Ha transcurrido ya una semana desde aquel día en el que le di el sí a Dominieck, y aunque parece poco tiempo la verdad es que han cambiado muchas, muchas cosas aquí incluyendo yo misma, que me eh visto sin dudas en la obligación de madurar en poco tiempo. Crecer me ha hecho tomar una perspectiva diferente de lo significa la vida como loba y aunque me queda mucho por aprender eh sabido aprovechar el tiempo que tanto Lyall como Dominieck me ofrecen cada día. Todo ha sido a la largo un subidón de emociones uno que no tiene precedentes y que lamentablemente solo iría en aumento. … … … Son más o menos las siete y diez de la noche y a diferencia de todos los días hoy me encuentro dentro de la cocina, sí... en pleno territorio enemigo lugar en el que se me permitió ingresar luego de que Dominieck hablara con la señora Zoe pues realmente algo que quería hacer era ayudarle precisamente a ella pues quería sentirme útil en la residencia y menos sola. Hace ya un buen rato que las tres nos
Ver como Dominieck me abrazaba hizo que su sangre hirviese, sus ojos se tornaron rojos y se podía notar cómo rechinaba los dientes del enojo. Kira gritó mientras miraba hacía todos lados algo enloquecida — no, no... tú tienes que ser mío, solo mío, tú tienes que rendirte a mis pies no a los de ella. Por primera vez me atreví a tomar la palabra y dirigirla contra ella, no era algo que yo quería hacer, pero si realmente me encontraba allí era sin dudas para ofrecerle apoyo a Dominieck, así que no era justo que simplemente me quedase callada. — Lastima que no eres tú la que eliges o te tengo que recordar lo rigurosas que son las leyes de los lobos. — Tu no harás nada inmunda, tú no eres nada ni nadie aquí como para dirigirme la palabra, yo soy la que elijo y para complacerme en lo que quiero, cuando lo quiero tengo al mejor de todos de mi parte, mi padre sin duda acabaría con ustedes en un abrir y cerrar de ojos. Ante sus palabras yo me reí, sabía que sin importar lo que ella dijes
Sin tener ninguna otra alternativa Izra nos miró y finalmente se retiró tras haberle hecho una señal a sus hombres, de allí salió huyendo quizás queriendo evitar por un momento peleas o situaciones absurdas evidentemente comprometedoras que no son bien recibidas al menos no por el momento.Dominieck y yo contemplando como el auto se perdía en la distancia allí nos quedamos un buen tiempo dejándonos guiar por el silencio, pero aquel siendo precisamente no participe de la calma en su totalidad cuando yo estoy eventualmente de por medio no puedo evitar exclamar.— Realmente tú eres un hueso duro y difícil de roer, aun sabiendo de lo que él es capaz porque decidiste de que era un buen momento para enfrentarte a Izra.— Oportunidades como estás son una en un millón, llevaba años esperando a poder enfrentarme a él, hasta que hoy finalmente pude, aunque sea dirigirle la palabra, sin miedo a contenerme.— Hablas como si tuvieras cuentas pendientes con él.— Las tengo de eso puedes estar segur
Así en completo silencio sumergida en mis pensamientos y en las múltiples suposiciones que aquello traía de por medio, junto a las inevitables lágrimas que de vez en cuando se escurrían por mis mejillas, escondida dentro de mi recamara la noche llegó trayendo consigo la hora de la cena, la cual para nada fue tan poco agradable, en medio de ella no muy bien me acerque a la mesa se instaló una extraña calma que no era para nada normal. De Dominieck ni de mi salía la más mínima palabra, en tanto Lina, Zoe y Leila quienes eran las únicas que se encontraban presentes se cuestionaban acerca de lo que sucedía pues desconocían los nuevos acontecimientos. Ante todo, aquello aparentaba ser una noche larga demasiado para mi agrado, sensación que se agravó una vez Lyall apareció en aquel lugar. Aquel hombre se adentro a la casa y al comedor con demasiada prisa mientras llevaba consigo una cara de total terror. Todos los allí presentes nos vimos obligados a voltear en dirección a aquel
