Una vez llegamos, abre la puerta y entramos, subimos las escaleras para llegar a su cuarto
Subimos a su habitación y me detengo a mirarla. Las paredes son azul oscuro y negro. El techo está empapelado con diversos recortes; fotos nuestras, pedazos de revistas, imágenes de sus personajes, series y cantantes favoritos. Hay una en específico que me llama la atención.
Se trata de una foto en la cual se encuentran aproximadamente 10 niños, acompañados de dos adultos. A uno de ellos lo identifico como su padre, pero sé que el otro no lo he visto en mi vida. Le pregunto sobre ello y me dice:
– Era hermano de mi papá, podría decir que era mi segundo padre. Murió el día en que yo ingresé al hospital
Eso me toma desprevenida, no lo sabía, y debió ser duro para él todo eso. Creo que esa es la razón por la cual su madre regresó, la razón por la cual fue internado.
Decido no preguntar. Lo que me quiera decir, me lo dirá. No quiero presionarlo.
–La policí
-Quédate conmigo. Solo esta noche. Quiero, quiero dormir contigo-Dormir, solo dormir, ¿Cierto?Asiente, como un pequeño niño con el que se está negociando, para posteriormente decir: -Necesitamos una coartada-Creo que ya tenemos una –Digo, procediendo a hacer una llamada- ¿Bueno? –Se oye al otro lado de la línea-Luna, necesito un favor-Buenas tardes, ¿Cómo estás? Yo bien, gracias por preguntar, los nervios del examen siguen presentes, pero no hay problema con eso –ironiza, para después contestar - ¿Qué necesitas?-Creo que no iré a dormir a casa. Necesito que me encubras-Vaya, con que ya comenzamos con eso. Lo haré, pero tengo tres condiciones, y aunque creo que ya las sabes, de todas formas, las expondré. En primer lugar, haré el papel de madre protectora, así que me vas a decir dónde, cómo y con quien estás, qué harán y demás; en segundo lugar, me contarás CON DETALLES absolutamente todo lo que pasó, me lo merezco
Lo primero que recuerdo al despertar es el sonido de la puerta abrirse, con la potente voz de Luna gritando-Dios mío, Cassandra, tus padres me están pidiendo que nos presentemos en tu casa en unos y ninguno de los dos contestan el teléfono, tuve que pasar y sabes lo que me apena entrar en casas ajenas...- En ese momento alzó la mirada del celular-Ohh ya veo por qué no contestan…-adoptó su posición de “te estoy esperando” como si fuera una mamá regañona.Voltee la cabeza, intentando desemperezarme, para darme cuenta que seguía abrazada por Alfredo, quien al parecer no tenía intenciones de moverse- ¡Levántense de una buena vez par de tórtolos! –Rugió Luna-Ya les presenté un millón de excusas a tus padres para no habernos presentado temprano como siempre hacemos. Y, Cass, no creas que te has salvado de mí, tendr&aac
Lunes 1ro de Abril El domingo, después de despedir a los chicos, me quedé platicando con mi hermano hasta bien entrada la noche. A ambos nos faltaban un poco esos momentos, por lo que aprovechamos la ocasión y ni cuenta nos habíamos dado del tiempo que pasó hasta que nos quedamos dormidos. No era la primera vez caía rendida en la cama de mi hermano en una noche como esa, salvo que en esta ocasión teníamos clases y estaba segura que parecía un zombie andante, puesto que no había dormido mucho Tomé mis clases como muerto andante, llegué a mi casa dispuesta a comer y dormir, cual vampiro hambriento y malhumorado. Cuando estaba terminando mis alimentos y me disponía a levantarme, mi madre se sentó a mi lado, diciendo: - ¿Dónde estuviste antenoche, señorita? - dijo con una seriedad impresionante, pero antes de permitirme contestar, continuó –Y sé honesta, porque sé de sobra que no te quedas
Sábado 6 de abril Eran las seis de la mañana, y (como era de esperarse) me encontraba bajo las sábanas, disfrutando de un placentero sueño, en el cual me encontraba golpeando gustosamente a una persona que había intentado aprovecharse de mí Sí, en mis sueños me permito ser agresiva con las personas que se lo merecen. Eso no significa que me pase la vida golpeando personas, aunque si tuviera que defenderme, lo haría sin pensármelo. Sin embargo, cuando estaba a punto de ganar la batalla con un doloroso golpe al hígado y una patada donde más duele, oí unas personas llamando a mi puerta -ABRE CASSANDRA, NO ME DIGAS QUE MADRUGUÉ PARA QUE TU SIGUIERAS ECHADA Sin duda, esa era Luna ¿Quién carajo les dijo que podían venir a despertarme así? Emití un gruñido, y lo siguiente que oí fue a tres chicos
