Edward y Abraham, corrieron escaleras arriba hasta llegar a la cima del altar, cuando llegaron vieron al hombre vestido con ropas cardenalicias rojas acompañado de dos guardias uniformados de negro los cuales estaban a su lado.
Cuando Edward y Abraham, cuando llegaron fueron vistos por el hombre vestido de rojo y sus guardias los cuales estaban claramente sorprendidos de que estuvieran aquí.
— ¿Cómo lograron llegar hasta aquí? —pregunto el hombre vestido de rojo.
—Eso no te importa… vas a pagar por todas las cosas que has hecho —dijo Edward.
— ¿Lo que hice? ¿Qué cosas he hecho yo?
Edward y Abraham, bajaron apresuradamente las escaleras del altar y cuando por fin lo hicieron, ambos se apresuraron a correr en la dirección que el guardia les había indicado.—Espero que ese guardia no nos haya mentido —dijo Edward.—Lo sabremos muy pronto, e incluso si lo hizo… no tenemos forma de reclamarle —dijo Abraham.—Eso es cierto.Edward y Abraham, después de ver la muerte del hombre vestido de rojo en la cima del altar, habían logrado ver que cientos de guardias armados estaban corriendo en dirección a la base donde los antiguos presos luchaban contra las personas enmascaradas.
—Edward, esas heridas —dijo Abraham, al ver el corte en la mejilla de Edward y la herida en su hombro.—No son importantes… rápido tenemos que seguir.—De… acuerdo.—Toma su cuchillo, estas barras negras son útiles para incapacitar a tú oponente pero no para matarlos.—Bien, tomare una… tú toma la otra.—No es necesario, tengo la espada…tú toma ambos cuchillos.—Bien… lo hare. —Gracias Jacob —dijo Abraham.— ¿Nos conocemos? —pregunto con duda Jacob.—Si… ¿No lo recuerdas? Fuimos compañeros de celda, aunque fue solo por un breve momento y la mayor parte de dicho tiempo estuviste inconsciente haciendo… bueno mejor no lo diré.— ¡¿Eres tú?!—Así es.— ¿Pero cómo llegaste hasta aquí?—Es un larga historia que no tenemos tiempo para contar… solo digamos que la vida da muchas vueltas… pero principalmente deberías agradecer aMi torpe
Edward, Jacob y Abraham después de ver que los guardias de Anna habían aparentemente derrotado a los antiguos presos con los cuales habían estado luchando en la prisión, ya habían llegado a la base militar donde se encontraban, y estaban ayudando a las personas enmascaradas a causar una masacre entre los antiguos presos que habían logrado llegar hasta aquí, empezaron a ponerse sumamente nerviosos.La llegada de cientos de guardias armados a la base, había volcado la balanza de la batalla a favor de las personas enmascaradas y ahora los antiguos presos estaban siendo derrotados y asesinados.Edward, Jacob y Abraham sabían que no tenían mucho tiempo, antes de que las personas enmascaradas y los guardias lograran derrotar a los presos y los atraparan a ellos aquí
Edward y su grupo, esperaron un breve tiempo hasta que el grupo del guardia había terminado de matar a los dos desafortunados hombres, que se encontraron en medio de ellos, las personas enmascaradas cuando terminaron de matarlos, se empezaron a alejar junto con él guardia mientras sus armas estaban manchadas de sangre.— ¡Apurémonos!... Anna quiere que todos estos seres inferiores estén muertos para el amanecer —dijo el guardia a las personas enmascaradas.—De acuerdo —dijeron las personas enmascaradas al mismo tiempo.El guardia y las personas enmascaradas, empezaron a correr en dirección al altar de mármol que se encontraba ubicado en el centro de la base, una vez que se fueron,
—Sabía que no podrías hacerlo —dijo Abraham con voz bromista.—Oye estuvimos a punto de hacerlo —dijo Edward, mientras se sacaba el cuchillo de carnicero de su pierna izquierda.— ¿Qué hacemos con ellos? —pregunto Jacob.—Pues… nosotros… —fue lo que murmuro Abraham mientras miraba a Edward.—Los matamos obviamente —dijo Edward.Jacob después de oír este último comentario de Edward, se quedó callado sin decir nada mientras miraba a Edward fijamente. —En esta situación… la única opción es pelear —dijo Jacob.—Es cierto… solo podemos ser positivos y esperar lo mejor —dijo Edward.—Abraham… dame la espada —dijo Jacob.—No.— ¡No! ¡¿Por qué no?! —pregunto Jacob con duda.— ¿Qué estás diciendo Abraham?—Escúchenme… ustedes váyanse… yo me quedare y los retendré —dijo Abraham después de quedarse callado un breve momento. —Lo es… Edward tenemos que irnos de aquí de algún modo… tenemos que… —Antes de que Jacob, pudiera terminar de hablar, un ruido lo interrumpió.Abruptamente un ruido de motor empezó a sonar, y Edward y Jacob, vieron como un automóvil se acercaba a ellos.—Podrá ser —pensó Edward.El automóvil se detuvo justo frente a Edward y Jacob y dentro de él… se encontraban David y María conduciéndolo.—Los estábamos esperando —dijo María, en el asiento de conductor del vehículo.—Ustedes… ¿Dónde estaban? Porque no estaban exactamente aqAbraham
Un viaje no tan gratificante