Asher«Déjame hacerla mía, eres demasiado lento»Grita el maldito lobo que hace unos segundos fue capaz de tomar casi por completo el control de mi cuerpo, la beso de la nada y la pobre chica está apestando a horror justo ahora.Ni siquiera me dejó ayudarla a subirse una vez más a la cama. Se envolvió en esa manta como si fuera a protegerla realmente de mí y me está mirando con pánico, justo ahora.«Ella necesita acostumbrarse a los dos»Murmura el molesto animal en mi cabeza, masajeo mi frente para calmarme y miro el problema que aún sigue sobre mi cama.Anoche, no solo tuve que traerla a casa, sino que luche contra el maldito instinto mientras la desnudaba y terminé metiéndome en la ducha por causa de verla dormida usando únicamente mi camisa entre las sábanas de mi cama.Me fui a la habitación de pánico, cerré la puerta desde dentro e intenté dormir lejos de ella, cambié para evitar que este maldito perro pudiera venir aquí arriba y hacer algo de lo que podría arrepentirme, pero es
ScarlettDespués de tomar dos autobuses subo al tercero para llegar al fin a casa. Llevo puesto mi vestido que efectivamente está algo ensangrentado aún, pero mejor eso que seguir usando solamente esa camisa que me dió Asher.Una persona se sienta a mi lado en el bus y chasqueo la lengua cuando sus ojos se abren ante la sangre en mi ropa. Bajo del autobús veinte minutos después.Rebuscó en mi bolso algunas monedas para comprar algunas cervezas e intento no pensar en lo que sucedió anoche, en lo que vi y dijo Asher.—¿Estás bien?La voz del sujeto detrás de la barra me hace alzar la vista desde el suelo. Le entrego un billete de diez dólares que fue lo que pude encontrar en mi bolsa.—Solo véndame, las…—el sujeto me mira molesto y bajo la voz cuando pienso que quizás podría ser un lobo—cervezas por favor…El sujeto me cobra, tomo la bolsa y salgo de allí corriendo tan rápido como este estúpido vestido me deja. Miro mis pies descalzos cuando camino por la acera hacia mi departamento. El
Asher una semana después «No me dejaste ir por ella»—La asustasteRespondo al molesto animal que ha estado molestándome toda está maldita semana.«No la asusté, la seduje, pero tú la dejaste ir»—Claro, por esa razón no ha vuelto ni siquiera al trabajo.Respondo mientras pongo los ojos en blanco. Camino rápidamente la poca distancia que queda entre mi oficina y la sala de juntas para ocuparme de las cosas realmente importantes aquí.Tengo una reunión con los únicos seis trabajadores que podrían haberme robado, les mentí diciéndoles que haríamos una evaluación de los costos de fabricación anuales de hace dos años para un nuevo producto.Hice mi propio informe hace dos días y fui bastante específico con cada uno de los números.Así que las seis personas que esperan por mí dentro de esa sala me entregarán un informe individual que dejará ver quién de ellos está mintiéndome.«Deberíamos estar buscando a nuestra luna, seguro ese vampiro está cerca de ella»Siento la rabia de mi lobo exp
ScarlettCorro dentro de mi departamento después de bajar del auto, me pregunto que es este extraño sentimiento que tiene latiendo mi pecho de esta manera y me digo que solo estaba asustada.Entro al elevador un momento después, coloco una mano sobre mi pecho para calmarme y no puedo evitar sonreír cuando pienso en lo absurdo que es todo esto.Me tomo toda una semana decidirme, tardé casi un día entero en atreverme a regresar y cuando entre a su oficina él simplemente me ordenó hacer un absurdo papeleo.¿Por qué?Porque me aborrece, definitivamente, tardé toda la mañana en teclear las carpetas que me dió, almorcé mientras organizaba su agenda y después de terminar los informes me trajo a casa diciendo que le alegró que regresará.Eso sin duda es bipolaridad, las puertas del elevador se abren en mi piso. Camino hasta mi puerta sin querer pensar más en lo que provocó tenerlo tan cerca y estoy a punto de abrir mi puerta cuando la dé al lado se abre.Nathaniel lleva una bolsa de basura en
