Me removí con dificultad en la cama, intenté sentarme pero me sentía aterrada.

-¿Entrenar?, ¿Así?. - Quería levantarme de la cama pero me sentía como si me hubieran golpeado toda.

-Ya pasó una semana te puedes mover sin problemas.-

Se me cayó la quijada cuando dijo eso. Luego escuche los gritos de una mujer en la sala.

-Pues aun así voy a entrar. - Mi mamá apareció en la puerta con un plato de comida.

-¿Mamá?. - la vi soltar el plato y arrojarse hacia la cama para abrazarme.

Lloraba ruidosamente y no dejaba de dar gracias a la diosa por dejarme vivir. Ni siquiera me dio oportunidad de preguntar qué estaba pasando cuando mi papá entró después, se quedó parado en la puerta junto a la Luna de los SilverFang, se contenía para no llorar.

-Te darás 15 minutos con tus padres, luego te levantas de esa cama. - la enorme mujer se dio la vuelta y salió dejándome a solas con mis padres.

-¿Y?, ¿todo bien en el rancho?. - alise el cobertor con el que me estaba cubriendo.

Mi mamá me tomó de la oreja