—¿Y eso es malo? -preguntó curiosa.
—Para mi y eldisfrute de mis prácticas sexuales no lo es, pero, se deja ver comosadomasoquísmo y y cualquier tipo de perversión que tenga que ver con el BDSM yparafilias de cualquier tipo - pestañeó tan rápido que mis ojos no pudieronregistrar el número de veces que lo hizo.
Con dolor en mi corazón dejé a mi amigo en el camino y subí unas escaleras que me llevan a la parte de la mansión que es el refugio, escucho dos detonaciones y unos gritos — ¡Atrás Luke, al fondo! - dos disparos más y la voz de Luke. Olivia— ¿Hola, quiénhabla? - una voz somnolienta de mujer responde el teléfono de mi amigo ¡Eso esraro!— ¿Tristán? -pregunto — ¿Se encuentra Tristán? - vuelvo a preguntar. Este encierro está matándome,mi padre cumple lo que promete sin contemplación ¡pero no trae a Tony! y muerode ansiedad ante la espera. No puedo quedarme aquí debo salir de alguna manera,aparte que no se si mi padre se encuentra bien o Quika, los chicos ¡mierda,necesito saber!Tampoco sé nada dela Mulata, mi morena preciosa que salió huyendo asustada por mi condición desádico, no la culpo. Pero debió llamarme aunque sea ¡naaah! es una pequeña locaque no tiene ni idea de lo que hago. Pero debo fraguar un plan para sCapítulo XXXVI
Capítulo XXXVII
Ya instalados en elestudio los principales del equipo, espero pacientemente que me explique loocurrido y donde incurrió el error, ya que mi padre se comunicó con eldesgraciado Mario Cepeda y le informó que tenía a Cali y que atendiendo a supetición de cambiarla por mí él lo aceptó, éste le dijo que cesaría la caceríasi le daba a "mi Pequeña". — No entiendo suproceder, aún no lo asimilo - digo llorando por mi diablilla que todavía dueleen mi pecho y lo hará por mucho.
Salgo del baño conuna toalla enrollada en la cintura, Tony continúa durmiendo plácidamente:anoche la azoté como le gusta y lloró de placer, me ama infinitamente y yo comoun desgraciado - aunque también la amo - pienso esa preciosa morena que me daplacer sólo con una caricia y aspirando su aroma. La casa se encuentra muysilenciosa, debo apresurarme para saber donde se encuentran porque Darryl escapáz de encerrarme y excluirme de la operación y si lo hace no se loperdonaré, porque no descansaré hasta destruir a ese malnacido asesino. La Mansión Cepedase encuentra en silencio, mis francotiradores ya están en posición. Los gruposse desplegaron según las órdenes del Coronel, todos se hallan preparados ypermanecen alerta a cualquier movimiento. — ¡Niño, necesitotu equipo alerta! los chicos de Tim se encuentran desplegados en el techo,Dereck ya ingresó al cuartel y tienen todo controlado hasta el momento - acortóel espacio entre nosotros y me miró fijamente — Mario te quiere a tí, solodejaré que entres con la compañía de Mark ¿entiendes? - asentí Capítulo XL
Mi sorpresa al escucharla fué evidente, ella cubrió sus gruesos y apetitosos labios con la mano dándose cuenta que cometió un error. Sus manos temblaban y yo sonreí al ver lo nerviosa que se sentía al haber revelado algo de lo que no tenía permiso hacer, me inunda una sensación de tranquilidad y sosiego escondiendo el miedo por un instante y disfrutándo del placer que me produce pensar en esa criaturita que crece en su panza, nunca pensé en una familia, mucho menos en un hijo, siempre pensé que no era bueno para eso ya que mi condición de sádico me nublaba todo pensamiento coherente. Ahora ella está aquí, conmigo y se vé tan dulce, inocente y enamorada que
Corro detrás deella y no se detiene, la llamo por su nombre y aprieta el paso para alejarse demi, lleva un arma en la mano derecha y piensa usarla. Su figura es tan hermosaque me causa dolor en los ojos al mirarla, su cabello oscuro cae como unacortina lisa y se mueve de un lado a otro al caminar de prisa tratándo deescapar de mí. Grito su nombre y no gira el rostro, por el contrario baja lacabeza para que no la reconozca - o eso parece - dobla a la derecha en unacalle aún por sobre la acera y continúo tras ella, gritándo su nombre sinobtener respuesta. Al llegar a la esquina y doblar la encuentro de frente conel arma entre sus manos ¡va a dispararme! no le temo a la muerte, la he tenidomuy cerca y aunque todo me indica que es olivia... al levantar el rostro meencue