer llega por nosotros y nos lleva hasta el aeropuerto donde nos están esperando en un avión privado. Sabía que Jack tenía dinero, pero no tanto como para tener su propio avión privado. No le hago preguntas al respecto para no agobiarlo. Nos subimos y es más hermoso por dentro aún. Seguimos el protocolo de seguridad y en cuestión de minutos el avión despega. — ¿Ahora sí puedes decirme a dónde vamos exactamente? —tengo mucha curiosidad. —A Filadelfia. —contesta como si para él esto fuera de lo más normal. ¡Vamos a Filadelfia! Siempre he querido visitar ese lugar (muchos en realidad) pero este es parte de la lista. Me emoc
Amanece. Algunas horas después, ya hemos llegado a Washington. A casa. Jack se está duchando y aprovecho para organizar sus cosas en los cajones del armario.Cuando abro por error uno de ellos (el más escondido), encuentro un folder extraño y lo abro.Lo que tiene dentro, me deja más confusa aún. Son un montón de fotografías de nosotros en diferentes lugares a los que hemos recurrido. ¿Qué demonios es esto? ¿Y qué hace en las cosas de Jack? Es como si alguien estuviera siguiéndonos y vigilando nuestros pasos. En ese instante, sale del baño con una toalla en la cintura. — ¿Puedes explicarme esto? —lo cuestiono, tirando el folder abierto sobre
Cuando llego a casa, logro escuchar a Jack hablar con Laura muy silenciosamente. Puedo jurar que, al entrar, he visto como de repente le tocaba la mejilla pero prefiero obviarlo.Se apartan mucho más cuando me ven entrar y me saluda descaradamente.Le respondo de la misma forma y distingo que se sorprende al verme acomodarme con tanta confianza en casa de Jack. —No sabía que ustedes...ya vivían juntos. —lo mira extrañamente. —Sí, me propuso mudarme aquí para pasar más tiempo juntos sin que locos descerebrados intenten matarnos. — contesto antes de que él lo haga. — ¡Ah, vaya! Esto sí que me sorprende, pero me da mucho gusto. — ¡qué hipócrita es esta mujer! Ni pensar que al inicio me caía bien porque me brindó toda su ayuda para salir de las garras de Frank, pero s
— ¿No tienes nada que decirle? —le pregunta Richard. No puedo ni verlos. Tengo mi vista perdida mientras no paro de llorar. Me cuesta respirar. Todo me quema por dentro. —Solo quiero a mi madre de vuelta, ¿dónde está? — ¿su madre? ¿Está pasando lo que creo que está pasando? Quiero desaparecer en este momento. — ¿De verdad no tienes nada que decirle a mi hija después de follártela todas las noches, aunque no fuera parte del trato? —no puedo seguir escuchando esta conversación, pero ni siquiera tengo fuerzas para moverme de esta silla. — ¡Cierra la boca! — ¡Por lo menos ten la decencia de explicarle las cosas!, ¿no? —No tengo nada que decir. Solo quiero a mi madre devuelta. — Rich