¿¡Cual es mi pecado!? Tener que lidiar con este Alfa idiota que sigue declarando que soy su omega, arruinará mi trabajo de investigación.
Luego de ir a tomar algunas fotos el muy idiota se pasó coqueteándome en lugar de prestar atención a las técnicas.
¡Es mi Alfa acéptalo!
Tener a mi Omega reclamándome en todo momento, es todo un fastidio, como hacerlo entender que no estoy dispuesto a convertirme en un ser sumiso, ¡no quiero esa vida!, me siento bien conmigo mismo, logrando todo lo que me propongo. Me gusta lo que hago, por qué tuve que conocer a este idiota que no deja de mirarme como si quisiera devorarme.
—Deja esa estúpida sonrisa
—Eres hermoso
—Te patearé el trasero si lo vuelves a repetir! Ya puedes irte, hemos terminado— Digo para guardar mi cámara en mi bolso y comenzar a caminar.
—¿Qué tienes que hacer? — Insiste.
—Nada que necesite tu presencia.
—Eres especial, cómo todos creen que eres un Alfa, tu aroma es tan dulce.
—Soy un Alfa y tu aroma apesta!
—Es chocolate igual al tuyo, sólo más suave, estamos hechos para estar juntos y eres un omega. Mi omega— gruñe.
—Mi aroma lo tolero, el tuyo me provoca nauseas, ya déjame en paz— Intento caminar de prisa.
—No te dejaré…
Me detengo bufando de fastidio, no podré ir al lugar, ¡este tonto hará que me descubran! —¡Qué es lo que quieres, Alfa idiota! Le diré a tu padre que no quiero ser tu niñero, así dejas de fastidiarme.
—¿Por qué crees ser un Alfa? ¿te engañas a ti mismo? ¿Acaso no te has hecho la prueba? — intenta tomarme del hombro, pero no lo dejo.
—No me toques o tendré que derribarte de nuevo.
—Eso fue estupendo, ¿cómo puedes hacerlo? debes de tener muchos músculos— Intenta tocar mi cuerpo para cerciorarse.
—¡Qué haces idiota! — Lo empujo haciendo que retrocediera unos pasos.
—Tienes mucha fuerza, ¡me encanta!
—¡Masoquista! — Le grito para continuar mi camino.
—¡¿Nos veremos mañana?!— Lo oigo por fin detenerse.
—¡No!
—¡Hasta mañana! —
Oigo sus palabras y estoy más que seguro sin necesitar ver que su rostro que tenía esa estúpida sonrisa.
¡Ahh m*****a sea! ¿éste es el Alfa que elegiste? —¡es un verdadero idiota!
**************
Lamentablemente he perdido mi tiempo con ese Alfa, cuando llegué al lugar ya no se encontraba nadie, así que comencé a tomar fotos alrededor, para no ser en vano ir hasta allí.
Mañana tendré que conversar con mi contacto para recibir más información del próximo encuentro. Como no iré a A.V.S. no me encontraré con ese tono Alfa de sonrisa brillante. Debo ser cuidadoso o arruinara todo lo que he logrado hasta ahora.
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Un nuevo día, como iré recién el viernes a A.V.S. tendré varios días para seguir con mi investigación.
Mientras freía los huevos, el licuado de naranjas ya lo tenía en la mesa.
📞—¡Amigo!
📞—¿Qué tienes para mí?
📞—También me alegro saludarte Mateo…
📞—Ángel ¿te pondrás emocional?
📞—Tienes suerte que eres mi amigo de toda la vida…
📞—Ya, ya, no pude llegar al encuentro. Dime que tienes otro antes del viernes— Cruzando los dedos esperaba que si existiera uno.
📞—El jueves se encontrarán, pero ten cuidado será a las 15 hrs en el parque…
📞—Claro, sabes que soy cuidadoso.
📞—Que tus padres estén resguardados, no quiere decir que no irán por ti.
