Mi sorpresa al escucharla fué evidente, ella cubrió sus gruesos y apetitosos labios con la mano dándose cuenta que cometió un error. Sus manos temblaban y yo sonreí al ver lo nerviosa que se sentía al haber revelado algo de lo que no tenía permiso hacer, me inunda una sensación de tranquilidad y sosiego escondiendo el miedo por un instante y disfrutándo del placer que me produce pensar en esa criaturita que crece en su panza, nunca pensé en una familia, mucho menos en un hijo, siempre pensé que no era bueno para eso ya que mi condición de sádico me nublaba todo pensamiento coherente. Ahora ella está aquí, conmigo y se vé tan dulce, inocente y enamorada que
Corro detrás deella y no se detiene, la llamo por su nombre y aprieta el paso para alejarse demi, lleva un arma en la mano derecha y piensa usarla. Su figura es tan hermosaque me causa dolor en los ojos al mirarla, su cabello oscuro cae como unacortina lisa y se mueve de un lado a otro al caminar de prisa tratándo deescapar de mí. Grito su nombre y no gira el rostro, por el contrario baja lacabeza para que no la reconozca - o eso parece - dobla a la derecha en unacalle aún por sobre la acera y continúo tras ella, gritándo su nombre sinobtener respuesta. Al llegar a la esquina y doblar la encuentro de frente conel arma entre sus manos ¡va a dispararme! no le temo a la muerte, la he tenidomuy cerca y aunque todo me indica que es olivia... al levantar el rostro meencue
OliviaDesperté con unasensación deliciosa en el cuerpo, un dolor en las extremidades que se me antojano sólo agradable sinó fascinante. La noche anterior estuvo bastante... movida,entre la pesadilla de Luzbel y su reacción al tratar de despertarlo fué unverdadero caos. Luego que de sus ojos se disipara el terror se comportó muycariñoso a pesar de que me debe el golpe del labio que aún duele. Me encuentrotumbada de perfil del lado izquierdo para que mi pequeñín pueda resp
La Mulata duermeprofundamente y yo quiero despertarla nuevamente para hacerle el amor, no me hepodido saciar de ella... ¡esperen! ¿Qué dije, hacerle el amor? ¡oh my God,estoy jodido! Enamorado de ésta mujer que no se somete, no se deja dominar¡vaya! Y yo que me creía el Rey ¡ja, no podía estar mas equivocado! Ella es laque me tiene dominado, me arrastro hacia ella como si fuera un imán y si lodesea me pone de rodillas con su precioso cuerpo y esos ojazos que hacen que mepierda en lo más profundo de esos pozos que me producen paz y sosiego, anochedormí tranquilo y profundo, sin pesadillas ni malos sueños. Lo que me interesaque sepa es que no voy a lastimarla y que no pretendo asustarla tampoco.
Cinco meses después...— ¡Me encanta, espreciosa! ¿Cuántas habitaciones tiene? - grita Olivia emocionada frente a lahermosa casa que vamos a adquirir en las afueras de Manhattan, específicamenteen New Jersey, Cristal White un sitio agradable y cómodo para conformar unafamilia, a unos doce kilómetros de distancia de dónde se encuentra el club y laempresa ¡perfecto!
Llegué al anexo dela casa - refugio con una sensación de ganador casi implacable, nada borraríami sonrisa, nada opacaría mi felicidad y menos al encontrar a mi chica vestidacon un baby doll blanco, medias con liguero y el cabello suelto, mis manossudan y mi hombría parece una barra de hierro al observar que tiene una fustaentre sus manos ¡ay Dios voy a correrme!— ¡De rodillasesclavo, ahora! - su sonrisa era maquiavélica y sus ojos brillaban tambien conuna malicia sexual que me desarmó. Solo pude obedecer — Y baja
Las cinco de lamañana y no he pegado un ojo a causa de la llamada que recibió Derek anochedelante de mí, quiero ir a la habitación donde está Olivia. Quiero verla, partede mi insomnio es por eso, no la he visto y estoy desesperado, hambriento ycansado por la mala noche. Oliver estuvo tranquilo la mayor parte de la noche,lloró desesperado por el biberón y bueno... me alarmé un poco pero al llegar lajefa con la botella, supe controlar la situación. Saqué sus gasecitos y loacosté nuevamente bajo la mirada derretida de las enfermeras de turno ¡Sí,continúo conservando el toque! Tres meses y medio después...— ¿Qué hay Diablo? - saluda Tristán, escucho a mi padre dictando órdenes por teléfono y mandando a la mierda a alguien. El vuelofué de solo tres horas y media pero las aproveche y me la pasé en grande azotandoel precioso trasero de mi chica y comiéndomela a besos, gritaba como loca y mepedía más. — ¡OhLuzbel... ah! - apretaba mi cabello tirando de el.Último capítuloCapitulo XLVIII
Capítulo XLIX