Yelena, furiosa, les dijo sin poder contenerse: —¿Me llamaron con tanta urgencia solo para destituirme de mi cargo? ¿La familia Reyes me ayudó cuando estaba en graves problemas? Ahora que finalmente he logrado salir adelante, ¡¿vienen a ajustar cuentas y quieren que sea el chivo expiatorio para salvar sus propios errores?!Esas palabras enfurecieron a los miembros de la familia Reyes, quienes le respondieron airadamente: —¿Estás culpando a otros por tus problemas? ¡Tú misma te metiste en este grave lío, ¿por qué deberíamos entonces, nosotros arreglarlo por ti?—¡Exacto! Somos personas influyentes en el grupo. ¿Crees que puedes hacer lo que quieras solo porque eres la presidenta?—¡Debe ser inmediatamente destituida!Al ver esa situación tan tensa, Lucía se asustó y salió corriendo. Llamó discretamente a Lorenzo: —¿Lorenzo? ¿Estás ahí? ¡Yelena está en graves problemas!...Javier, quien estaba en el asiento principal, con el rostro sombrío, tosió ligeramente y dijo: —Adán, Yelena es tu
La presencia de Lorenzo le dio a Yelena un coraje inexplicable. Finalmente, tomó la determinante decisión de rebelarse contra la familia Reyes.Yelena no se mostró débil: —Poseo el veinte por ciento de las acciones del grupo, lo que me convierte en una de las principales accionistas. ¡Casi la mitad del grupo sigue mis órdenes! ¡No pueden destituirme solo porque lo dicen!Luis se levantó de golpe y exclamó: —El grupo ya está paralizado. Si continúas en tu posición, tarde o temprano serás derrocada. ¡Acepta de una vez por todas la realidad!Yelena levantó las cejas con desafío. —¡Haré todo lo posible para resolver este grave problema!Javier se rio. —¿Resolverlo? ¿Crees que tienes tanto tiempo? ¡Te doy como máximo un día!Yelena se sorprendió al instante: —¿Cómo? ¿Solo un día? ¡Es imposible hacer algo en tan poco tiempo!Esperaba que la familia Pérez, a través de Lucía, pudiera ayudarla. Pero incluso con la ayuda más rápida, tomaría al menos cuatro o cinco días. ¡Un día era completamen
—¿Los principales conglomerados financieros?Al escuchar esas palabras, todos instantáneamente miraron directamente hacia afuera por la ventana. En la entrada del grupo Prosperidad, se veían numerosos y lujosos automóviles de primer nivel. En estos vehículos, ¡todos tenían los emblemas más evidentes!—¡Este es... el coche del magnate más grande del país Giralatina, Zacarías Sánchez, de la Cámara de Comercio Estrellas!—¡Este es el coche del magnate de la calle Universo, el señor Smith, del conglomerado financiero del país Dorvania!—¡Este es el coche privado del príncipe Ali, del país Zalvaria!—¡Incluso hay coches blindados del ejército del Norte…!Todos miraban esa imponente escena muy asombrados.Yelena se sorprendió de inmediato: —¿Mis ojos me están engañando? Vi a estas personas varias veces en las noticias cuando estaba en el extranjero estudiando mi doctorado. ¡Su gran influencia podría rivalizar incluso con la de un jefe de estado!¿Cómo era posible que estuvieran todos reunido
Lorenzo miró fija y silenciosamente a los miembros de la familia Silva con una sonrisa irónica.Ahora, esos directivos que antes se creían la última coca-cola del desierto, ¡tenían la cara aún más larga como si mostraran preocupación. Luis le dijo con mal humor: —¿Estás bromeando? ¿Quién te crees que eres?Adán no pudo contener más su furia: —¿Un simple empleado aún se atreve a amenazarnos? ¿Cuál de nosotros aquí no está muy por encima de ti? Te eliminaríamos sin pensarlo, como si fueras una hormiga, así de simple y sencillo.Pero Yelena levantó ligeramente la comisura de los labios: —Lo que dijo Lorenzo tiene algo de sentido.Los miembros de la familia Silva se enfurecieron: —¡¿Qué quieres decir, Yelena?!—¿Qué quiero decir? Esa es la misma pregunta que les hice cuando me estaban presionando. ¿Y cómo me respondieron ustedes?Yelena se cruzó de brazos y sonrió fríamente: —¡La gente debería ser muy honesta! Hace un momento me estaban presionando, diciendo que, si Lorenzo no podía salva