📞—¡Cállate Ángel!
📞—Sólo estoy preocupado por ti, deja de investigar. Son personas muy peligrosas— Se oía con la voz preocupada.
📞—¿De nuevo con lo mismo? No me descubrirán— Hablo con la voz segura.
📞—¿Cuándo terminarás con esto?
📞—¡Cuando estén tras las rejas!
📞—¿O que termines muerto? ¿Por qué no tienes una vida normal? tienes un buen trabajo como fotógrafo.
📞—Ángel debo colgar, deja de preocuparte sé cómo cuidarme.
📞—Ok! ¡espera, espera! ¿Cuándo tomaremos juntos?
📞—Este fin de semana, te llamaré— Termino con la llamada, sin esperar una respuesta.
Ángel es mi mejor amigo, hemos sido compañeros desde la primaria hasta la secundaria, aunque nuestra amistad se fortaleció en los últimos años. A pesar de no estar de acuerdo, me apoyó para iniciar mis estudios en la universidad. Mientras yo estudiaba criminología él estudiaba economía.
Como no logré ingresar para trabajar para el área de investigaciones de la Comandancia de Policía, a través de contactos logré ser uno de los investigadores secretos.
Logré que mis padres sean resguardados en otro país para evitar que fueran blancos en el caso de que fuera descubierto.
Obvio no están al tanto de a lo que me dedico, creen que soy un simple fotógrafo. Recuerdo que se alegraron en cierta forma que no haya podido ingresar en el gobierno, es por eso que no quise que se preocuparan.
Pero estoy de forma indirecta. Ángel es un omega en todas las letras, muy amable, simple y amoroso incluso llegó a sentirse atraído por mí, también creyendo que era un Alfa, cuando le conté el resultado de mi prueba podía notar lo decepcionado que se encontraba.
Como siempre lo protegía de los que querían burlarse, incluso abusar de él cuando por descuidado su celo le tomaba en la calle, estaba convencido que yo sería suyo. Tampoco me molestaba esa idea, era la única persona que no me desagradaba. Pero algo dentro de mí, me decía que no era quién ocuparía ese lugar.
A pesar de su decepción, nos volvimos los mejores amigos, ahora que lo pienso, esto podría ayudarme para deshacerme de ese tonto Alfa.
Como siempre mi desayuno es una delicia, como me quedan dos días para ese encuentro, iré a tomar fotos para la temática familiar para la revista.
Luego de ponerme mis tenis favoritos, me llevo mi bolso cruzando mi pecho, mi celular al bolsillo delantero de mi jean.
Controlando que todo esté en orden decido salir, no es que fuera quisquilloso con el orden, pero me gusta volver luego de un largo día y solo descansar, abriendo la puerta una imagen sonriente arruina mi gran día.
