Habían llegado a la casa de Eros y Barbara estaba mejor, ya no estaba llorando a moco suelto como cuando estaban en el carro.—¿Quieres hablar?—le pregunto Eros a Barbara que estaba sentada en el sofá y le entrego un té de hierbas.Ella asintió lentamente dando un sorbo a su té, luego hizo una mueca — le falta azúcar.Eros sonrió le dió un beso en su cabeza y salió a buscar la azucarera para que ella pudiera agregarle la cantidad que deseara.—Gracias.— suspiró — él... Jeremías, fue mi novio en la universidad para ese entonces mi hermano me pagaba mis estudios... Los padres de Jeremías tienen dinero, lo conocí en una de las estúpidas fiestas que hacía mi madrastra... Ella estaba encantada con la idea de que nuestras familias se unieran — dió otro sorbo a su té — salimos por unos meses hasta que un día mi hermanastra hizo una fiesta y bebimos un poco...— ella reprimió las ganas de llorar, no lo haría.—Esta bien, si no quieres seguir, no lo hagas — le dijo acariciándole la espalda sua
Eran las diez de la mañana cuando Barbara volvió a despertar, aún se sentía un poco cansada pero a pesar de eso, su estado de ánimo estaba excelente, ella no era de las mujeres que se rinden fácilmente, ya ella había aceptado su destino, y si iba a morir pues lo haría estando alegre y siendo capaz de dar alegría a los demás.Salió de la habitación al ver que estaba sola en la cama. Vio que Eros estaba en la cocina, pero le causó mucha gracia lo que estaba viendo. Había mucho humo, Era todo un desastre el que estaba en la cocina, la mesada estaba bañada en harina, se veían unos huevos rotos también, una jarra de agua con marcas de manos echas con huellas de harina, desde la distancia se podía ver el piso pintado con harina, parecía como si un huracán paso y dejo tremendo desastre.En la cocina había un sartén con un humo extremo, algo se estaba quemando, iba a acercarse para apagarlo y verificar que era cuando Eros aparece con un extintor y lo activa apuntando al pobre sartén. —Mierd
Estaba estresado, ya quería que el día terminará y apenas era medio día.Había mucho papeleo que atender, el inepto de su hermano se suponía que estaría a cargo de los asuntos legales mientras el estaba cuidando a su esposa. Se suponía que se iba a quedar un par de días más cuidando a Barbara, pero no, Luca tuvo que llamarlo porque habían unos documentos que no estaban firmados y compañías que estaban por fusionarse con los Adams no habían leído y mucho menos firmado las clausulas del contrato, y todo porque Edin Simplemente no le dió la gana de enviar los correos y mucho menos ir en persona a dichas micro empresas, como solía hacer Eros.Así que ahí estaban, Eros con su amigo y abogado, Luca.Se habían quitado la corbata, quitaron los primeros botones de su camisa, el saco estaba en el espaldar de sus sillas, el escritorio de Eros estaba infestado en carpetas rojas, negras y blancas, cada una con diferentes logos de las empresas que ibas a fusionarse, ya habían resuelto la mitad de
El silencio reinó en la oficina por unos minutos. Hasta que Kevin habló —¿Y bien? — Barbara no se ha sentido bien en estos días. — ¿Y cuándo pensabas decirnos? ¿Cuando estuviera a tres metros bajo tierra?—No, por supuesto que no, pero no he tenido mucho tiempo. — dice Eros, tenía razón tuvo que haberles informado, pero realmente se había olvidado de ellos. —Siempre tiene que haber tiempo para informarle a su familia su estado de salud. — dice Kevin, y ve a Alejandra sentarse junto a Barbara y la abraza. — Yo creo que estamos de más aquí, así que noso...—No, quédense, por lo que veo estaban ocupados, nosotros estamos de más aquí, Alejandra nos vamos.— dice Kevin con voz demandante.—Pero...—Ahora, ella no nos necesita.Alejandra apretó los labios y vio en la mirada de su novio lo dolido que estaba con todo esto, sabía que le dolía que Barbara estuviera mal y no le hayan dicho nada, por dios era su mejor amigo, y casi hermano, se sentía traicionado. Pero ella era su pareja y le
