49- Romina Estoy un poco nerviosa por salir con el jefe, siento que todos se nos quedan viendo, él va saludando a su paso y yo intento ir detrás de él por la pena que siento de caminar junto con él el jefe, la secretaria se le acerca con cara de pena. —Disculpe que lo moleste, señor Collins— tiene un par de carpetas en la mano cuando prácticamente se atraviesa frente a su jefe—necesito su firma para autorizar el químico que necesita el Doctor Meyer. —No molestas, Cristina —le resta importancia mientras la tutea— revisemos eso. Me quedé un paso detrás de él para que atienda sus cosas tranquilamente y tratar de mitigar las miradas de todos y se puso a revisar los papeles antes de firmar, luego de firmar la primera carpeta gira para verme. —A mi lado, nunca detrás de mí— me dijo y volvió a sus papeles — te sigo esperando, Mina. Preferí ponerme donde me dijo, justo a su lado todos se me quedaron viendo y Cristina, la secretaria me regalo una sonrisa para tranquilizarme, inhale profun
RominaMás que nerviosa estoy expectante de lo que pueda pasar y de lo que quiero que pase, no quiero forzar las cosas, pero tampoco quiero seguir esperando, siento que tengo años esperando por él y, tal vez sea así.—¿Quieres ir a la sala? —pregunta y besa mi hombro.Sentí mi ser temblar y negué con la cabeza sin poder hablar, nos quedamos justos donde estábamos y me atreví a girar mi rostro buscando sus labios.—Tu casa es hermosa —le dije en cuanto lo vi a los ojos, sus ojos oscuros se veían aún más oscuros con su pupila tragándose su iris, su boca se veía más apetecible que nunca.Su casa era moderna de esas de revistas que te encantan y que piensas que jamás vas a visitar, pero en este instante me sabía a rábano su casa moderna, Mónica o cualquier problema.—Me alegra que te guste— comenta tranquilo, viendo entre mis labios y mis ojos.—¿No tenemos que volver al laboratorio? —pregunté para tratar de estar segura, aunque en realidad no sabía qué hacía.—Es lo bueno de ser el jefe—
«Si pudiera le hiciera un traje de saliva.» —Ven aquí — me hace señas con dos dedos para que vaya a él, soy muy obediente y le hago caso y me levanto. Me ayudo a quitarme el resto de la ropa y me beso antes de que tuviera oportunidad de cubrir mi cuerpo, por más grande que sea mi cuerpo Jacob lo cubre bastante bien como para sentirme protegida y con calor, un calor abrazado que no pensé sentir luego del orgasmo en la cocina, pero mi vientre se aprieta de anticipación, acaricié su cuerpo terminando de quitar la camisa que el había empezado a quitar, tenerlo así para mi es como un sueño hecho realidad. —Eres un sueño —se adelanta a decir algo antes de que yo pueda. —Tú eres más que un sueño para mí — le respondí y luego le devolví el beso. Bese su fuerte mentón, su cuello, su oreja y fui bajando poco a poco, mis manos no se estaban quieras y como estarlo si este hombre estaba más allá de mis sueños, pase mi lengua por sus tatuajes de último por sus tetillas las cuales mordisquee y l
52- Viken He prometido ser un buen hombre, lo había cumplido por un tiempo, pero no todo es blanco y negro tenemos matices que debemos aceptar, así yo no quiera. Nunca me he arrepentido de nada en mi vida, pero justo hoy saliendo del hospital con Carlota me arrepiento de quien soy y mis secretos, solo quiero a esta hermosa chica para mí, aunque sé que no debería, yo tengo que dejarla ir, pero entre decir y hacer hay un trecho muy amplio. Ya en la casa me ocupé de que tuviera todo lo necesario y en la noche me fui dejándole una enfermera a cargo de ella, era exagerado, pero prefería estar seguro de que estaría bien, creí que me dirigía al club, pero mi mente me llevo a la estación de policía, me bajé del auto y entré. —Señor Solheim— me saluda uno de los detectives del caso. —Detective…. —pensé en su nombre, pero hasta que no se acercó no se lo vi— Ponce, ¿cómo le va? —Bien, otro turno de doce horas, pero todo bien. —Eso es bueno, atrapando a los malos— sonreí de manera fingida—