— Así como escucho y tanto ha sido el caso, que no fue necesario encadenarla, ella no se ha opuesto a nada, nadie en su sano juicio siendo acusada como ella en este caso lo es se entregaría tan fácil, no se usted pero sin dudas siento que algo no está bien. Habiendo finalmente escuchado aquello Izra se acercó a mí pues deduzco que aquello era algo de no creer por su persona en vista de la pregunta que realizó. — ¿Qué pretendes? Todos aquí sabemos que nadie se entrega a sus perseguidores por justa voluntad. Con la frente en alto y segura de mí misma ante aquel me quede, de su ser no aparte mis ojos y conteste. — Todos aquellos que son culpables no se entregan por justa voluntad, más yo soy inocente y por eso eh venido hasta aquí. — Inocente tú, no me hagas reír, hay imágenes que dicen lo contrario, confiesa que tienes la culpa y yo me encargare que tu muerte sea rápida. — No voy a confesar algo que no eh hecho, júzgame en base a tus criterios, pero te aseguro que si lo haces so
Y así fue que luego de mucho patalear, termine así llevándole por ende la contraria, por más que insistió en tanto se negó a que yo me presentará a fin de cuentas salí de allí en compañía de aquellos.Al llegar al exterior a expensas de nuestro desconocimiento, no éramos capaces de ver más allá de las sombras que en la oscuridad se movían con avidez camuflajeadas ante nuestra vista.Izra cuestiono con un poco de ira al chocar con la nada misma — y no se supone que estaban aquí.Lyall con algo de nerviosismo contesto — sí estaban, no se que fue lo que ocurrió, estaban aquí, incluso los hombres que estaban resguardando la puerta ya no están.Todos mirábamos de lado a lado dejando en sumo énfasis nuestra curiosidad, para así enfrentarnos a la oscuridad y al desconocimiento que para aquel momento era lo que más intriga alojaba en nosotros.Yo cuestione — no puede ser que se hayan desaparecido, así como si nada, no pueden estar muy lejos estén atentos.Era haz misma del puro y total silenc
— Tu no jugaras con migo en igualdad este juego pequeña estúpida, antes de que lo hagas prefiero acabar contigo — reclamó Namesh, quién mirando a Kira ordeno a esta que se lanzara en mi dirección. Y fue allí que la pelea inició, pues Kirá no espero mucho para acortar la distancia mientras que aun convertida en humana empezó con fuerza su ataque. Con gran velocidad las garras de Kirá ivan y venían de un lado a otro con el objetivo claro de herirme, sus manos al chocar con el aire emitían un pequeño silbido haciendo de manera evidente de que todo aquello iba más que enserio. Por un rato mi treta principal conto en buscar alejarla de mí, necesita tener una brecha y medir con detenimiento por donde podría yo llegar a atacarla, porque Kira era realmente una fuerte oponente haciendo sin dudas claro el hecho de que ella había sido bastante bien entrenada para esto anteriormente. — Te gusto mi regalo — replicó aquella con burla mientras no dejaba de lanzar ataques en mi contra. — Enton
Ante su tranquilidad estreche sus manos junto a las mías y en señal de respeto hacía él agache mi cabeza delante de ellas, habiéndolo soltado me puse de pie y miré a algunos de los hombres de los Lirich que junto a nosotros allí se encontraban exclamando a ellos delante de Lyall pedí a aquellos.— Por favor cuiden de él se los ruego, no dejen que lo hieran, resguarden su vida es lo único que les pido — los rostros de aquellos parecían sorprendidos, en vista de mi pedido se notaban extrañados, pero a pesar de ello tales hombres los que aun permanecían como humanos no quisieron entrometerse y preguntar por ende algo al respecto.Mirando a Lyall dije con suma confianza ante aquel — es la hora de pelear — aquel en respuesta me observo y asintiendo con la cabeza se dedicó a seguirme.Habiendo dado la espalda, desde la parte posterior de los arboles escuche como Izra inició a moverse buscando llamar mi atención — Emma, espera.Yo obedeciéndole en aquel momento me detuve, sabia que la curios