Todo paso muy rápido.El chirriar de las llantas se escuchó a kilómetros y no solo de un carro sino de tres carros, era una catástrofe, una colisión con esos tres vehículos. El carro de Verónica tenía la parte delantera abollada y una Verónica mal herida dentro, solo la bolsa de seguridad le había salvado de no salir volando por el vidrio del carro, estaba inconsciente con cristales de vidrio incrustados en su cara y brazos, y tenía una herida en su cabeza que sangraba a exageradamente. La parte trasera de carro estaba inservible, tenía al tercer carro prácticamente fusionado con el de ella.El tercer carro, el que había golpeado el de Verónica estaba en las mismas condiciones con la diferencia de que su chófer estaba en estado crítico, a él también le protegió la bolsa de seguridad y el cinturón. El carro de Eros era el que estaba en pésimas condiciones, estaba de lado la parte trasera estaba echa un desastre y la delantera estaba abollada, Luca y Estefaní estaban inconscientes, de
Horas antes—La estamos perdiendo— Eros escucho, que decían y como pudo abrió los ojos. — M.mi espo.esposa. — dijo débilmente —Calmese señor va a estar bien— se sintió somnoliento pero aún así pudo hablar, subió una mano a su costado y sintió la barra de metal. — mi co.corazon, denle m.mi corazón, si el iba a morir lo haría sabiendo que su mujer iba a poder vivir con su corazón, ella merecía ser feliz aún si el no estaba a su lado, le quedaría la satisfacción de que con ella estaría una parte de él. Los paramédicos y bomberos no entendían a qué se refería, estaba delirando pensaban ellos.Eros perdió en conocimiento y fue trasladado a una ambulancia.Al momento de sacar a Barbara tenía bradicardia, si no hacían algo pronto moriría.La subieron en otra ambulancia y se dirigieron al hospital, en el trayecto Barbara entro en paro cardíaco.— preparen el desfibrilador... Carguen... Retiren...Era el procedimiento que se repetía una y otra vez antes de llegar al hospital. — No responde
Sus oídos no daban crédito a lo que estaba escuchando ¿será que había escuchado bien?—pero... Pero... — no sabía que decir, las palabras se le atoraron en la garganta. —tranquilízate, que eso no te hace bien ¿Porque creíste que había muerto? — pregunto si padre que se había despertado al escucharlos hablar. Eros trago con dificultad— pregunté por ella y no me dieron respuesta. —¿Dejaste al menos que te respondieran?Eros lo pensó un momento, y nego con la cabeza, porque a decir verdad, no dejo que el médico dieran respuesta de ella, se había puesto histérico de no escuchar algo de ella rápido y pensó lo peor. Pero la pregunta que le rondaba en su cabeza desde que despertó era— ¿Dónde esta? Quiero verla— intento levantarse y le dolió la herida. Se quejo por el punzante dolor. —Hijo... Hijo... Al fin despiertas me tenías muy preocupada — está vez fue su madre quien se acercó a él y le dió un beso en la cabeza, así era ella una madre amorosa y hasta melosa, ya tenían treinta y aún
Minutos después de que Kevin le dio un poco de privacidad para que pudiera hablarle a Barbara una enfermera llego para llevarse a Eros a su habitación. Grave error, el hombre le ladro a la enfermera renuente a irse, sus padres y abuelo llegaron en plena discusión.- Pero Eros por amor al cielo mejor vamos a tu habitación y mañana la visitas nuevamente.- dijo su padre- Que no, a mi esposa no la dejo sola. - Dios pero que cabezotas. - Dijo su abuelo pellizcandose el puente de la nariz- a ver no vamos a llegar a ningún lado con esta discusión, enfermera acondicione una habitación más grande donde puedan estar dos camas y doblen la atención médica. La enfermera asintió y salió de la habitación.Alejandra seguía durmiendo ni todo el alboroto que había en la habitación lo despertó. Kevin escuchaba atento a lo que decían pero se mantenía recostado del sofá junto a Alejandra con los ojos cerrados. -necesito un analgésico, este dolor me está matando. - dijo Eros tocando su herida.-Ah pe