La sonrisa del niño se desvaneció tan pronto como vio a un gigante parado junto a Flor. Sus ojos azules se abrieron y cerró abruptamente la puerta antes de que ella escuchara sus ligeros pasos alejándose de la puerta.Ni siquiera tuvo que mirar al príncipe para saber que su mirada ya estaba fija en ella. Flor tragó saliva visiblemente. Ella lo vio agarrar el pomo de la puerta y al instante agarró su mano para detenerlo.Un escalofrío recorrió su espalda ante el toque.Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, pero no soltó su mano. Él arqueó una ceja perfecta hacia ella. Su rostro desprovisto de cualquier emoción hizo que su corazón tropezara unos cuantos latidos.—Quítame la mano de encima —apretó amenazadoramente y ella retrocedió. Sonó como si ella lo quemara.Draco no perdió ni un segundo cuando abrió la puerta y entró y Flor estaba justo detrás de él. Inhaló profundamente cuando encontró la habitación vacía. Su mirada se dirigió a la cama y tragó saliva
Draco gimió molesto al escuchar un golpe en la puerta. ¿Quién se atrevería a molestarlo a estas horas de la noche? Otro golpe desenfrenado en la puerta le hizo querer estrangular a la persona hasta la muerte. Sentándose erguido, sacó las piernas de la cama y tiró de las sábanas que cubrían lo que necesitaba ser cubierto mientras ladraba "entra", mientras se pasaba los dedos por su delicioso cabello negro.La puerta se abrió sólo para revelar a un Dexter bastante borracho. Se tambaleó dentro de la habitación antes de tirarse en el sofá.—Hermano —dijo con voz áspera mirando a Draco con una expresión de la que era muy consciente.Cualquiera que fuera la razón por la que Dexter estaba allí a esta hora de la noche, simplemente significaba que quería hablar de asuntos serios.No era un secreto entre los hermanos que ambos querían el trono sin importar nada. A Draco no le gustaba mucho ser el rey. Estuvo felizmente listo para entregarle el trono a su hermano menor hasta que fueron adolescen
Las criadas tenían prisa cuando llevaron el desayuno a la habitación de Flor antes de salir. Gracias a Adrián, a Riso se le sirvió un desayuno especial que incluía muchas frutas.Ha pasado una semana desde aquella noche en que el bastardo de un Príncipe intentó forzarla. Se había quedado con Riso en su habitación todo este tiempo y, sorprendentemente, Adrián le informó que el rey no tenía ningún problema y que podía quedarse con el niño con ella, pero protegerlo de Draco y Dexter era su deber.No sabía por qué, pero recientemente había una sensación de inquietud que le consumía las entrañas. Era como la calma antes de la tormenta. Sin embargo, sus instintos siempre fueron correctos. Debido a esto, se volvió más protectora con Riso.Llamaron a la puerta una vez antes de que Adrián entrara a su habitación.Riso levantó la vista del libro para colorear que Adrián le compró y le sonrió. Riso se ha acercado un poco a él. Las expresiones en el rostro de Adrián la hicieron mirarlo fijamente
—Flor —su voz era tranquila, como si supiera que ella le preguntaría esto—. Tu protección es su responsabilidad, si él no te protege, o si mueres, perderá el trono y no te preocupes, le haré firmar un rollo. Además, no soy desalmado, si es que alguna vez durante todo el matrimonio, si quieres divorciarte de él, puedes hacerlo. Pero entonces él no perderá el trono porque serás tú quién; retroceda y me aseguraré de darte una vida de libertad —él le aseguró. Era demasiado para asimilar. Su mente estaba procesando todo lo que él decía. Él no podrá matarla y ella tendría casi el mismo título que él. Esa fue una sólida oportunidad para luchar por los derechos humanos. Pero no había garantía de que él no haría de su vida un infierno. Seguramente no podría matarla, pero fácilmente podría abusar de ella física y mentalmente. ¿Entonces salvar humanos valió su vida y todo el esfuerzo? Ella apretó la mandíbula mirando al suelo. Deberían haberle dado algo de tiempo para pensarlo. Tenía la fuert