ScarlettEntro en casa sintiéndome como una tonta, cierro los ojos cuando recuerdo la forma tan infantil en que corrí para no darle una respuesta a Nathaniel.Pude decir que no, que no iría con él a ningún lugar o alguna cosa parecida, pero correr…¡Dios porque los seguí aquel día!Me dejo caer en el sofá antes de encender la tele con pereza. Todo habría sido más simple si no conociera…«Hay un poco de todo»las palabras de Nathaniel vienen a mi mente, entierro mi cabeza en una de las almohadas y maldigo mi suerte. Como voy a tratar con personas ahora, podrían ser cualquier cosa y tengo que admitir que eso me asusta un poco.El sonido de mi móvil hace que busque con la mirada donde tiré mi bolsa, la encuentro junto a la puerta, así que camino con pereza para recogerla.El nombre en la pantalla me hace resoplar, pongo los ojos en blanco antes de contestar.—Dígame señor.—¿Estás en casa?Miro el móvil con el ceño fruncido, lo pego a mi oído antes de contestar un segundo después.—¿Por q
ScarlettEsto es surrealista, guardo mis cosas en la bolsa mientras el molesto de mi jefe espera cruzado de brazos junto a la puerta de mi oficina.Todos se han ido, pasan de las seis y de no ser porque realmente tenía que terminar de enviar unas solicitudes para obtención de unos puestos de trabajo, también habría salido corriendo.Paso una mano por mi cabello, me pongo en pie haciendo que mi jefe deje de apoyarse en el marco de la puesta y sé que no tengo escapatoria.—Iremos a un buen restaurante—me dice—¿Le gusta el pescado?Tomo el ramo de flores que me dió en la mañana con demasiada fuerza, le lanzo una mirada de furia.—No, no me gusta.—Bien, prefiero la carne—mira su celular—¿Nos vamos?Paso a su lado con cara de molestia.—¿Acaso tengo otra opción?—Por supuesto que no.—Estupendo.Subo al auto con prisas, una vez llegamos al estacionamiento, reviso mi móvil mientras él conduce y la verdad que las flores que me dió en la mañana me hicieron sentir un poco reconfortantes, pero
Asher —¿Entonces estás diciendo que ustedes, los mmm, los lobos, tienen sus propias leyes?Corto el otro pedazo de mi segundo bistec antes de contestarle a la chica un poco menos enfadada que me sonríe desde el otro lado de la mesa después de su cuarta copa de vino.—Exactamente, somos una comunidad con culturas y tradiciones.—¿Sí?—se ríe—¿Quién es su dios el lobo de Caperucita roja?Su sonrisa muere cuando su desinhibido cerebro se da cuenta de lo que acaba de decir, sonrío para hacerla sentir menos incómoda.—No, ese lobo en específico fue un tanto despreciado—bebo de mi copa—quien sería tan cruel como para comerse a una pequeña niña.«Qué tonterías estás diciendo»Gruñe mi lobo mientras me siento genuinamente bien con esta charla y la mujer frente a mí. No sé por qué, pero quizás si he pasado demasiado tiempo solo.—¿Qué piensas hacer con tu salario?Pregunto llamando su atención, ella termina el resto de su copa antes de encogerse de hombros de una forma demasiado tierna.—segui
ScarlettMi cabeza duele, el pitido insoportable en mis oídos me hace sentarme al borde de la cama. Abro mis ojos cuando el pitido comienza a tener forma de reloj, lo golpeó una vez haciendo que pare, pero el dolor de cabeza no se va, sigue ahí, junto con esta acidez incómoda en mi vientre.Paso mi mano por el cabello como hago todas las mañanas, me pongo en pie para ir a la ducha y me siento en el inodoro con menos ganas que ayer de ir al trabajo.Cierro mis ojos algo dormida, termino de hacer pis antes de meterme a la ducha y repaso mentalmente la lista de tareas que tengo que hacer hoy.Salgo de la ducha, sintiéndome un poco más despierta, me miro al espejo y parpadeo varias veces antes la marca rojiza sobre mi pecho…Probablemente, anoche me pico algún insecto mientras…La toalla cae de mis manos, el dolor de cabeza se vuelve más fuerte cuando me pregunto de qué manera llegue, anoche a casa y siento mi respiración detenerse cuando descubro otro ligero rojez sobre mis caderas.«Si