53- MónicaEl viaje relámpago me cayo como balde de agua fría y eso junto con todas las malas noticias que trajo me sentaron de la patada, eso y que Makim no contestará mis mensajes. En cuanto pude cambiar el chip a mi celular y ponerle uno con el código de Alemania y llamé a Makim.—Buenas tardes— me contesta una mujer y quedé de piedra— bueno, bueno… aló, ¿hay alguien allí?—Eeh… sí, ¿me pueden comunicar con Makim? —pregunté en voz baja, queriendo colgar, pero la educación no me dejó. —Salió a comprar comida, pero ahorita que regrese le digo que te llame —me responden de manera amable. No espero ni dos días para andar con otra, aun no se de que me sorprendo, yo siento que estoy maldita con las relaciones. —Gracias — y colgué antes de que preguntará quien soy. No se escuchaba que fuera mala persona, desde que llegué al aeropuerto he estado intentando comunicarme con el sin éxito y ahora entiendo por qué. No me esperaba esto. Caminé de regreso a la oficina, pero Romina no se en
54- Makim Estaba llegando a mi apartamento cuando Mónica me escribió un texto que tenía que adelantar su viaje y que ya iba de camino al aeropuerto, me sentí fatal por no poder llevarla, pero lo que encuentro de mi apartamento casi me deja caer mi cámara profesional al suelo. —Maman et papa — dije atónito, olvidé todo lo que tenía en mente y me senté en las tres personas frente a mí. Mi familia estaba en medio de mi sala, todos sonrientes con sus vestimentas tradicionales de Nigeria, mi hermana ya estaba vestida con la ropa que había dejado aquí. —Hijo mío, mira que grande estás ¿estas comiendo bien? —pregunta mi madre mientras me abraza. —Maman, no es un niño —se queja mi hermana menor por el trato que siempre me da mi madre. —Te ves bien, hijo —saluda mi padre golpeando mi espalda. —¿Qué hacen aquí? —pregunté aún atónito. —Visitando a mi bebé— réplica mi madre con obviedad. —Ya que no visitas a los reyes de Nigeria en un año ellos decidieron venir a ti —comenta Ayana, mi her
55 – RominaCasi no pude dormir luego de la tarde que pasé con Jacob, fue sencillamente perfecta, no le quitaría o le sumaría algo, pero en todo el mundo de todas las personas tuve que volver a encontrarme con el padre de Luciano.¿Qué tan pequeño puede ser el mundo?Después de dar más de mil vueltas a la cama decido levantarme y pasar a ver a Luciano quien duerme abrazado al peluche que le regaló su padre y ese juguete cobra un nuevo sentido para mí ¿Sospechará algo y por eso le regaló eso a su hijo?¿Cómo podría saber de la existencia de un supuesto hijo?No me gustaría que se enterara por boca de otra persona, pero tampoco sé cómo decirle.Tipo: ¡Oye! ¿Recuerdas esa noche en la discoteca? Resulta que tuvimos un hijo de cuatro años que se parece mucho a ti, salvo por su color de piel y su cabello.No veo como eso pueda ayudar, se nota que no es un hombre de salir corriendo, pero no todos los días te sale un hijo por allí, espero que no sea ese tipo de hombre.A las seis de la mañan
56- Jacob 5 años antes Estoy sentado en la sala de mi habitación de hotel discutiendo por celular con mi padre y es frustrante que no quiera escucharme, ya es más de medianoche y esta situación aburre. —Debes empezar a parecer un hombre de verdad y cortarte el cabello, venir aquí y trabajar en lo que tu abuelo y yo hemos trabajado tanto —discute a voz en grito. —No lo haré —respondí de manera calmada. —Lo harás, Jake es importante para mí que hagas esto, sabes que es lo que se necesita de ti, ¡cumple! —me exige. —No es lo que quiero, estar detrás de un escritorio no es lo que buscaba cuando estudié mi carrera, padre —le refuté de malos modos. Una hora después la discusión seguía igual y hasta peor así que decidí colgar y bajar para despejar mi mente, no se podía llegar a un punto medio con mis padres. La música ensordecedora era lo único que me mantenía cuerdo, irónico ¿no? Estaba cansado de lo que los demás querían para mí y nadie se detenía a pensar en que quería yo, así que