Una corriente eléctrica atravesó todo su cuerpo, seguida de una onda de dolor, sus piernas flaquearon al punto de caer, pero una mano fría en su nuca la acercó más. Antes de seguir drenado su vida.Cuando pensó que perdería la conciencia él se retiró. Un escalofrío recorrió su espalda cuando él lamió donde la había marcado y luego paso su lengua por sus labios sellados. Ella se sobresaltó cuando él rodeó su cintura con su brazo y la acercó más para que su frente quedara presionada contra su duro torso.Estaba congelada como un iceberg. Frío y rígido.Sus ojos se abrieron hasta el tamaño de platos mientras él se cernía sobre ella hasta tal punto que tuvo que inclinarse hacia atrás. Intentó meter su mano entre sus cuerpos para alejarlo, pero no había espacio.Su mente se estaba volviendo confusa y necesitaba respirar. Sus labios eran extrañamente cálidos y suaves contra los de ella, pero no había dulzura en el beso. Fue salvaje y duro.Las lágrimas ardieron en el fondo de sus ojos, trat
Ella se ha cambiado de ropa. Tanto Riso como ella cenaron. El pequeño estaba feliz en la nueva habitación. —¿Flor? —el llamó y ella lo miró—. ¿Por qué besaste a ese hombre? —era una pregunta inocente, pero la tomó por sorpresa—. Pensé que conocías a alguien a quien amaba —dijo con un puchero mientras esas grandes perlas del océano la miraban traicionadas. Ella lo acercó antes de pellizcarle las mejillas regordetas con adoración. —No fue un beso. Fue um —ella no sabía qué decir. —Él tomó los labios, ¿verdad? No quisiste dárselos, pero él los aceptó porque tus labios son lindos —dijo lo que pensaba y ella se quedó callada—. Flor, nos quedaremos en esta habitación, ¿verdad? —Sí, cariño —susurró ella, besando su frente. —Ahora es el momento de que te vayas a la cama —dijo y lo puso a dormir. Entró al baño, cerró la puerta, se deshizo de la ropa y se metió a la bañera que había sido preparada con anticipación. Su vida dio un vuelco en un solo día, pero nunca antes había sido tan tr
Era muy alto, musculoso y su aura poderosa exigía sumisión absoluta.—No puedes escapar esta noche —dijo con voz áspera, inclinándose hacia atrás sólo para dejar que sus ojos recorrieran su pequeño cuerpo de pies a cabeza con un brillo oscuro en sus ojos como si la estuviera evaluando.—Dije que no lo quiero —dijo fríamente con todo el coraje reunido y trató de caminar desde el otro lado, pero él instantáneamente se inclinó más cerca obligándola a dar un paso atrás para que sus cuerpos no se tocaran.—Es tu deber complacer a tu marido. ¿Qué clase de reina serías? —él se burló y ella lo fulminó con la mirada. Sus ojos se encontraron con una mirada acalorada de oscura intensidad.—No es No, Draco Hendrix. Qué clase de rey serías si ni siquiera sabe el significado de sí o no —replicó ella con frialdad, sus ojos se entrecerraron en advertencia, pero la forma en que su nombre salió de sus labios. Envió un torrente de sangre a su ingle.No llevaba nada más que una bata de baño que le llegab
Flor estaba sentada en la biblioteca y Riso jugaba en el suelo alfombrado con sus juguetes cuando las enormes puertas se abrieron y Arthur entró. Ella se puso de pie y lo saludó cuando él se unió a ella. Ha pasado una semana desde su supuesta boda y ella ha hecho todo lo posible para evitar a Draco esta semana, afortunadamente él estaba ocupado con sus deberes de rey así que nunca pudo verlo. —¿Cómo estás? —el preguntó y ella cerró el libro antes de prestarle toda su atención. —Estoy bien —murmuró. Ella no estaba bien. Tuvo fiebre el segundo día de la boda. Ella creía que era por el miedo crudo que enfrentaba debido a Draco, pero simplemente hacía frío y mejoró al segundo día después beber algunas hierbas. Le quitaron los puntos y estaba sanando bien. Sus dedos han sanado adecuadamente, pero había un pequeño pliegue en el dedo índice, era visible cuando lo mirabas atentamente. —¿Draco te amenazó o te chantajeó para que te marcharas o algo así? —el preguntó y ella negó con la cabe