—¡Tú, maldito perdedor! ¡Cómo te atreves a golpearme!La cara de Luis estaba hinchada y amoratada por los fuertes golpes, su sangre salpicaba por todas partes.Lorenzo dijo: —¿Te sometes o no? ¡Te lo estoy preguntando! ¡Discúlpate de inmediato y llámame, papá! ¡De lo contrario, seguiré golpeándote!—Lorenzo, soy miembro del consejo del grupo Prosperidad. Si me golpeas, ¡te despediré! —gritó furiosamente Luis.Pero Yelena habló con calma: —Tengo el control sobre el personal de toda la empresa, tío. Incluso si eres miembro del consejo, no tienes ninguna autoridad para despedir a mis empleados.Lorenzo lo golpeaba cada vez más fuerte, incluso llegando a lanzar varios golpes en un solo segundo.Luis estaba cubierto de sangre, con grandes trozos de carne desgarrada en su rostro, su boca y nariz sangrando profusamente. No tuvo más remedio que recurrir a otros miembros de la familia Silva para pedir ayuda.—¡Papá! ¡Hermano! ¡Familiares! ¿De verdad van a mirar mientras este tipo me golpea?Per
—Señorita Lara, ¿todavía no has recibido la notificación de la empresa? ¡Ya me han despedido y estoy a punto de irme!Lorenzo sonrió con gran ironía mientras intentaba pasar junto a ella.Pero Quimera bloqueó su camino, muy sorprendida: —¿Despedido? ¿Qué quieres decir con despedido? Acabo de recibir una notificación, pero no es de despido, ¡es de un ascenso! ¡Te han promovido a líder del Grupo Dos!Lorenzo se detuvo inmediatamente en seco, sin poder creer lo que escuchaba. —¿Cómo? ¿No me han despedido, sino que al contrario…?—Sí, ¡el gerente de Recursos Humanos me lo acaba de comunicar personalmente! —dijo Quimera sinceramente.¡Era un giro por completo de 180 grados en tan poco tiempo!Antonio, lleno de alegría, rodeó los hombros de Lorenzo y sonrió: —¡Lorenzo! ¡Te lo dije! ¡No finjas más! ¡Parecías que ibas a ser despedido, pero en realidad te ascendieron! ¡Muchos de nosotros, incluso después de cinco años, no logramos ascender a líder de equipo! ¡Tu velocidad de ascenso es como un
—¿Sentarme? ¿Qué quieres, señorita Silva?Lorenzo estaba muy confundido. ¿Por qué esa mujer estaba deliberadamente echando a la secretaria Lucía? ¿Acaso quería hacerle algo?—Te he dicho que te sientes, ¡no hagas tantas preguntas!La ceja de Yelena se arqueó con gran elegancia.Lorenzo se vio obligado a sentarse en el sofá. Entonces, para su sorpresa, Yelena también se sentó, ¡no! Se recostó completamente en el sofá, ¡revelando así su figura demoníacamente sensual y lujuriosa ante sus ojos!De inmediato, se quitó sus zapatos de tacón alto de cristal y colocó sus largas piernas cubiertas por medias negras directamente sobre las rodillas de Lorenzo.En ese instante, Lorenzo sintió que le brotaba sangre por la nariz y tragó saliva. —¡Señorita Silva, no vendo mi cuerpo!¡Aquellas piernas tan sensuales, envueltas en medias negras lo atrapaban con su irresistible tentación!—¿En qué estás pensando? —dijo Yelena fríamente al escucharlo. —Me siento un poco incómoda de nuevo, y recordé que la
Lorenzo, al escuchar eso, levantó las manos y dijo: —Es tal como lo viste, eso es lo que pasó.—No hagas rodeos, te estoy preguntando claramente cómo sabías que una importante figura del Norte estaba a punto de invertir en el grupo Prosperidad.Yelena habló palabra por palabra: —Puedes estar tranquilo, solo por tu ayuda hoy, no voy a indagar sobre tu ascenso de méritos. Pero debes decirme quién es esa importante figura del Norte que me brindó ayuda cuando más lo necesitaba.Lorenzo también entendió lo que estaba pasando. Al parecer, esas personas lo confundieron con otra persona en relación con la identidad del señor Águila. Pero no le importaba, si estaban dispuestos a creer esa versión o no, a Lorenzo no le importaba seguir con el malentendido.De manera improvisada, inventó: —Estaba en camino hacia la empresa cuando me encontré con la caravana de estos magnates. Oí accidentalmente su conversación, mencionaron que estaban siguiendo las órdenes de un importante personaje para invertir