Viernes 12 de abrilMamá y Papá nos han dado permiso de hacer el campamento del que habíamos hablado meses atrás. Decidimos hacerlo esta fecha, puesto que hoy cumple años mi hermano.Dado que (aún) ninguno de nosotros tiene licencia, nuestra movilidad depende de nuestros padres, puesto que ninguno de ellos ha considerado prudente dejarnos el coche una noche completa.Uno de los requisitos para que nos dejaran ir era que un adulto nos acompañara. Mi papá ha decidido hacerse cargo de eso, no le parecía bien dejarme la noche completa con mis amigos, considerando que estaría mi novio, así que no tuvimos otro remedio que aceptar.Después de clases, pasamos a mi casa a comer y a recoger las cosas que necesitaríamos. Llevamos tres casas de campaña, (una para los chicos, otra para mi papá y otra para nosotras). Cada quien lleva su colchone
‘Felicidad’Hace tanto tiempo que esa palabra ya no existe para mí. Hace tanto tiempo que ya nada tiene sentido. Hace tanto tiempo que ya no existe el color. Hace tanto tiempo que se agotó la esperanza, y esto puedo resumirlo en solo una pregunta. ¿Vale la pena vivir así?La vida es como un polvorón, se rompe ante cualquier circunstancia. Y sí, tal vez digan cosas del tipo ‘eres una exagerada’, ‘no tienes cordura’, o incluso ‘existen peores cosas’Pero, ¿sabes qué? Ya me cansé, esta vez no voy a discutirte nada. ¿Sabes qué? Tienes razón, soy una exagerada, estás en lo correcto, no tengo nada de cordura, y no te equivocas al decir que existen cosas mucho peores que mi situación. Lo único que diré ante esto será: No todos somos igual de fuertes. No todos sentimos lo mismo. No todos pensamos de la misma manera Y es que cuando uno está cansado de vivir, tan cansado de sufrir, de tener que resignarse, cualquier cosa te derrumba, y te das cuenta que, aun
-LUNES 31 DE DICIEMBRE-Recuerdo este día claramente; Eran las 8 de la mañana del último lunes del 2018. El año había terminado, y mis esperanzas con él. Había decidido que ese sería mi último día en este mundo; por lo que saqué los somníferos que había comprado tiempo atrás, dispuesta a tomarme la caja entera, para no despertar nunca más.Nadie se daría cuenta de que esto era un suicidio, puesto que todo estaba planeado para ello, solamente una persona lo sabría, y yo estaba segura de que lo guardaría con ella.Me puse a recordar cada momento de mi vida. Parecían tan lejanas esas tantas vacaciones en las que me sentía la niña más feliz del mundo. Me preguntaba cómo había sido posible que esa chica perfecta, sonriente, alegre a la que tantos habían amado, se había convertido en esta niña deprimida, suicida, negativa de la cual todos se habían apartado; ¿cómo? Me pregunto, ¿cómo me convertí en este monstruo que ahora tanto aborrecía
-Sus signos vitales han sido controlados, aparentemente sigue dormida-Hay que levantarla, la necesitamos despierta antes de llegar –oigo lejanamente una voz que parece la de mi mamá, pero ¿me hablarán a mí? ¿Llegar a dónde? Espera, ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí?-Cass, Cass, ¿Estás despierta? – dice mi hermano. Me incorporo abruptamente, estoy dentro de un vehículo, alrededor de mi está mi mamá, mi hermano, y dos doctores-Claro, ¿Qué pasó? ¿Qué hago aquí?-Lamento decirte que vamos camino a una clínica de salud mental- ¿Por qué? ¿Y Alfredo?-Él ya ha sido trasladado, después de nuestra discusión, unas personas se lo llevaron a su cuarto, diciendo que tenían que hablar con él, y luego llegó mamá y me dijo que lo internarían. Al parecer luchó con esas personas, no quería ir, pero supongo que al final de cuentas quienes deciden son los padres. Y, bueno, ya viste la nota que dejó- ¿Me van a internar? ¿y a ti? No por favor,