Capítulo4
Flotaba en el aire y observaba su expresión con tristeza en mi corazón.

Gael, el teléfono que antes estaba siempre a tu espera, ya no iba contestar.

5.

Gael estaba ocupado, rechazó las invitaciones de Bianca para cenar durante varios días. En su lugar, las personas con las que estaba comiendo eran astutas, rodeaban a Gael para tantear el terreno sutilmente.

—Ya casi son las diez, ¿por qué no ha llamado Sra. Fisher para preguntar por ti?

Uno de ellos bromeó con Gael, sus amigos de negocio sabían que tenía una esposa en casa que siempre lo llamaba a las nueve en punto.

No pude evitar sonreír amargamente al pensarlo. Ciertamente, así era yo, no me extrañaba que a Gael no le gustara, pero ¿por qué no perdonó ni siquiera la vida de mi hijo?

Los movimientos de Gael tomando su bebida se estancaron por un momento, debió recordar los días en que llamaba para interrogar su horario. Pero era bastante raro que no se disgustara.

—Quiere hacerme enojar.

Parecía que Gael se reía suavemente, creo que solo era mi ilusión.

La gente de la mesa lo rodeaba y le daba consejos para complacer a su mujer, nadie estaba hablando de negocios serios.

Al final, Gael bebió hasta vomitar y no pudo llegar a ningún acuerdo, en su lugar escuchó un montón de consejos inútiles. Pero no parecía disgustado, incluso eligió un camino más largo para comprar almendras que vendían en la calle de la universidad.

En el pasado, aunque le pidiera que me las trajera, siempre encontraba una razón para negarse.

—Araceli, te traje almendras.

Dio vueltas con la bolsa de almendras por toda la casa durante mucho tiempo. No me encontró. Pronto se le acabó la paciencia y tiró la bolsa al suelo. Se esparcieron por todas partes.

El celular sonó, rompiendo el silencio de la habitación. Una sonrisa apareció en la cara de Gael, pero fingió seriedad.

—... ¿No eres Araceli?

Parecía decepcionado, pero no había ninguna expresión en su rostro.

—Señor Fisher, buen día, la señorita Flores nos dejó su número con anterioridad, ¿todavía se celebrará la fiesta de su décimo aniversario?

Antes de morir, me había hecho mucha ilusión cumplir diez años de casada, sin embargo, la muerte ya nos había separado.

Gael pensó un momento, sabía que la cancelaría.

—Que se mantenga como estaba previsto, con el paquete de más alto perfil.

Me quedé de piedra, ¿qué era esto, estaba loco?

Lo último que recuerdo de ese día era a Gael de cuclillas en el suelo, recogió las castañas una a una.

—¿Y si quiere un poco cuando regrese?

Le oí murmurar.

6

Gael estaba ocupado, pero aun así pospuso todos sus viajes el día de nuestro aniversario.

Invitó a mucha gente. Alguien quiso buscar su lado bueno diciendo que parecíamos una pareja muy cercana. Lo extraño era que no lo refutó.

Pasó el tiempo y nunca aparecí. Después de que Gael rompiera su celular, pidió prestado el de otra persona para llamarme.

—¡Araceli, no lleves las cosas tan lejos! Eres una simple acompañante, ¿¡de verdad te crees tan importante!?

Los invitados de la fiesta se miraron entre sí, pero nadie dijo nada.

—¡Si no quieres volver, mejor vamos a divorciarnos! ¡No quiero volver a estar con una muchacha de compañía!

Lo vi enloquecer y ahogarse en alcohol. Mi corazón dolía. Se decía que la gente es sincera cuando está borracha. Me odiaba desde hace mucho tiempo, ¿verdad?

Gael, si tanto me odiabas, ¿por qué te casaste conmigo en primer lugar?

Después de decir esas palabras, fue a todo tipo de lugares para follarse a todo lo que tuviera falda. Se corrió la voz por todo el círculo que él y yo habíamos roto nuestra relación.

Era realmente fiel a la naturaleza humana, creía haberme dado cuenta hacía tiempo. Pero había subestimado la maldad que puede tener un ser humano, no pensé que mi suegra animaría a Gael a llamar a mi padre.

—¡Te debe esto! ¡Si no fuera por ese viejo, tu empresa habría ido de maravilla!
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