Despierto con unasensación de dolor deliciosa en todo el cuerpo y un par de preciosidadesacomodadas a cada lado, con las piernas encima de mi, unas manitas traviesasque acarician mi miembro y escroto con tanta suavidad que me hacen salivar acausa del placer que me dan.
Giro a la derecha yencuentro un par de ojazos color esmeralda somnolientos y brillantes, Tonysonríe y baja la vista ¡se ve hermosa! Beso sus labios y pronuncio un te amosin voz. No lo hago todo el tiempo pero, hoy lo quería
¡Me lleva lamierda!Me duele la cabezacomo si me hubiese arrollado un tren ¡esperen! ¿Qué pasa aquí? ¡no me puedomover! estoy esposado de pies y manos a los barrotes de la cama y ¡auch! Tengo…¡oh por favor! El dildo que tengo insertado es muy grande. No tengo problemacon eso pero: ¡me duele el culo! El maldito teléfono no para de sonar y tengo mil llamadas de todos los socios… preocupados por sus identidades y su reputación. —¿Y eso es malo? -preguntó curiosa.—Para mi y eldisfrute de mis prácticas sexuales no lo es, pero, se deja ver comosadomasoquísmo y y cualquier tipo de perversión que tenga que ver con el BDSM yparafilias de cualquier tipo - pestañeó tan rápido que mis ojos no pudieronregistrar el número de veces que lo hizo. Con dolor en mi corazón dejé a mi amigo en el camino y subí unas escaleras que me llevan a la parte de la mansión que es el refugio, escucho dos detonaciones y unos gritos — ¡Atrás Luke, al fondo! - dos disparos más y la voz de Luke. Olivia— ¿Hola, quiénhabla? - una voz somnolienta de mujer responde el teléfono de mi amigo ¡Eso esraro!— ¿Tristán? -pregunto — ¿Se encuentra Tristán? - vuelvo a preguntar. Este encierro está matándome,mi padre cumple lo que promete sin contemplación ¡pero no trae a Tony! y muerode ansiedad ante la espera. No puedo quedarme aquí debo salir de alguna manera,aparte que no se si mi padre se encuentra bien o Quika, los chicos ¡mierda,necesito saber!Tampoco sé nada dela Mulata, mi morena preciosa que salió huyendo asustada por mi condición desádico, no la culpo. Pero debió llamarme aunque sea ¡naaah! es una pequeña locaque no tiene ni idea de lo que hago. Pero debo fraguar un plan para sCapítulo XXXIII
Capítulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Ya instalados en elestudio los principales del equipo, espero pacientemente que me explique loocurrido y donde incurrió el error, ya que mi padre se comunicó con eldesgraciado Mario Cepeda y le informó que tenía a Cali y que atendiendo a supetición de cambiarla por mí él lo aceptó, éste le dijo que cesaría la caceríasi le daba a "mi Pequeña". — No entiendo suproceder, aún no lo asimilo - digo llorando por mi diablilla que todavía dueleen mi pecho y lo hará por mucho.
Salgo del baño conuna toalla enrollada en la cintura, Tony continúa durmiendo plácidamente:anoche la azoté como le gusta y lloró de placer, me ama infinitamente y yo comoun desgraciado - aunque también la amo - pienso esa preciosa morena que me daplacer sólo con una caricia y aspirando su aroma. La casa se encuentra muysilenciosa, debo apresurarme para saber donde se encuentran porque Darryl escapáz de encerrarme y excluirme de la operación y si lo hace no se loperdonaré, porque no descansaré hasta destruir a ese malnacido asesino.Último capítulo