Llegó la hora de volver casa, con mi familia, exactamente pasaron tres meses de que me enteré de que estaba embarazada. Por fin están cesando las náuseas y los vómitos que tenía, eso sí, mis antojos y mi complejo de voracita no han acabado,  más bien se han intensificado, aunque el médico me dijo que no tengo que subir más que un kilo por mes, no puedo, necesito comer desesperadamente.

Ni que decir con los antojos, ya hice correr a Michael a la tienda a las 3 de la mañana por mermelada de mora, me gusta todo con mora y eso que antes la fruta no me llamaba mucho la atención.

Aeropuerto Internacional de Múnich-Franz Josef Strauss, son las ocho de la mañana, Michael está haciendo el cheking y a Jhosélin no se le ocurre llegar, está muy atrasada.

-Ya está listo el cheking. - exclama acercándose a mí dándome un beso- Tranquila Nat, todavía tiene unos minutos para llegar - intenta tranquilizarme mientras observa como miró la hora cada cinc