—Mierda
Iniciar mi día con un buen desayuno, aparentaba que sería una buena jornada, afuera estaba soleado, por la ventana podía divisar el cielo totalmente despejado, era perfecto para tomar fotos en el parque para la revista.Digo “era”, si, ya que al abrir la puerta me encuentro con esa sonrisa poderosa, mirada penetrante, con aire de un triunfador.—Mierda—¡Hola! — Y su sonrisa odiosa.—¿Qué haces aquí?—Te he dicho que nos veríamos hoy, ¿no lo recuerdas?—¿Qué haces frente a mi puerta? ¡Alfa pervertido!—No seas grosero y salúdame siquiera— Su sonrisa continuaba intacta a pesar de que haya sido duro con mis palabras.Lo ignoro cerrando mi puerta con llave, rodando mis ojos. Al parecer necesito conversar seriamente con mi Omega, no puede ponerse feliz al ver a este idiota acosándome.Comienzo a caminar en dirección al ascensor con ese voluminoso cuerpo detrás de mí.Le daré la ley del hielo, no tengo intenciones de entablar conversación con esta molestia, espero entienda que no tengo int
—¿Almorzamos? —¿Qué tengo que hacer para deshacerme de ti?—Por hoy, llámame por mi nombre.—Alfa idiota— gruño con molestia.—Mmmm, ese no es mi nombre— Me sonríe como si nos lleváramos bien.—Está bien te llamaré por tu nombre y me dejarás en paz. — Suspiro profundo.—Por hoy— Aclara de nuevo como si no entendiera sus palabras.—Maldita sea, en verdad eres molesto.— Y tú eres hermoso— De nuevo su sonrisa se dibuja en su rostro, aumentando mi molestia.—¡No coquetees conmigo Diego!—¡Wow! Se siente bien oír mi nombre de tu boca.—¡Deja de coquetear!—¡No puedo evitar cotejarte! Y deja de actuar como un Alfa, aún no me has dicho como es que todos creen que eres uno.—Aquí el único que cree que soy Omega eres tú. Deberías ir a ver tu sentido del olfato.—¡Seamos amigos!—No, y ya déjame en paz, cumple con tu palabra.—Está bien, por hoy te dejaré, sé que me extrañarás— Verlo tan seguro de lo que afirmaba me provocaba nauseas.—Maldito Alfa— intento reprimir una sonrisa, ¿cómo puede s
—¡Amor! — Levanto la voz lo suficiente como para que escucharan y una sonrisa la más falsa posible. Me acerco lo suficiente para que mis labios sellaran los suyos. Mierda como pude llegar a esto, ¡maldito Alfa!Con los ojos abiertos mientras mis labios seguían sobre los labios de este Alfa idiota observo como se detiene el hombre vestido de negro, gira para recibir instrucciones y el gran Max hace un ademan con la mano para que volviera al auto, suspiro aliviado, mientras el chico recibe algo en las manos para retirarse de prisa del lugar y también el mercedes desaparece.Todo ocurrió en transcurso de segundos, había olvidado a quien tenía frente a mi hasta que siento como me toma de la cintura con sus manos para acercarme más a su cuerpo con un gruñido, poso mis ojos en él con sorpresa y este los tenía cerrados.—¡Idiota! — Me suelto rápidamente cuando nos quedamos solo, limpiándome con el dorso de mi mano la boca demostrando mi molestia.—Mateo— Dice el muy idiota frotándose los lab
Para decir que nunca he pensado en ser feliz estaría mintiendo. Lo he hecho muchas veces, pero cada vez que lo hacía no podía evitar cuestionar todo desde el inicio, mi existencia.Antes de realizarme la prueba estaba seguro que sería un Alfa, me empeñaba en sobre salir en todo para que cuando encontrara a mi destinado, se sintiera orgulloso de lo que soy. Si, estaba muy molesto, pero también triste con el resultado, no es que renegara ser Omega, pero quería ser alguien más, y solo los Alfa tenían muchas oportunidades en muchas cosas.En la universidad todos creían que era un Alfa, muchos se acercaban a mí con intenciones de congeniar, incluso Alfas se sentían atraídos por mi aroma. Era frustrante, no pretendía ser otra persona, pero en sí ya lo era.Pero no podía permitirme que me conocieran en verdad, sabía que al confesar que era un Omega muchas cosas cambiarían para mí.Aprendí a formar este carácter, este temperamento, para mantenerlos alejados y evitarme el mal rato de los recha
