Acaso lo había escuchado bien, de su boca se escuchó salir tal nombre. — Un momento, dijiste Izra. — Sí, escuchaste bien, efectivamente le he mencionado, acaso le conoces Emma. Y rápidamente sin perder tiempo para evitar sospechas e interrogantes recalque. — No, solo le he escuchado mencionar un par de veces; por Venecia suele ser motivo de murmuración entre los lobos. Pero no, la verdad era otra y una bastante delicada, por cierto está demás decir, que si le conocía, pero no había forma de que confesará aquello, por lo menos no delante de Dominieck. Aunque lo quiera negar tal nombre conforma una parte de mi pasado, uno el cual se encuentra cargado de dolor, lágrimas y desconcierto, lo cual forma parte de un pasado el cual prefiero no recordar, así que en un intento por cambiar la perspectiva de tal conversación casi de seguido le interrogue. — Ya que estamos en estas me podrías explicar qué es lo que en verdad representan esos cuatro lobos porque al sol de hoy
Han transcurrido ya algunos días desde que vi a Dominieck por última vez; para sorpresa de todos aquella noche término de transcurrir en santa paz, paz que era bien merecida para cada uno de nosotros luego de tal caos. Aún hoy en el marcado compas que lleva este día recuerdo sus ojos levemente apagados mientras una sonrisa tomaba de forma delicada la curvatura de su boca tras despedirme dirigiendo de inmediato tras el auto de Lyall. Él, atento a cada uno de mis movimientos me siguió con una mirada apagada y ya cuando mi partida era inminente solo levanto los dedos al tiempo que les movía en zip zap dedicándome cual simple gesto de despedida y allí a su suerte le dejamos en compañía del tío Martín. Nuestras mentes funcionan de manera a veces incomprensibles pues aquella busca atormentarnos de las maneras más ilógicas puesto que curiosamente pase de batallar para tener mi libertad y no tener para nada cerca a Dominieck, a pensar constantemente en él y en aquel apasionado beso q
Por alguna razón yo tras ser tomada por cual impulsó al encontrase mi mente inundada de aquellos recuerdos empecé a zarandearme tomada por la emoción evidente pues por cómo cual juego de niña alegre realice algunos saltos juguetones. — La casa de las flores así la conocían los transeúntes, mis mejores y más preciados recuerdos los tengo con ellos y los abuelos precisamente en ese lugar, ellos le dieron sin dudas completo color a mí mundo. Lina me observó pendiente y atenta a cada una de mis palabras, la emoción me había segado por lo que me mantenía extasiada así que más que nada me encontraba con la guardia baja cuando la escuche decir. — Siempre te escucho hablar de ellos con tanta alegría y con tanto amor, pero la duda en mi permanece, lo siento si mi pregunta supone incomodidad para ti, pero, y tus padres Emma. Vaya sorpresa la verdad, aunque no debería de asombrarme tanto, ante tal cuestionamiento pues es comprensible que en cuanto diera a conocer parte de mi vida que l
Hola a todos tengo una duda existencial. Eh recibido algunos mensajes respecto a un tema importante dentro de la novela presente de alguno de ustedes y todo se debe a que suelo redundar mucho a veces en cuanto a un mismo tema, les pregunto que prefieren que acorte las descripciones o que modifique lo más posible aquellas partes que provocan alargamiento aunque debo de aclarar que lo que intento dentro del libro es mantener el suspenso de la relación entre algunos personajes que hasta el momento o no han aparecido en la novela o no han tenido una intervención marcada así mismo como dar a conocer ;las emociones de cada uno de ellos, espero sus comentarios, con gusto leeré sus opiniones.
Lina que había permanecido callada hasta el momento mientras dejaba la mirada fija en mi dirección replico. — Señora Meredith tengo una duda. — Si señorita Lina ¿Qué quiere saber? — Se trata de un pequeño detalle el cual no termina del todo de convencerme, si usted se encuentra hay en plena entrada en todo caso quien entonces gritó y apago el horno — comentó aquella ante la duda. — Es cierto — replique de seguido — entonces de quien provino aquel gritó. Las dudas se anidaron en el rostro de Meredith y las preguntas comenzaron a rondar entre nosotros dejando visible las quizás posibles posibilidades — Pensaba que había sido una de ustedes, digo pues al entrar les vi aquí. Y la negación junto a tales palabras consigo llego, aquellas expresiones trajeron a la vez un enorme peso y junto a ello una voz singular apareció con un tono evidente de nerviosismo. — Eh sido yo... Al girarnos una joven mujer de apariencia pulcra se había alojado allí en secreto como cual fantas
— Sin duda alguna, nos estaban esperando — replicó Lina con evidente sorpresa. Aquella chica sin perder tiempo se acercó hasta la puerta, entre sus manos estrecho el pomo que permite el acceso a tal lugar mientras que no obstante con cuidado le giró sobre su propio eje y aquella puerta como si nada se abrió. — Dios santo es espectacularmente hermoso — gritó al ver su interior mientras aún se mantenía cerca del portal. Yo tenía la intención de acercarme a Lina y junto a ella divisar el interior de aquella habitación pues quería ante nada saber cuál era la razón de su sorpresa, pero Silea replico. — Sígueme — y sin más reanudo su marcha guardando nuevamente un total silencio. Lina tras escuchar la voz de aquella chica giró su cabeza en dirección mía y mirando como aquella se alejaba musitó. — No te quedes hay querida, vamos síguela. Por algunos segundos mire a Lina quien se mantenía de pie como si nada junto a aquella puerta y al ver que no me movía de lugar aquel
Una vez que me encontraba en la cocina y gracias a la ayuda que recibí de la señora Meredith momentos antes, teniendo todo lo necesario a mano la magia ocurrió. Preparar la masa, la mermelada y todo lo que conlleva hornear fue relativamente fácil una vez estuve en la cocina, claro está, pues tal receta fue parte de mi repertorio a practicar durante muchos años pues según la abuela no había nada que se podría saltar. Ojo claro está todo dependerá de lo que busques lograr pues sí realmente se quería una perfecta preparación del pie de arándanos hay que seguir sin dudas los pasos al pie de la letra por lo cual esta receta se convirtió en unas de las cuales más lleve a cabo. Ahora bien, una vez que aquel ya se encontraba en el horno el olor que de tal se desprendía era inigualablemente deleitable pues con el solo hecho de sentirle, la humedad dominaba el paladar de quien se encontrase cerca. — Eh de admitir que te mueves con una gracia como ningún otro chef Emma. Comento Meredi
Le miré fijamente pues era consciente de que yo ante todo tenía completa razón en cuanto a lo dicho y no iba a retroceder solo por complacerle, pues no estaba dispuesta a seguir su incomprensible juego pues ante todo quería mostrarme fría de forma tal que no quedase ningún reflejo de sumisión en mi Verle allí provoco que en mi apareciesen un marullo de sensaciones y sentimientos contradictorios, pues por un lado daba gracias a los cielos por verle completamente bien, pero por el otro lado, tenía una sensación incesante y atroz de querer golpearle hasta sacar de mi cada uno de aquellos sentimientos, dando a manifestar cual completa incongruencias en mi conciencia. — Emma no crees que estás siendo demasiado injusta, aunque sea cierto lo que dices — replico sin tardar una vez que se sintió en completa desventaja — ahora bien, sin embargo, tenme algo de piedad o no vez que me estas pintando a pesar de no decirlo como el peor de los criminales. Eh ignorándole acto seguido lleve mi c