— ¡Basta Alfas idiotas! ¡¿Quiénes creen que son!? no pertenezco a ninguno!!—Grito intentado salir, necesitaba hacerlo ambos Alfa estaba furiosos liberando feromonas de posesividad, padre e hijo estaba dispuesto a pelear por mí, incluso aunque yo no estoy dispuesto a entregarme a ninguno de estos idiotas hormonales.Diego presiona más su agarre sin intención alguna de dejarme ir, de nuevo lanzo un chillido de dolor, al darse cuenta del daño que me provocaba suelta su mano dejando una marca en mi brazo, se aferra a mi cuerpo inhalando mi aroma e impregnándome el suyo como si me reclamara, por alguna razón ese hecho logra que mi Omega dejara de temer, mi cuerpo se aferraba al suyo en busca de protección.—¡Diego dijiste que nunca estarías con un Alfa! — Gruñe su padre.Diego se acerca a mi cuello absorbiendo de nuevo mi aroma.—Mi Omega.Es todo lo que pude percibir antes de desvanecerme, para luego sentir como mi cuerpo es tomado y elevado, mis pies dejaron el suelo para mecerse acorde
—¡Diego! ¿dónde estabas? — Matías con dos botellitas de cerveza se acerca a este. —¿Matías? —¿Mateo? —¡Ay Jesús! — fue la exclamación de Ángel ante toda esta tensión, sentía pena por arrastrarlo a esta situación. —¡Mateo! ¡Qué bueno verte! — Matías me abraza con emoción, ¿cómo es que está aquí y con este Alfa?, Diego da un paso, pero se detiene al lanzarle una mirada de advertencia. —¿Cómo lo conoces? — Pregunta Diego con una voz grave, podía notar que se sentía posesivo. —Somos amigos Diego y tu ¿cómo conoces a Mateo? —Mateo es mi Omega— Dice con mucho énfasis en la palabra "mi Omega”, quisiera darle un buen estate quieto, ¿acaso piensa descubrirme públicamente? Pero le será difícil al parecer es ignorante a nuestra situación. —¿Mateo? ¿Omega? Jajajaja Diego, es un Alfa como nosotros… —¡Dile Mateo! — Me grita Diego frustrado, sabe que no voy a hacerlo. —Permiso— Nos interrumpe el pobre mozo que baja uno de los vasos frente a Ángel y la otra me lo pasa en mi mano directament
Saliendo del bar tomo el primer móvil, que se detiene frente a mí. Subo en el asiento trasero del auto dándole la dirección de mi edificio, en todo el camino el silencio reinaba en el vehículo, cierro mis ojos maldiciendo en todo momento, solo quiero una vida normal, o ser Omega o un Alfa, cada día era una lucha del que ya me encontraba cansado. El auto se detiene y observo por la ventanilla con los ojos entre abiertos notando el edificio alto donde vivo, no pregunto cuanto debo le arrojo unos cuantos billetes, como no recibí reclamos creo que habré pagado con lo justo o más, era lo que menos me importaba, solo quería ir a mi cama.Subo al ascensor sosteniéndome de las paredes. Sí, así de patéticamente ebrio me encontraba.Al llegar a mi piso intento introducir mi llave en la ranura, pero creo que lo han cambiado de lugar, siento un gruñido tras mío que toma mis llaves abriendo la puerta de inmediato.¡Maldita sea! No me queda de otra que maldecir, ¡¿acaso no piensa dejarme nunca?!En
Si esto es resaca nunca más quiero beber en mi vida. Siento mi cabeza estallar, ni siquiera deseo abrir mis ojos, lo único que sé es que hoy es sábado y no estoy dispuesto a levantarme de la cama en todo el día.Siento como si mi cuerpo fue pisoteado por un tanque enorme una y otra vez para luego quedarse estacionado sobre mi como si fuera poco lo aplanado que me siento, un gran peso, pero algo cálido, raro en verdad.Un momento... ¡este tanque está respirando en mi cuello! Cómo si de una pesadilla se tratase abro mis ojos de par en par, con mi mirada al techo de mi departamento, me aterraba la sola idea de descubrir que tenía sobre mí, mi corazón late con fuerza.Esto es imposible, la mitad de mi cuerpo cubierto por el de otra persona con un brazo rodeándome de la cintura, como si vaya a escaparme de mi propia cama, su cabeza en mi cuello y su respiración relajada, no puedo negar que, aunque pesaba su cuerpo era cálido, pero no es momento de ser débil.—¡Maldito Alfa! — grito en gran